Periódico El Siglo (Cienfuegos)

El Siglo
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Periódico cienfueguero
Director(ar):Ricardo Esteban García Rodríguez
Fecha de Fundación16 de julio de 1886
UbicaciónCienfuegos
PaísBandera de Cuba Cuba
IdiomaEspañol

Periódico El Siglo. Autodenominado de carácter “Republicano Autonomista”, comenzó a publicarse en Cienfuegos en el año 1886. Radicaban su imprenta y redacción en la calle Santa Isabel, entre las avenidas San Carlos y San Fernando o entre San Carlos y Santa Cruz, lugar este muy céntrico de la ciudad en esos años. Era dirigido por Ricardo Esteban García Rodríguez.

Por las temáticas que trataba, la forma de redacción de sus artículos y lo novedoso de algunos de sus enfoques, gozó de determinada influencia en la opinión pública de la ciudad y contribuyó a la difusión de la cultura y el lenguaje populares.

El Siglo fue uno de los modelos más representativos, en el caso cienfueguero al menos, de lo que era un diario liberal en Cuba en esos años.

Surgimiento

Enrique Edo y Luis Jorge Bustamante coinciden en que El Siglo vio la luz el 16 de julio de 1886. Mientras, Pablo Rousseau, Pablo Díaz de Villegas, Florentino Morales y Alberto Aragonés plantean que su primer número salió de la imprenta el 1 de diciembre de 1886. La revista Bohemia dedicada al centenario de la ciudad, se limita a citar al año 1886 como el de inicio de dicha publicación.

Edo y LLop, Rousseau, Díaz de Villegas, Bustamante, Alberto Aragonés y Florentino Morales, concuerdan en señalar que el periódico se arrogaba como principios de su labor la libertad y la justicia y lo consideraron como uno de los mejores periódicos editados en Cienfuegos durante el siglo XIX.

Fundador

El fundador del diario, Ricardo Esteban García Rodríguez, no sólo sería su dueño y director, a él se deben varios de sus principales artículos.

Nacido en Trinidad, el 8 de septiembre de 1851, a los nueve años pasó a residir en Cienfuegos. Recibió su primera educación en el colegio dirigido por el maestro Amelio de Luís Vela de los Reyes. La figura de Amelio, un español que sería en 1868 acusado de infidencia y deportado a España a inicios del siguiente año, ejerció decisiva influencia en Ricardo E. García Rodríguez. Amelio regresaría a Cuba tras el Pacto del Zanjón y militaría con Ricardo en una logia masónica local: Fernandina de Jagua.

En su primera juventud, García Rodríguez se consagró a diversas ocupaciones, entre ellas, la de conductor de la empresa de ferrocarril. Posteriormente se dedicó al periodismo. Escribió en La Aurora, periódico autonomista dirigido por Alejandro Muxó y más tarde en La Opinión.

Miembro del Partido Autonomista, se desempeñó como vocal en su Comité local en Cienfuegos. Fue seleccionado para representar al partido en distintas comisiones de carácter político, fuera de la ciudad. Fue Secretario de la Logia Fernandina de Jagua.

Falleció en Cienfuegos el 29 de mayo de 1893. Por mandato del clero católico local, sus restos fueron inhumados fuera del cementerio.

Se le reconocía en la ciudad como un serio cronista político-social, librepensador, de abierta posición anticlerical, un típico exponente del liberalismo decimonónico cubano, no capitalino, que propugnó desde El Siglo un pensamiento modernizador.

En abril de 1899, los restos de Ricardo García fueron trasladados al nicho 300, ya ocupado dentro del cementerio de Reina, por su maestro Amelio de Luís Vela de los Reyes. En testimonio de ese acontecimiento, los miembros de la logia Fernandina de Jagua colocaron una lápida en el nicho

" que constituiría el primer monumento funerario de la masonería en la localidad ".

Características

Aragonés Machado cataloga a El Siglo como

" uno de los mejores periódicos editados en Cienfuegos por aquellos tiempos ".

Ninguna otra fuente bibliográfica consultada revela criterios diferentes a este. Lejos de ello la avalan. El estudio realizado a dicho órgano y la comparación con los ejemplares que de otros diarios del período se localizaron, confirman esa tesis.

Sánchez Gálvez considera que El Siglo cienfueguero tomó su nombre como remedo del de igual filiación política, del periódico habanero de igual denominación.

Los ejemplares consultados, todos correspondientes al segundo semestre de 1887, pertenecen al año II de su publicación. Durante ese semestre, el periódico circuló cumpliendo su condición de diario, excepto los domingos. Los números enmarcados entre el 146 y el 297, publicados entre el viernes 1 de julio y el sábado 31 de diciembre del ya mencionado año. No se lograron localizar seis ejemplares, tampoco se consiguió determinar razón alguna que posibilite concluir si el periódico fue censurado en esos días como era frecuente en esos años. Al respecto, sólo se publicó una nota aclaratoria, el lunes 26 de diciembre, justificando que la festividad del domingo 25, había hecho tomar feriado ese día. Hasta donde se logró comprobar, El Siglo no publicó noticias irracionales o falaces.

Se asume la clasificación de los periódicos ofrecida por Evelio Tellería Toca en su ya citado Diccionario periodístico. Se clasifica a El Siglo como un diario impreso, de tamaño o formato estándar, de circulación local y de ideología liberal. En él predominaban materiales de información y opinión, dirigidos a los intereses de un público amplio. Se editaba en un papel de calidad y contaba con cuatro páginas.

El estilo de escritura y los asuntos tratados en un numeroso grupo de los mejores artículos del periódico, que abarcan los más diversos temas, hacen coincidir al autor del presente trabajo con Sánchez Gálvez en que estos eran elaborados por su director.

Agenda temática

En cuanto a las temáticas aparecidas en el diario, es de señalar que en él se publicaron obras de poetas y escritores universales, nacionales y de la localidad. Valga mencionar como ejemplos entre ellos a Rubén Darío y a Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Se distingue la presencia en sus páginas de la obra de figuras locales, sin distingo de raza. Entre todas, destaca la escritora y publicista negra Úrsula Coímbra de Valverde, luchadora por los derechos de la mujer cubana, quien utilizara, al publicar en El Siglo, el seudónimo de Plácida. En contraste con la presencia de negros y mulatos en sus páginas, el tratamiento sobre las consecuencias de la abolición de la esclavitud en Cienfuegos no fue un tema que, con su actualidad entonces, ocupara al periódico en el año 1887. Al respecto, el órgano publicó en una sola ocasión algunos pensamientos relacionados con esa infamante práctica. Sí reconoció el papel de parte de la comunidad “de color” cienfueguera, agrupada en la sociedad El Progreso. Sin embargo, apoyó la creación de un cuerpo de voluntarios negros en Cienfuegos.

La infancia ocupó espacio en las páginas del diario. Preocupaba la instrucción y educación de los niños así como el cuidado de su salud. Ejemplo de ello fue su manifestación -en medio de una epidemia de viruelas sufrida en la ciudad-, porque los infantes se vacunasen antes que los adultos. Los comerciales y anuncios del diario daban a conocer la posibilidad de matricular a los niños en colegios de diversas tendencias -con la excepción de los pertenecientes a la Iglesia Católica.

El Siglo difundía los servicios de las empresas de la época y los productos ofrecidos por los negocios de la ciudad, la apertura de locales para almacenes y hoteles, las solicitudes y ofertas de empleo, las plazas vacantes, las salidas de vapores y ómnibus así como mensajes de particulares, de las autoridades nacionales y del gobierno local.

Marcadamente, el diario se preocupó por la situación social del país y la cienfueguera en particular, reflejando en él los idearios político-sociales de destacados intelectuales cubanos y locales. Así, por ejemplo, aparecieron en El Siglo artículos del médico cienfueguero Luis Perna de Salomó y del filósofo, sociólogo y pedagogo Enrique José Varona.

Caracterizó a El Siglo la reiterada publicación, íntegra, de muchos de los discursos de los principales representantes del Partido Autonomista. El periódico se hizo eco de noticias referentes al funcionamiento de este partido en Cuba y en la localidad. Como parte de su divulgación del ideario liberal reprodujo escritos de los liberales españoles acerca de la situación política de Puerto Rico, las relaciones entre España y Cuba y entre España y los Estados Unidos. Sobresale cómo, a tono con su difusión universal en esos años y muy particularmente en España, el ideal anarquista halló también lugar en él.

Una sección destacada en El Siglo lo fue la titulada Noticias Generales. En ella se abordaban informaciones internacionales, nacionales y locales. El periódico publicó noticias sobre avances científico-técnicos de relevancia universal, nacional y local. Divulgó trabajos periodísticos de diversos órganos de prensa del país y del territorio, incluso, contrarios al ideario político que defendía. El Siglo reprodujo artículos y noticias de otros diarios de la localidad y el país en su sección regular Revista de la Prensa.

Otra de sus secciones, Mesa Revuelta, abarcaba una gama amplia de cuestiones, tratadas de forma amena. Esta, en un desorden temático que hacía honor a su nombre, ofrecía poemas, carteleras culturales, sucesos deportivos, noticias internacionales, pensamientos, espacios satíricos, críticas periodísticas, anuncios y comerciales. Lugar preponderante ocupó en esta sección la crítica a penosas realidades de la localidad.

Entre las secciones con menor frecuencia de aparición, al menos en ese año, -fue publicada sólo durante los primeros días del mes de julio de 1887-, se encontraba De la Península. En ella el periódico informaba lo más trascendental acaecido en la metrópoli, con especial destaque a cuanto se refería a las relaciones entre España y Cuba.

Por su parte, la sección Folletín la ocupaban artículos y crónicas de tendencia e ideas librepensadoras, a favor del laicismo y el anticlericalismo. Dentro de ella se agruparon subsecciones como Propaganda Benéfica -que aparecía de martes a sábado-, y Fraterna Dominical -ésta los lunes. Ambas se dirigían a desenmascarar lo que consideraba el peligroso accionar de la Iglesia Católica y los jesuitas en la ciudad y el mundo. Utilizando los recursos de la ironía y la sátira, la sección abordaba problemáticas muy candentes en la localidad sobre el uso del cementerio y la labor educacional de las órdenes religiosas de la Iglesia Católica. Trabajos de ese corte, aunque en menor cuantía, aparecían también en la sección Mesa Revuelta.

El diario reflejó meticulosas crónicas deportivas, plenas de datos inéditos hasta hoy, de las que no se hallaron similares en las búsquedas realizadas en la historiografía regional y nacional ni en otros órganos de prensa cienfuegueros del período.

Fuentes

  • Aragonés, A. El periodismo en Las Villas.- Cienfuegos: Imprenta Casas, 1953
  • Edo, E. Historia de Cienfuegos y su jurisdicción.- La Habana: Ucar García y Cía, 1943.
  • Bustamante, L. J. Periódicos y Revistas de Cienfuegos (1845-1940).- Cienfuegos: Imprenta La Moderna, 1940.
  • El Siglo (Segundo semestre de 1887)
  • Rousseau, P. Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y la fiesta del primer centenario de la fundación de esta ciudad. 1818 – 1919.- La Habana: Establecimiento Tipográfico El Siglo XX, 1920.
  • Morales F. “Periódicos de Cienfuegos en el siglo XIX”. Ariel (Cienfuegos). V, (1): 52, 2002.
  • Gálvez Sánchez, S. La Logia Fernandina de Jagua 1878-1902. Un estudio de caso/ Samuel Sánchez Gálvez; Eduardo Torres-Cuevas tutor.- UCF (Cf), 2010.
  • Gálvez Sánchez, S. Martí ciñó el mandil. Prueba documental de su filiación masónica.- La Habana: Ediciones Bachiller y Morales, 2007.
  • Tellería, E. Diccionario Periodístico.- Santiago de Cuba: Editorial Oriente, 1986.- p, 223.