Amolita

Amolita
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Concepto:Piedra semipreciosa de color gris a marrón, con iridiscencias en algunas ocasiones.

Amolita. Es una gema orgánica rara y valiosa. Está formada por las conchas fosilizadas de los ammonites, constituidos principalmente por aragonito, el mismo mineral del que están formados las perlas nacaradas. Es una de las tres gemas biogénicas, junto al ámbar y la perla.

Historia

La Ammolita son los restos mineralizados de la amonita, el predecesor del nautilo. Esta criatura nadó los océanos desde el Paleozoico hasta el final del Cretácico hace 65-70 millones de años; esta tenía enrollados caparazones con cámaras que se llenaban de gas y proporcionaban tanto flotación como propulsión en el agua. Aunque las amonitas fosilizadas se encuentran por todo el mundo, las ammolitas con colores iridiscentes de calidad sólo se encuentran en el sur de Alberta, Canadá y sólo el 5% de este material genera actualmente una piedra de calidad.

Propiedades

La composición química de la ammolita es variable, y además del aragonito puede incluir calcita, sílice, pirita y otros minerales. La concha en sí misma puede contener algunos elementos a nivel de traza, entre ellos aluminio, bario, cromo, cobre, hierro, magnesio, manganeso, vestroncio, vtitanio y vanadio.

  • Cristalográficamente es ortorrómbica.
  • Su dureza Mohs varía entre 4,5 y 5,5, bastante blanda para ser una gema.
  • Su densidad relativa es de 2,6-2,8.
  • El índice de refracción de la ammolita canadiense (en la línea del sodio, 589,3 nm) es co-mo sigue: α 1,522; β 1,672-1,673; γ 1,676-1,679; negativa biaxial.
  • Bajo luz ultravioleta, puede presentar fluorescencia de color amarillo mostaza.
  • Fórmula química: carbonato de calcio (CaCO3); 3-4% de huellas minerales variables).
  • Color: iridiscencia gris-marrón, multicolor
  • Escisión: Pinacoidal
  • Transparencia: opaco
  • Lustre: grasiento a aburrido; vítreo a resinoso

Características

Las mejores muestras presentan un juego de color iridiscente opalino, con tonos verdes y rojos; de todas formas pueden presentarse todos los colores del espectro visible. La iridiscencia se debe a la microestructura del aragonito: al contrario que muchas otras gemas, cuyos colores provienen de la refracción de la luz, en la ammolita sus colores provienen de la interferencia de la luz que rebota en alguna de sus muchas capas de material apiladas que forman el aragonito.

A mayor espesor, los colores son más rojizos y verdosos, y con menores espesores predominan los azules y los violetas. Los rojos y los verdes son los colores que se presentan más frecuentemente, debido a que los espesores finos son más frágiles y por tanto menos frecuentes. Recién minadas, los colores no son especialmente llamativos; éstos aparecen tras un proceso de pulido y otros tratamientos, los cuales muestran la ammolita en todo su esplendor.

La ammolita en sí misma es una delgada capa, de unos 0,5-0,8 mm de espesor. En raras ocasiones se presenta sin su matriz, generalmente un esquisto de color gris a marrón, arcilla calcárea o piedra caliza. La llamada "escarcha pulverulenta" es bastante común; al estar expuesta a los elementos y a las fuertes presiones compresivas, la ammolita se fragmenta en copos, y una exposición prolongada a la luz solar puede blanquearla. La rotura da como resultado una apariencia teselada, descrita a veces como "piel de dragón" o "vidriera".

La ammolita minada de depósitos más profundos puede aparecer completamente lisa o con una superficie ondulada. En ocasiones pueden recuperarse caparazones de ammonites completos y bien conservados: las cámaras del caparazón aparecen bien definidas, y la forma puede recordar a la de un nautilus. Mientras que este tipo de caparazones pueden tener hasta 90 cm de diámetro, los ammolites iridiscentes son mucho menores. La mayoría de las conchas fosilizadas tienen el aragonito pseudomórficamente reemplazado por calcita o pirita, haciendo que el ammolite sea particularmente raro.

Propiedades curativas

Comparado con otras gemas, la ammolita tiene una historia de uso muy reciente; no empezó a interesar a la sociedad occidental hasta los años 1970, tras irrumpir en el mercado en 1969. La tribu Blackfeet se refiere a la ammolita como inikism, "piedra de búfalo", y la han usado como amuleto, concretamente como ayuda en la caza del búfalo, y para rastrearlos a largas distancias. También creen que tiene propiedades curativas y la utilizan en sus ceremonias.

A finales de los años 1990, los practicantes de Feng shui empezaron a promocionar la ammolita como gema "activa", con propiedades desintoxicantes y que refuerza el bienestar y el chi. Llamada "séptima piedra coloreada de la prosperidad", cada color influye a los practicantes de Feng Shui de una manera diferente. Una combinación de rubí rojo, esmeralda verde y ámbar amarillo es sinónimo de crecimiento, sabiduría y riqueza, respectivamente.

Joyería

La ammolita se usa en ocasiones en gemas pulidas (cabochon) y montadas en oro, con diamantes como realce. Debido a su delicadeza, se usa más en colgantes, pendientes y broches. En anillos, se le incorpora una capa protectora, normalmente de espinela. Las ammolitas pequeñas bien pulidas también se usan montadas. Para su limpieza debe usarse únicamente un jabón suave y agua caliente, desaconsejándose el uso de ultrasonidos. El mayor consumidor de ammolita es Japón.

Su uso podría deberse a que se utiliza como imitación del cada vez más raro ópalo negro, o en su uso por los practicantes de Feng Shui. Otros mercados importantes son Canadá, donde la trabajan artesanos que la venden a los turistas del Parque nacional Banff y también se usa en alta joyería. Otro mercado está situado en el sudoeste de los Estados Unidos, donde la utilizan los arte-sanos Zuni y de otras tribus nativas norteamericanas.

Tratamientos

Aunque están totalmente fosilizadas y no contienen agua (por tanto no pueden deshidratarse, caso del ópalo), las condiciones ambientales pueden dañarla. Además, que se presente en capas finas y frágiles es problemático; por esto, suelen impregnarse con resinas epoxi transparentes y otros tipos de resinas para estabilizarla antes de su corte, además la capa de epoxi, muy dura, impide que se raye o se fragmente con posterioridad. Aunque las texturas fragmentadas no se pueden reparar, el epoxi previene mayores grados de fragmentación. El proceso de impregnación ha sido desarrollado por Korite, en colaboración con el Consejo de Investigaciones de Alberta.

Las primeras gemas impregnadas llegaron al mercado en 1989, permitiendo una mayor disponibilidad comercial. Ya que la ammolita tiene grosores inferiores al milímetro, muchas gemas son en realidad gemas compuestas, con la capa de ammolita adherida a un sustrato fijador más oscuro. Éste sustrato puede ser la matriz o la roca madre, pudiéndose emplear también ónix o vidrio negro. Si la capa de ammolita es extremadamente fina, se usa un tercer componente (triplete): una capa transparente convexa que "tapa" la ammolita. Ésta tercera capa puede ser es-pinela sintética, corindón sintético o cuarzo sintético, o incluso vidrio en los tra-tamientos de menor calidad. La tapa sintética puede actuar como una lente, aumentando su brillo iridiscente.

La detección de estas gemas compuestas es simple: mediante una lupa y a simple vista. Sin embargo, en las joyas donde el borde está oculto la cosa no es tan sencilla. Los tripletes se pueden identificar viendo la gema de perfil, donde se aprecia una capa convexa transparente sin brillo cromático. Si dicha tapa está hecha de vidrio, pueden apreciarse burbujas, ondulaciones y rayas. A mayor dureza de material, menos rasgos se pueden ver. Aunque la gran mayoría de las gemas comerciales están tratadas, una pequeña fracción no necesitan otro tratamiento excepto el pulido y el corte. Lo ideal es que se informe al comprador de todos los tratamientos por los que ha pasado la gema.

Formación y localización

La ammolita proviene de las conchas fósiles de ammonites en forma de disco del Cretácico superior, típicamente las especies Placenticeras meeki y Placenticeras intercalare, y en menor grado de los baculites Baculites compressus. Los ammonites, antes de extingurse, fueron cefalópodos (del griego κεφαλή (kephalé), "cabeza" y ποδός (podós), "pie" ) que habitaron las aguas tropicales en el Mesozoico, coétaneos de los dinosaurios. Los ammonites que han dado lugar a la ammolita habitaron los mares internos subtropicales que bordeaban las Montañas Rocosas, zona conocida hoy como "Mar Interior Norteamericano".

Cuando dicho mar desapareció, los ammonites fueron sepultados y comprimidos bajo capas de sedimento bentónico. Éste sedimento conservó el aragonito de las conchas, impidiendo su transformación en calcita. Mediante diagénesis, dichas conchas se impregnaron de elementos traza presentes en los sedimentos, mayoritariamente hierro y magnesio, los cuales le dan a la ammolita su predominancia de colores verdes.

Sólo hay depósitos significativos de ammolita en la Formación de Bearpaw, que se extiende desde Alberta hasta Saskatchewan, en Canadá, y hasta el sur de Montana en los Estados Unidos. La de mejor calidad se puede hallar a lo largo de los ríos más energéticos que discurren a lo largo de las faldas de las Rocosas, en el sur de Alberta. La mayoría de las explotaciones comerciales se han llevado a cabo a lo largo de los bancos del río Lehigh, entre las ciudades de Summit Hill y Lethbridge.

Aproximadamente la mitad de los depósitos caen dentro de la reserva Kainah, y sus habitantes participan notablemente en tareas mineras. Korite International, la mayor explotadora comercial de ammolita, ha trabajado principalmente dentro de dicha reserva, desde su fundación en 1979. Korite mantiene un acuerdo con la tribu Kainah, mediante el cual les paga royalties dependiendo de la superficie minada.

Fuentes

  • Artículo [1]. Disponible en “vikingogems.com”. Consultado: 29 de octubre de 2017.
  • Artículo [2]. Disponible en “gemselect.com”. Consultado: 29 de octubre de 2017.