Julio Medem

Julio Medem
Información sobre la plantilla
Juliom.jpg
NombreJulio Medem Lafont
Nacimiento21 de octubre de 1958 Bandera de España España
San Sebastián España
ResidenciaMadrid
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola

Julio Medem. Cineasta

Síntesis biográfica

Nació 21 de octubre de 1958, San Sebastián, España, y aunque pasó muchos años en ésta ciudad, pronto su familia se traslada a Madrid, donde estudia en Nuestra Señora del Pilar, colegio marianista de enorme prestigio que ha tenido alumnos como Alberto Cortina o José María Aznar.

Trayectoria artística

Pronto descubre su afición al cine, gracias a una cámara de súper 8 de su padre, con la que éste rodaba los grandes acontecimientos familiares, y que solía coger a escondidas para rodar imágenes de su hermana Ana. El chico era un gran deportista, considerado una promesa del atletismo, que estuvo a punto de conseguir una beca para las olimpiadas.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco, en lugar de ejercer decidió regresar a su localidad natal, donde se adentra en el mundo del cine, primero como crítico del periódicoLa voz de Euskadi”. De formación cinematográfica completamente autodidacta, rodó diversos cortos: El ciego, El jueves pasando, Fideos, Martín, etc.

La metáfora del titular es poco apropiada, porque Medem no es ni de lejos un mafioso, pero su carrera recuerda a la de aquellas fascinantes figuras gangsteriles del 1930, que irrumpían con fuerza, llegaban a la cima del mundo, y luego caían estrepitosamente. Llegó a tener de su parte a la crítica, al público y hasta al mismismo Steven Spielberg, pero ahora parece que la gente cambia de acera cuando se lo cruza por la calle. Ésta es la historia de un cineasta que hace gala de una narrativa originalísima, técnicamente brillante, que tiene el talento suficiente para resurgir (confiemos en que así sea) algún día del pozo sin fondo en el que se haya actualmente.

Inicios

Finalmente escribe el guión de un largometraje, Vacas, y decidido a encontrar financiación como sea, viaja a Madrid donde se pasea por todas las productoras posibles, pero se lo rechazan con la excusa de que se trata de una película inclasificable, de argumento extraño, y sobre todo muy poco convencional.

Estaba a punto de abandonar la ilusión de llevar Vacas al cine, cuando recibió una llamada de Sogetel, empresa que acababa de formarse, que había decidido darle luz verde al proyecto. Protagonizada por Carmelo Gómez y Emma Suárez, narra las vivencias de dos generaciones desde la Segunda Guerra Carlista hasta la Guerra Civil, desde el punto de vista de las vacas. El film –posiblemente sea su mejor trabajo hasta la fecha– sorprendió gratamente y recibió muy buenas críticas, sobre todo por la singularidad narrativa del debutante realizador.

Éxitos cinematográficos

De nuevo con los dos actores citados, y con Nancho Novo, otro actor recurrente de su filmografía, rueda La ardilla roja, sobre un tipo a punto de suicidarse que ayuda a una motorista accidentada que ha perdido la memoria. El film no obtuvo el reconocimiento crítico de su predecesora, pero entusiasmó a los ejecutivos de DreamWorks, y por lo visto nada menos que Steven Spielberg, llegó a llamar a Medem para proponerle que filmara para ellos La máscara del zorro, con Antonio Banderas, ya que les entusiasmaba la idea de un director español. Pero Medem no se ve en una cinta tan alejada de su estilo, y acaba desistiendo, y centrándose en Tierra, que en principio también iba a estar protagonizada por Banderas. Por desgracia, éste no para de trabajar en Hollywood, y la preproducción se alarga, hasta que Medem le sustituye por Carmelo Gómez, de nuevo emparejada con Emma Suárez. Ángel, exterminador de plagas, sufre un desdoblamiento de personalidad, y se debate entre el amor de dos mujeres.

A continuación Medem logró llegar al gran público español, con Los amantes del círculo polar, en la que da rienda suelta a sus particulares recursos estilísticos, con los que logra ocultar la falta de sustancia de la trama. Aunque se pone de moda, evidencia ya en este momento su mayor problema, sigue siendo un realizador a seguir, es cada vez mejor a nivel técnico, pero parece agotado como guionista. Esta peligrosa tendencia se confirma desgraciadamente con Lucía y el sexo, errática, gratuita, morbosa, y sobre todo vacía, a pesar del buen hacer de Paz Vega, que se consagró como actriz. Nominada para once Goya, gana finalmente dos: música y actriz revelación, Paz Vega.

El film más polémico de Julio Medem fue La pelota vasca, documental bienintencionado sobre el terrorismo y la violencia en elPaís Vasco, en el que el director quiso ofrecer una visión poliédrica del asunto, mediante entrevistas a más de 70 personajes. Logra un trabajo técnicamente impecable y fresco, pero no consigue entenderse con los políticos del Partido Popular, que no aparecen en la cinta, se le notan sus simpatías por los nacionalistas, y provoca indignación cuando en un montaje paralelo alterna imágenes de una viuda de un ertzaintza, asesinado por ETA, con las de la esposa de un etarra que viaja a ver a su esposo preso. Decidió abandonar un film complementario de ficción que iba a titularse Aitor. La piel contra la piedra, y dejar la temática vasca.

Caótica Ana

La trágica muerte de su hermana Ana en accidente de coche, le inspira para la película Caótica Ana, un homenaje a su memoria protagonizado por una joven pintora de estilo algo hippy (Manuela Vellés). Pero es un film anárquico que acaba de reafirmar la decadencia absoluta del cineasta, que insiste en las imágenes de sexo explícito, y que llega a realizar un delirante alegato en contra de la Guerra de Irak, en una vergonzosa secuencia –que encima pretende ser poética– en la que la protagonista defeca encima de un alto cargo estadounidense que manda tropas al conflicto. Esta vez, la jugada ‘no cuela’. Recibe unas críticas nefastas, y el público no acude a los cines.

Medem se desconcierta por completo. Hasta ahora le han reído las gracias, y no acaba de entender por qué su película, muy en la línea de sus inmediatas predecesoras, no convence. “Tengo que asumir que mi película no guste, estoy acostumbrado a ello y no me preocupa. Pero sí recibo mal las agresiones y esta agresión ha sido muy fuerte. Ha habido gente que se ha vuelto loca contra mí, han dicho cosas muy duras. Ciertos jueces (críticos), que no son muchos pero tampoco pocos, han entrado muy fuerte con la intención de machacarme”.

Medem no oculta su decepción por el hecho de que en los Goya no recibiera ni una sola nominación. “Me hizo daño, yo no esperaba nada para mí con todo lo que me había caído ya encima, pero sí confiaba en alguna nominación para Manuela Vellés, o la fotografía, o la música o la dirección de arte”. Por desgracia Medem (qué buen director sería si tuviera un señor guión), no acaba de encontrar el camino. Le echa la culpa del fracaso de Caótica Ana a que el público español no le comprende, y decide dar un giro radical a su carrera –o lo que él entiende como tal– con Habitación en Roma, rodada en inglés –aunque las protagonistas también tienen alguna frase en español o ruso, y hay algo de italiano–. Pero esta versión lésbica de la chilena en la cama, sobre una rusa y una española que pasan una noche de pasión sexual tras conocerse fugazmente en Roma, sigue siendo lo mismo: mucha carne y poca ‘chicha’ intelectual. Se supone que estaba dispuesto a asumir las críticas –que son tan malas como las de Caótica Ana– pero esperaba un gran éxito comercial por lo tórrido de la propuesta y su explícito tráiler. Pero el film fue un absoluto desastre.

Otras producciones

A pesar de que la prensa y la televisión le dedican una enorme atención, el golpe fue rotundo. En su primer fin de semana en España le supera en recaudación hasta Viaje mágico a África, producción española en 3D de escasísimo interés. Los datos de taquilla son humillantes: se estrenó con la cifra nada desdeñable de 130 copias, pero la media de recaudación de cada una de ellas fue de 1.609 euros.

Tiene pendiente de rodar un film titulado Pericles y Aspasia, en la que Pericles cuenta a Eurípides mientras se dirigen en un barco a la guerra del Peloponeso, su historia de amor con Aspasia, una joven que acumula la belleza de Afrodita y la sabiduría de Atenea. Para esta historia basada en hechos reales, pasó un año documentándose sobre la Grecia del siglo V antes de Cristo. Pero el film debía ser una gran superproducción financiada con los beneficios que se suponía que iba a obtener con Habitación en Roma, por lo que de momento ha quedado totalmente aparcado.

Fuentes