Jardines de los Adarves

Jardines de los Adarves
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
JAdarves.jpeg
Lugar histórico de la ciudad de la Alhambra, famoso por su belleza natural y arquitectonica.
Descripción
Estilo:Arte nazarí
Localización:La Alhambra. España
Uso inicial:Uno de los Jardines Principales de la ciudad de la Alhambra.
Uso actual:Museológico

Jardines de los Adarves, lugar histórico de la ciudad de la Alhambra.

Etimología

Los Jardines de los Adarves se encuentran a la entrada de la Alcazaba. Se denominan así por estar situados en el adarve bajo de la fortaleza y es uno de los lugares desde los que se puede admirar uno de los más bellos paisajes de la ciudad.

Ubicación

Se llega a él entrando junto a la Torre de la Polvora, desde la que se accede a la Torre de la Vela. Entre las fuentes que se pueden ver en este jardín destaca la que estuvo colocada sobre la taza de la Fuente de los Leones hasta 1949, trasladada aquí al no ser parte del conjunto original.

Historia

A principios del siglo XVII, cuando regía en la Alhambra el marqués de Mondejar, se creó el Jardín de los Adarves y el Baluarte. Ordenados setos arbustos y macizos de flores, fuentes con surtidores y pilas de piedra adosadas a los muros, dan a los Adarves un sobrio estilo clasicista.

En los jardines de la Alhambra los cambios no fueron fundamentales, a pesar de las obras realizadas en la época de Carlos V y Felipe II. Las modificaciones más importantes se realizaron en el interior de los palacios nazaríes al crearse los espacios ajardinados del Patio de la Reja y el Patio de Lindaraja. Se dio una acertada combinación del arte del patio musulmán y los nuevos gustos arquitectónicos del Renacimiento español.

El término adarve –del árabe ad-darb- significa camino detrás del parapeto y en lo alto de una fortificación. El lienzo sur de la muralla de la Alcazaba de la Alhambra, coincidiendo con el camino de ronda, fue reedificado a comienzos del siglo XVII.

Este hecho fue aprovechado por el Marqués de Mondéjar para plantar un hermoso jardín que en nada se parecía al primitivo aspecto de estos estrechos y austeros pasos de ronda. Además de una frondosa vegetación llena de colorido se edificaron dos pilares en los extremos de la plataforma más ancha del adarve resguardada por sendos torreones.

De este modo el jardín mira forzosamente hacia la Vega coronando la verde ladera de la Sabika.

Características

Resulta un ambiente un tanto extraño y atípico pues es un frondoso jardín entre desnudas murallas. Sin embargo ese resultado fue (y es) tan espectacular que Fortuny lo inmortalizó en su cuadro: El jardín de los poetas. En el extremo occidental del jardín, hay un mirador de donde arranca la muralla que se une a las Torres Bermejas, muralla en la que se han colocado los famosos versos del poeta Francisco A. de Icaza que dicen:

Dale limosna, mujer,
Que no hay en la vida nada
Como la pena de ser,
Ciego en Granada

El verso que pronunciara el poeta mejicano Francisco de Asís de Icaza al ver a un mendigo ciego tocando la guitarra es de sobra conocido, adorna multitud de recuerdos que los turistas se llevan de Granada. Pero últimamente no ha sido posible contemplar la placa de piedra que, colocada en un muro exterior de la torre de la Pólvora en el extremo Oeste del Jardín de los Adarves, recoge esta célebre frase ya que dicha torre ha estado cerrada por obras.

La placa fue colocada en este lugar en los años cincuenta del siglo XX por iniciativa del entonces Director General de Bellas Artes, Antonio Gallego Burín.

Leídas estas líneas solo hará falta darse media vuelta y admirar la vista que ofrece la ciudad desde aquí para caer en la cuenta de que la frase no pudo ser más acertada y que el lugar era el idóneo para ubicarla.

Arquitectura

Fuente del Jardín

La arquitectura del agua: fuentes y pilares de la Edad Moderna en Granada. El frontis del pilar adosado al torreón oeste tiene una organización muy cercana al concepto arquitectónico de fachada.

Los pilares están fechados en 1628 y realizados en piedra de Sierra Elvira y mármol blanco para los elementos decorativos. Las pilas de los dos pilares son idénticas, rectangulares, sin más decoración que el remate en cuarto bocel. El perfil de la pila es ligeramente bulboso. Con el paso del tiempo se ha gastado la argamasa que disimulaba la unión entre las piezas que forman la pila y permite ver con absoluta claridad que está formada por dos piezas centrales y otras dos que actúan de ángulos. Ponen la nota distintiva los frontis con una estructura y decoración dispares.

El triángulo está partido para albergar una hornacina avenerada de grandes dimensiones enmarcada por pseudo pilastras cajeadas. La hornacina, a su vez, está rematada por un pequeño frontón triangular sobre un entablamento liso sin más elementos que dos pequeños modillones sobre las pseudo pilastras. La hornacina se une al resto del frontón por medio de pequeñas aletas que terminan graciosamente en pequeños rollos junto a sendos piramidones.

Fuentes

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