Tesoro Imperial de Japón

Tesoro Imperial de Japón
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Concepto:Tres objetos antiguos, considerados reliquias sagradas para los habitantes de Japón.

Tesoro Imperial de Japón. Con este título se nombra a tres objetos antiguos, considerados reliquias sagradas para los habitantes de Japón, conformados por una espada, un espejo y una joya o collar de joyas.

El Tesoro Imperial

El Sanshu no Jingi conocido también como Los Tres Tesoros Sagrados de la familia Imperial o Regalía Imperial, consisten en:

Cada uno representan a las tres virtudes primarias del Japón:

  • el valor (la espada)
  • la sabiduría (el espejo) y
  • la benevolencia (la joya).

Estos elementos están conectados al ideal budista.

El mito creacionista de Japón

Según la religión sintoísta, Amaterasu es hija de Izanagi e Izanami, dos deidades primordiales que son consideradas las responsables de la creación de las islas de Japón. Amaterasu tuvo un nieto llamado Ninigi-no-Mikoto, quien se convertiría en rey del mundo terrenal. Amaterasu lo envió para pacificar Japón y le dio tres objetos mágicos o tres regalos celestiales para ayudarle en su tarea.

Jimmu, el primer emperador nipón

Fue el bisnieto de Ninigi, Jimmu, quien se convirtió en el primer emperador de Japón en el año 660 a. C. La actual Familia Imperial defiende que es descendiente del Emperador Jimmu, y por lo tanto, descendiente directamente de la diosa del sol Amaterasu. Se supone que Ningi dio los Tres Tesoros Sagrados a Jimmu, y de ahí se han ido pasando de generación en generación y son los objetos que legitiman a la Familia Imperial.

Las Cortes del Norte y del Sur

Durante un tiempo en el siglo XIV hubo “dos familias imperiales”, las dinastías norte y sur. De manera muy resumida, en 1246 el Emperador Go-Saga (1220-1272) abdicó en favor de su hijo Go-Fukakusa (1243-1304). Pero trece años después le presionó hasta conseguir su abdicación en favor de su hermano menor, Kameyama (1249-1305). Tras la muerte de Go-Saga se establecieron dos líneas sucesorias a partir de sus dos hijos y se elegía a cada nuevo emperador de forma alternativa entre ambas líneas.

Este sistema era insostenible a largo plazo y en un momento los samuráis decidieron dejar una única línea como sucesora. Obviamente a la otra línea imperial esta decisión no le gustó y se revelaron. Los samuráis primero dieron apoyo a unos, luego cambiaron y dieron su apoyo a los otros, para finalmente darle su apoyo nuevamente a los primeros.

Al final la corte “legítima” o apoyada por la clase samurái era la Corte del Norte. Sin embargo la linea que fue expulsada, la Corte del Sur, defendía que ellos eran la corte legítima ya que tenían los Tesoros Imperiales. Aseguraban que al rendirse habían entregado una copia, y no los originales.

La ceremonia de entronización: de Príncipe a Emperador

El instante exacto en que los príncipes se convierten en emperadores es cuando reciben los Tesoros Sagrados. Se hace en una ceremonia a la que solo tienen acceso algunos sacerdotes mayores, políticos destacados y miembros varones de la Familia Imperial. Dicha ceremonia es de los pocos momentos en el que los tres objetos están juntos. Por seguridad, se suelen guardar por separado en tres lugares diferentes del archipiélago japonés.

La ubicación de los Tesoros Imperiales

Debido al estatus legendario de estos objetos, la ubicación exacta de los mismos no está confirmada. Sin embargo, es de conocimiento popular que la espada se encuentra en el Templo Atsuta en Nagoya, la joya en Kōkyo (el Palacio Imperial) en Tokío y el espejo en el Santuario de Ise en Mie.

La espada perdida

Sin embargo, se cree que la espada es una reproducción. Durante las Guerras Genpei en 1185 que enfrentó a los clanes Taira y Minamoto, los Taira huyeron hasta la isla de Shikoku. Allí se habían hecho fuertes gracias a su superioridad naval pero estaban arrinconados. Ante la llegada de los Minamoto, los Taira decidieron huir por mar, llevando con ellos al Emperador Antoku, de 6 años de edad. Frente a la costa de una pequeña villa llamada Dan-no-Ura, los Taira fueron derrotados. Muchos de ellos decidieron suicidarse antes de ser asesinados o capturados por los Minamoto, entre ellos la abuela del emperador. Se lanzó al mar llevándose a su nieto y los Tesoros Imperiales con ella. Según el relato, el espejo fue recuperado al momento y la joya fue recuperada poco después por los buceadores. Pero la espada se perdió para siempre.

Siguen las leyendas

Hay una serie de textos medievales relacionados con la pérdida de la espada con diferentes teorías, como que la actual es una réplica, o que la espada perdida en el mar era una réplica y la auténtica no se perdió, o incluso que la espada fue devuelta a tierra por fuerzas divinas sobrenaturales. Aún hoy en día muchos en Japón piensan que los tres Tesoros Imperiales poseen un poder divino. Otros "piensan en ellos más como adornos, algo así como lo que son las coronas en otras monarquías".

Véase también

Fuentes

Bibliografía

  • López-Vera, Jonathan. “Historia de los samurais”
  • López-Vera, Jonathan. “El periodo Kamakura (1185-1333), primer gobierno samurai” en HistoriaJaponesa.com, 2013.
  • López-Vera, Jonathan. “La Restauración Kenmu (1333-1336)” en HistoriaJaponesa.com, 2015.
  • López-Vera, Jonathan. “Primera mitad del periodo Muromachi (1336-1467)” en HistoriaJaponesa.com, 2016.
  • López-Vera, Jonathan. “Las Guerras Genpei (1180-1185), los samurais llegan a la historia japonesa” en HistoriaJaponesa.com, 2013.