Nicolás Achúcarro Lund

Nicolás Hilario Severino Basilio Juan Achúcarro y Lund
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Neuropsiquiatra bilbaíno de fama internacional.
Fecha de nacimiento4 de junio de 1880
Lugar de nacimientoBilbao, Bandera de España España
Fecha de fallecimiento1918
Lugar de fallecimientoGuecho, España


Nicolás Achucarro y Lund. Neuropsiquiatra bilbaíno de fama internacional,conocido por sus estudios sobre la neuroglia, el alcoholismo, la enfermedad de Alzheimer y la parálisis general, así como por el procedimiento que lleva su nombre, descubierto en 1911, y que consiste en impregnar el tejido nervioso de tanino y óxido de plata amoniacal.

Síntesis biográfica

Nacido en una familia de tradición médica. Nace en Bilbao, el 4 de junio de 1880, en un edificio de la calle Bidebarrieta del Casco Viejo de Bilbao, que hoy en día no existe. Fue bautizado el día 16 de junio de 1880 en la cercana Catedral de Santiago, y entre los nombres que le pusieron sus padres, está el de su tío Severino, ilustre arquitecto de la villa de Bilbao.

Estudios

Estudió primero en el Instituto Vizcaíno de Bilbao, donde tuvo entre sus profesores a Miguel de Unamuno, y más tarde en el “Gymnasium” de Wiesbaden en el que, además de perfeccionar su preparación cultural, adquirió un perfecto dominio de la lengua alemana y, con ello, la posibilidad de conocer directamente la medicina centroeuropea.

De regreso a España, comenzó en 1897 sus estudios de Medicina en la Universidad de Madrid. Allí tuvo como maestros, durante los primeros cursos, a Santiago Ramón y Cajal como profesor de histología, a Federico Olóriz de anatomía y a José Gómez Ocaña en fisiología. De los tres, se relacionó de modo especial con Gómez Ocaña, en cuyo laboratorio se inició en la experimentación fisiológica, interesándose especialmente en los problemas del funcionalismo endocrino. Sobresalió también en sus estudios de anatomía con Olóriz, y obtuvo los premios destinados a los alumnos de esta disciplina. En cambio, fue muy escasa su relación con Cajal.

De acuerdo con la sensibilidad de aquel momento histórico (1898), el joven Achúcarro consideró la época española que le tocó vivir desde una actitud profundamente crítica y pesimista. Las revistas alemanas de anatomía y de fisiología, que ya consultaba, le sirvieron de contraste para juzgar todavía más duramente el ambiente científico español. No puede extrañar, por tanto, que en otoño de 1899, aprobados tan sólo los dos primeros cursos en Madrid, se trasladara a la Universidad de Marburg, donde perfeccionó durante medio año su formación en patología general, fisiología y bioquímica.

Consagrado a la neuropsiquiatría

Reanudados sus estudios en Madrid, cursó como alumno libre los tres últimos años de la Licenciatura de Medicina desde 1900. Su formación clínica la adquirió en el servicio que dirigía, en el Hospital General, Juan Madinaveitia. A través de Madinaveitia y de Francisco Giner de los Ríos (con el que tuvo auténtica amistad)entró Achúcarro en relación con Luis Simarro, el maestro que orientó definitivamente el futuro de su dedicación científica. Durante estos últimos años de estudiante empezó a trabajar en su laboratorio en la histología normal y patológica del sistema nervioso, al mismo tiempo que se decidía a consagrarse a la neuropsiquiatría.

Recién terminados sus estudios en Madrid, pasó varios meses en París (1904-1905), donde asistió en la clínica de Pierre Marie, en la Salpêtrière, a las lecciones de Joseph Babinsky en la Pitié. A través de los dos continuadores más destacados de la obra de Jean Martin Charcot, tuvo ocasión de asimilar la sólida fundamentación anatomopatológica característica de la llamada neurología “clásica” francesa.

Todavía en 1905, se trasladó a Florencia, ciudad en la que perfeccionó su formación psiquiátrica junto a Ernesto Lugaro y Eugenio Tanzi, para pasar después a Munich, donde residió casi tres años trabajando con Emil Kraepelín y Alois Alzheimer;esta última estancia en la capital bávara fue decisiva para la orientación científica de Achúcarro. Las ideas que los dos autores citados personifican -la nosología kraepeliana y la especificidad histopatológica de las diferentes psicosis- constituirían uno de los más claros fundamentos de su obra de investigador.

A mediados de 1908, Alzheimer le propuso ante el gobierno americano como el hombre más idóneo para organizar y dirigir el departamento anatomopatológico del Manicomio Federal de Washington. Allí permaneció durante casi dos años, aprovechando para su trabajo una casi ilimitada riqueza de medios de todas clases y una gran independencia científica. En mayo de 1910, no obstante, Achúcarro regresó a España.

Trayectoria laboral

Los ocho años escasos que le restaban de vida los pasó en Madrid, sin que se resintiera la calidad e intensidad de su labor por la diversidad de puestos con que tuvo que ganarse la vida. Ejerció privadamente como neuropsiquiatra, consiguió una plaza en el Hospital General, trabajó durante unos pocos meses en el laboratorio de Cajal, quien lo incorporó también (aunque sin sueldo) al personal de su cátedra y, sobre todo, a partir de 1912, dirigió el laboratorio fundado por la Junta de Ampliación de Estudios para perfeccionar la formación de los médicos que habían de salir al extranjero.

Allí tuvo como discípulos, entre otros, a Pío del Río Hortega, Gonzalo Rodríguez Lafora, Felipe Jiménez de Asúa, José Miguel Sacristán, Luis Calandre y Miguel Gayarre. No obstante, cuando estaba en la cumbre tanto en su labor investigadora como en su actividad docente, murió a los treinta y ocho años, tras varios meses de agudo sufrimiento, en su residencia veraniega de Heguri, víctima al parecer de una enfermedad de Hodgkin.

Muerte

Falleció en el año 1918.

Aportes realizados

Fernando de Castro distinguió cuatro grandes apartados en la obra de Achúcarro: el problema de las “Stäbchenzellen” o células en bastoncito, el método de tanino y la plata amonical, las investigaciones sobre la glía y el estudio de las alteraciones en el ganglio cervical superior simpático en algunas psicosis. Aclaró la significación funcional de las “Stäbchenzellen” descubiertas por Franz Nissl en 1898 en el cerebro de los paralíticos cerebrales. En su tesis doctoral sobre la anatomía patológica de la rabia (1906) y en un artículo de 1908, Achúcarro propuso una hipótesis basada en sus hallazgos en el stratum radiatum del asta de Ammnon: las células en bastoncito son formas de adaptación de las pirámides ammónicas en degeneración, y su configuración alargada se debe a la estructura peculiar de la corteza cerebral,con el tupido enrejado que constituyen las dendritas.

Méritos a su labor

Es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Yale en 1914. Forma parte de la gran escuela de la histología española junto con aquellos que fueron sus maestros y sus discípulos: Simarro y Cajal, entre los primeros, y Rodríguez Labora, Felipe Jiménez de Asúa, Sacristán, Calandre, Gayarre y Río-Hortega, entre los segundos. Fue algo más que un histólogo; figura con todo el derecho entre las grandes figuras de la neuropatología y psiquiatría españolas.

Fuentes