Explosiones en Hoteles de La Habana

Explosiones en Hoteles de La Habana
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Fecha:1997 - 1998
Lugar:Bandera de Cuba Cuba
Descripción:
Atentados terroristas con artefactos explosivos a instalaciones turísticas
Consecuencias:
Un turista muerto, personas heridas y daños materiales
Líderes:
Luis Posada Carriles
Ejecutores o responsables del hecho:
Terroristas centroamericanos
Organizaciones involucradas:
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)


Explosiones en Hoteles de La Habana. Se producen detonaciones de artefactos en los hoteles Tritón, Capri, Nacional, Chateau-Miramar y Copacabana. En este último lugar, como consecuencia de la explosión resultó muerto el joven turista italiano Fabio Di Celmo. El autor material de las explosiones fue el mercenario Raúl Ernesto Cruz León, ciudadano salvadoreño y residente en ese país que fue reclutado el 12 de junio y entrenado por Francisco Chávez Abarca, alias El Panzón, salvadoreño, residente en El Salvador, bajo la dirección y financiamiento de Luis Clemente Posada Carriles

Historia

Desde los inicios de la Revolución, los grupos contrarrevolucionarios financiados y entrenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, concibieron y realizaron numerosos actos terroristas que han costado valiosas vidas y cuantiosos recursos a Cuba. Asimismo planearon diversas acciones para eliminar físicamente al comandante en jefe Fidel Castro y a otros dirigentes de la Revolución.

En la década de los años 90, alentados por el derrumbe del campo socialista, las organizaciones contrarrevolucionarias intensificaron y continuaron desarrollando impunemente, desde territorio de Estados Unidos y otras bases de operaciones en Centroamérica, numerosas acciones violentas contra Cuba y sus dirigentes.

Explosiones ocurridas en los hoteles Capri y Nacional de Cuba

Explosión en el Hotel Capri.jpg

En horas de la mañana del 12 de julio de 1997 explotaron sendos artefactos en los hoteles "Nacional" y "Capri", de La Habana. Ocasionaron daños materiales y tres heridos. El explosivo usado fue Pentrita (Pent), considerado de alto poder. Ambos artefactos fueron colocados por el terrorista salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León.

Daños causados

La explosión en el Hotel Capri no produjo víctimas, pero sí daños materiales en la instalación y su mobiliario, cuya reparación fue tasada en la suma de $33,516.68 pesos (treinta mil quinientos dieciséis pesos con sesenta y ocho centavos y la explosión en el Hotel Nacional de Cuba, causó lesiones a los turistas chilenos María Angélica Pinochet Aedo, consistentes en herida de 2 cm. de longitud en la cara posterior de la pierna izquierda, hipertensión arterial aguda e hipoacusia post traumática, que no pusieron en peligro inminente su vida y Patricio Pedraza una herida pequeña en la cabeza, que no puso en peligro su vida. Además recibieron lesiones el turista jamaicano Neuville Constantino Sco con heridas traumáticas pequeñas en la mejilla izquierda y a la ciudadana cubana Marisol Vizoso Ramírez una herida facial de 12 centímetros de longitud. Los daños materiales causados en la instalación del Hotel Nacional de Cuba, fueron tasados en la suma de $2,500 pesos (dos mil quinientos pesos)

Explosiones ocurridas en los hoteles Chateau Miramar, Copacabana y complejo hotelero Neptuno-Tritón 

El 4 de septiembre de 1997,  en horas de la mañana ocurrieron detonaciones en los hoteles Tritón, Copacabana, y Chateau Miramar, acciones ejecutadas por el terrorista Raúl Ernesto Cruz León, quien ese mismo día fue detenido. En horas de la noche de ese mismo día se produjo otra explosión en el Restaurante La Bodeguita del Medio.

La explosión en el hotel Copacabana  le provocó la muerte al joven italiano Fabio di Celmo, el tercero de tres hermanos, producto del matrimonio de Justino di Celmo y Ora Bassi, radicados en Argentina. Con deseos de contar con un hijo de nacionalidad italiana, ya que los primeros eran argentinos, concibieron su nacimiento en Génova y vino al mundo el 1 junio de 1965.Tenía al morir solamente 32 años.

Daños causados

Por otra parte, los daños causados en el lobby-bar del hotel Copacabana, consistentes en roturas de cristales, falso techo, luminarias, muebles y piso fueron tasados en $16,700.60 pesos (deciseis mil setecientos pesos con sesenta centavos), así como el hotel sufrió perjuicios por afectación copn las ventas que ascendieron a tres mil dólares estadounidenses.

Los daños ocasionados al Hotel Chateau Miramar consistentes en roturas de cristales, armaduras de aluminio, puertas y ventanas, conductos eléctricos y de aires acondicionado, lámparas, muebles, cortinas y macetas con plantas ornamentales, fueron tasados en la suma de $89,900.00 dólares (ochenta y nueve mil novecientos dólares) y $39,900.00 pesos (treinta y nueve mil novecientos pesos)

La explosión en el hotel Tritón no produjo lesiones a persona alguna, pero sí daños consistentes en rotura de cristales en el lobby, vidrieras y puertas, falso techo, lámparas y muebles, todo lo que fue tasado en $3,661.00 dólares (tres mil seiscientos sesenta y un dólares) y $2,700 pesos (dos mil setecientos pesos) afectándose el servicio de dicha instalación al tener que evacuar la carpeta y cerrar el lobby bar temporalmente.

Detención del terrorista

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El terrorista Raúl Ernesto Cruz León fue detenido el  día 4 de septiembre de 1997 cuando se trasladaba en un taxi particular desde el hotel Capri al hotel Plaza, en la calle Infanta entre San José y San Rafael, municipio Centro Habana, por un vehículo de patrullas de la Policía Nacional Revolucionaria y conducido a las cinco y treinta de la tarde al Departamento de Seguridad del Estado de la Ciudad de La Habana.

El terrorista a pesar de que había colocado un artefacto explosivo de gran potencia en el Restaurante La Bodeguita del Medio, lugar frecuentado hasta altas horas de la noche por muchos turistas extranjeros y que podría causar graves e irreparables daños a personas y al inmueble, no lo informó a las autoridades aún cuando había tiempo suficiente para poder desactivarlo; el que explotó finalmente cuando faltaban algunos minutos para la media noche.

Narración de los hechos por el terrorista 

Explosiones ocurridas el 12 de julio de 1997

El día 10 y 11 de julio de 1997 el terrorista Raúl Ernesto Cruz León se dedicó a visitar diferentes instalaciones turísticas, con el propósito de seleccionar los hoteles donde colocaría los artefactos explosivos, ocasión que utilizó para relacionarse con diferentes personas con el objetivo de aparentar su condición de turista.

Decidido a ejecutar la actividad terrorista planificada, en horas de la mañana del 11 de julio visitó los hoteles Capri y Nacional de Cuba, centros turísticos escogidos por la cercanía de uno y otro y por ser hoteles muy conocidos en el exterior, allí realizó un minucioso estudio de dónde iba a colocar las cargas explosivas y cómo lo haría, precisando los sistemas de vigilancia de ambos hoteles, el movimiento de empleados y también el de las personas en sentido general, así como las características de los baños donde tenía concebido ensamblar y activar los artefactos explosivos.

Una vez concluidas las visitas a estos hoteles y estando convencido de que eran los lugares idóneos para llevar a cabo sus acciones terroristas, volvió a la habitación del hotel "Ambos Mundos", donde auxiliándose de un diagrama que tenía en su agenda de bolsillo , realizó la conexión de algunas partes integrantes de los dos artefactos explosivos, probando que el circuito funcionaba de forma óptima y finalmente dividió en partes iguales el explosivo plástico, preparando los dos artefactos, pero sin conectarlos y los colocó por separado en la mochila para evitar que le ocurriera un accidente.

Hotel Capri

En horas de la mañana del día 12 de julio de 1997 el terrorista Raúl Ernesto Cruz León alquiló un taxi que lo condujo hasta los alrededores del hotel "Nacional de Cuba", desde donde se encaminó al Hotel "Capri", situado en la calle 21 esquina a N en el Vedado, Municipio Plaza de la Revolución, dirigiéndose a dos butacas situadas en el extremo derecho del lobby, a continuación de la carpeta, lugar que había escogido para colocar el explosivo y después de esperar un tiempo prudencial y observar la situación del lugar, se dirigió directamente al baño donde ensambló y activó uno de los artefactos para que estallara a los 9 minutos, regresó al lobby y se sentó en una de las dos butacas mencionadas anteriormente en espera de la oportunidad para colocar el artefacto explosivo ya activado, sin tener en cuenta que en la realización de tan repudiable acto iba a poner en peligro la vida de muchas personas; se decide y extrae de la mochila el bolso de nylon dentro del cual estaba el artefacto explosivo, el que colocó entre el mueble donde se encontraba sentado y la pared e inmediatamente realizó un ligero giro de la butaca hacia esta para evitar que alguien descubriera el mencionado artefacto, rápidamente se retira del hotel "Capri" en dirección al hotel "Nacional de Cuba".

 Hotel Nacional

Una vez colocado el artefacto explosivo en el Hotel Capri se retira en dirección al hotel "Nacional de Cuba", situado a unos 188 metros del primero, instalación ubicada en la calle O y 21 en la misma barriada del Vedado, del capitalino municipio Plaza de la Revolución.
Al igual que en el hotel “Capri” realizó un nuevo estudio de las características del lobby del hotel Nacional de Cuba, decidiendo poner el artefacto explosivo en el área donde se encontraban las cabinas telefónicas, que estaban situadas en la parte lateral derecha del lobby, se dirige al baño donde ensambla y activa el artefacto explosivo y nuevamente va hasta un sofá cercano a las mencionadas cabinas telefónicas, lugar donde se sentó, estaba rodeado por varias personas, pero al darse cuenta que sólo le faltaban alrededor de dos minutos para que estallara el artefacto explosivo, extrajo de la mochila un bolso de nylon que contenía el mismo y lo colocó entre el sofá y las cabinas telefónicas y se marchó apresuradamente del hotel, sintiendo la explosión en los momentos en que bajaba las escaleras de la entrada principal del mismo, continuó su camino de forma normal y aprovechando la confusión que se produjo por la casi coincidencia entre las explosiones del hotel “Capri” y del hotel “Nacional de Cuba”, logró llegar sin contratiempos hasta la inserción de las calles O y 19 en el Vedado, donde alquiló un “bici taxi”, que lo trasladó hasta el hotel “Plaza”, que se encuentra situado en las calles Neptuno y Zulueta, municipio Habana Vieja, desde donde se dirigió caminando hasta el hotel “Ambos Mundos”.

Explosiones ocurridas el 4 de septiembre de 1997

Una vez llegado de El Salvador el terrorista Raúl Ernesto Cruz León se trasladó al Hotel Plaza situado en la intercepción de las calles Neptuno y Zulueta en una de las esquinas del parque central, en el municipio de Habana Vieja, donde tenía ya reservada la habitación 314. Ya hospedado en el hotel ocultó en lugares que consideró seguros, los medios que traía para sus actividades terroristas, luego de haber extraído del televisor la sustancia explosiva y los interfases y comprobó también el estado de los detonadores, calculadoras, baterías y otros medios, comenzando en horas de la noche del 1 de septiembre de 1997 a preparar todos los artefactos que utilizaría y sobre todo a comprobar cuidadosamente su funcionamiento, oportunidad en la que se percató de que una de las cinco calculadoras que utilizaría para colocar igual número de artefactos explosivos no funcionaba adecuadamente, por lo que la desechó para evitar riesgos personales.

El día 3 de septiembre de 1997, Raúl Ernesto Cruz León decidió como parte de la preparación de sus actividades terroristas visitar los hoteles Chateau Miramar, Copacabana y el complejo hoteloero Neptuno-Tritón, para lo cual alquiló un taxi que lo llevó hasta la zona y en cada uno de estos hoteles observó lo sistemas de seguridad, el movimiento de los trabajadores y de los huéspedes, los baños donde activaría los artefactos explosivos y también los lugares que a su juicio resultaban idóneos para colocar dichos artefactos, decidiendo que en esos hoteles era donde debía ejecutar sus acciones terroristas, al concluir que se trataba de una cadena de hoteles cercanos entre sí, lo que le posibilitaría no llevar consigo por mucho tiempo los artefactos explosivos y por otra parte iba a garantizar que las explosiones se produjeran en serie y tuvieran gran repercusión en Cuba y sobre todo en el extranjero, con lo cual se podía afectar grandemente la industria turística cubana que ya en esa fecha tenía un crecimiento notable.

En horas de la noche del propio 3 de septiembre de 1997, preparó y comprobó en la habitación 314 del Hotel Plaza, las diferentes cargas, dividiendo el explosivo en cuatro partes y de forma habilidosa los organizó de manera tal que sólo era necesario unir las conexiones de los cmponentes para que estos detonaran, operación ésta que al igual que los hechos ocurridos en el mes de julio pasado, realizaría en los baños de los hoteles donde ejecutaría sus malvados propósitos, dejándolo todo convenientemente bien preparado para las acciones que realizaría al siguiente día.

Hotel Copacabana

El 4 de septiembre, en que en horas de la mañana salió del hotel “Plaza” en un taxi llevando todos los artefactos explosivos consigo hasta el Acuario Nacional, situado en 1a y 60, Municipio Playa, muy cerca de los ya mencionados hoteles y alrededor de las diez y treinta de la mañana, llegó al lobby-bar del Hotel Copacabana, situado en calle 1a entre 44 y 46, en Playa, sentándose y pidiendo cerveza Bucanero, la que consumió mientras observaba las características del lugar, solicitando al empleado del bar otra y acto seguido se dirigió al baño, donde ensambló y activó el artefacto explosivo, dándole un tiempo de 45 minutos, regresando al lobby-bar y a pesar de que en éste sitio se encontraban otras personas disfrutando de los servicios que allí se ofertaban y de que se trataba de un lugar necesariamente concurrido, colocó dentro de un cenicero de pie, metálico, que estaba situado en la esquina derecha de la barra, el artefacto explosivo y aún en estas circunstancias terminó de tomarse la cerveza, retirándose inmediatamente en dirección al hotel Chateau Miramar, situado en calle 1a entre 62 y 64 en el capitalino municipio de Playa.

Hotel Chateau Miramar

Raúl Ernesto Cruz León al llegar al lobby del Hotel Chateau Miramar, situado en calle 1a entre 62 y 64 en el capitalino municipio de Playa, una vez en el lobby del hotel, consideró inicialmente colocar el artefacto explosivo debajo de una pecera que estaba situada en lugar visible de dicho lobby, pero finalmente decidió poner el artefacto explosivo debajo de una mesa que estaba cerca del sofá que limitaba con el buró de relaciones públicas, lugar que consideró muy apropiado para sus fines terroristas y para tales efectos se dirigió al baño, donde preparó y activó el artefacto explosivo para 35 minutos, dirigiéndose nuevamente al lobby, sentándose y colocando el mismo debajo de la mesa, cubriéndolo con la cortina en evitación de que fuera descubierto, todo lo que hizo con pleno conocimiento de que podría causar graves daños a las personas que se encontraban en el referido lugar y por supuesto, daños materiales a la instalación, retirándose del mencionado hotel para dirigirse inmediatamente hasta el Hotel Tritón que está situado en la calle 3a y 70, en el propio municipio de Playa.
La explosión ocurrida el 4 de septiembre de 1997, en el área del lobby del hotel Chateau Miramar, causó lesiones a Juana Hernández Pavón, trabajadora del hotel, consistente en trauma sonoro del oído derecho, que no puso en peligro inminente su vida y del que demoró en sanar siete días con igual período de asistencia y de estar impedida para dedicarse a sus ocupaciones habituales, sin que le quedaran secuelas y a María Teresa González Rodríguez, consistente en un trauma sonoro, que no puso en peligro inminente su vida y del que demoró en curar siete días con igual tiempo de asistencia médica y de estar impedida para dedicarse a sus ocupaciones habituales, sin que le quedaran secuelas.

Hotel Tritón

Una vez en el Hotel Tritón, Raúl Ernesto Cruz León realizó el estudio del lobby, escogiendo el lugar donde se encontraban varios muebles frente al área de la carpeta, que está situada a la derecha de la entrada del hotel y seguidamente se dirigió al baño donde conectó y activó el artefacto explosivo que llevaba preparado, dándole un tiempo de 9 minutos para que coincidiera con la explosión de los demás artefactos que había colocado en los otros hoteles ya mencionados, dirigiéndose nuevamente al lobby, donde sentándose en un sofá de los allí existentes y a pesar de que había otras personas sentadas a su alrededor, incluyendo niños, fue absolutamente insensible a la desgracia humana y a los graves perjuicios que podría ocasionarles, colocando el artefacto explosivo entre las macetas que estaban detrás del sofá, retirándose del hotel cuando apenas faltaban unos dos minutos para que estallara y en los momentos en que se alejaba de la instalación turística en un taxi escuchó la explosión.

Restaurante La Bodeguita del Medio

Al salir del Hotel Tritón en el taxi, como expresamos con anterioridad, Raúl Ernesto Cruz León se trasladó hasta el mercado de productos artesanales que está situado en la calle D y Malecón en el municipio Plaza de la Revolución, lugar este muy concurrido y para evitar ser reconocido se puso un pullover blanco que llevaba en la mochila y alrededor de las dos de la tarde alquiló otro taxi y se dirigió hasta las inmediaciones del centro Capitolio Nacional, desde donde caminó hasta el mundialmente famoso Restaurante "La Bodeguita del Medio", situado en la calle Empedrado No. 207, municipio Habana Vieja, a escasos metros de la Plaza de Armas en el Casco Histórico de la Capital Cubana, con el propósito de colocar en uno de sus salones el cuarto artefacto explosivo, pero ante la imposibilidad de lograr la impunidad de sus actos por estar abarrotada de personas la instalación, decidió no hacerlo en ese momento y se retiró para el hotel "Plaza", regresando nuevamente alrededor de las cuatro de la tarde al citado restaurante, dirigiéndose hasta el Bar Terraza, ubicado en la segunda planta del local, donde solicitó un asado y unas bebidas refrescantes para justificar su presencia en el lugar y estando sentado en la mesa ensambló el detonador a la calculadora reloj, dirigiéndose posteriormente al baño, donde activó el mecanismo en tiempo para que el artefacto explosivo estallara aproximadamente siete u ocho horas después y al regresar en la mesa ensambló el detonador a la calculadora reloj, dirigiéndose posteriormente al baño, donde activó el mecanismo para que el artefacto explosivo estallara aproximadamente siete u ocho horas después y al regresar a la mesa introdujo el detonador en la masa explosiva y acto seguido, simulando firmar en una de las paredes del local, lo que constituye una tradición en ese restaurante, se aproximó a un equipo de refrigeración que estaba a su espalda, colocando el artefacto explosivo ya activado detrás de dicho equipo junto a la pared, lo que hizo al igual que las ocasiones anteriores con pleno dominio de que podía causar la muerte de personas y graves daños al inmueble, retirándose del lugar y dirigiéndose hacia el Malecón habanero por la zona del Castillo de la Real Fuerza, con el propósito de deshacerse de los medios que le quedaban de sus actividades terroristas.

Fuentes