Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino

Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino
Información sobre la plantilla
Estadio Nac.JPG
Conocido:Estadio Nacional de Tegucigalpa
Localización:Tegucigalpa, Bandera de la República de Honduras Honduras
Detalles
Capacidad:35.000 espectadores

Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino. Más conocido como Estadio Nacional de Tegucigalpa, es uno de los escenarios deportivos más importantes de Honduras.

Localización

Se encuentra localizado en el Departamento Francisco Morazán, Tegucigalpa, Honduras.

Historia

Se inauguró hace 55 años en una planicie que a manera de grada descendía desde el Juana Laínez formando la parte alta del barrio Morazán y los campos del Birichiche hasta caer en la hondonada que se desliza hacia la vega del Río Grande conocida como La Isla.

Antes de construirse el Estadio Nacional de Tegucigalpa, los deportistas capitalinos jugaban al fútbol y al béisbol en las canchas conocidas como, el campo España en las proximidades de San Felipe donde hoy está el Instituto del Tórax, en el campo Imperial donde hoy se levanta la Nunciatura Apostólica, la residencia que construyó el doctor José T. Mendoza y un proyecto habitacional llamado colonia Altos de Palmira, en la cancha de El Chile, en La Isla, en el Birichiche, en La Bolsa, en el campo del "Nueva Era" donde hoy está el edificio de Banadesa, en la cancha de El Prado a orillas del río San José que hoy ocupa un sector de la vía conocida como el boulevar Kuwait, el campo Motagua bajo el Puente Mallol y en la cancha de Viera al costado norte del Seminario Mayor donde en la actualidad funciona la Universidad Católica. Norte del Seminario Mayor donde en la actualidad funciona la Universidad Católica.

Tegucigalpa era la única capital centroamericana que no contaba con instalaciones deportivas adecuadas porque en El Salvador ya se había levantado el Flor Blanca, en Costa Rica el Estadio La Sabana, en Nicaragua el parque de béisbol que se bautizó con el nombre de Anastasio Somoza García y Guatemala construía su estadio olímpico para ser escenario de los Juegos Centroamericanos de 1950 (el Mateo Flores).

Un grupo de entusiastas deportivas de la capital encabezados por don Esteban Díaz, presentaron la idea al gobierno del doctor y general. Tiburcio Carías Andino en el año 1946 y la iniciativa de ley la introdujo al Congreso Nacional el Ministerio de Educación Pública a cargo del profesor Ángel G. Hernández para emitir el decreto correspondiente y se asignara la partida presupuestaria para la construcción del Estadio Nacional.

Aprobado el Decreto por el Poder Legislativo presidido por el abogado Plutarco Muñoz P., se encargó el diseño de los planos al arquitecto Francisco Prats V. y las obras de ingeniería a los profesionales Luis Ulloa y Rafael Blanco iniciándose las mismas a finales de ese mismo año porque se avecinaba el término del gobierno y querían dejarse, junto a la Terminal Aérea de Toncontín, como obras significativas de la administración. El Estadio fue concebido para que en él se jugara al béisbol y al fútbol y se dejó alrededor del engramillado una pista para competencias de atletismo, que sirviera además, para el desarrollo de desfiles cívicos. El diamante para la práctica del béisbol se instaló en la parte norte y la meta de ese sector para jugar al fútbol era desmontable.

La moderna instalación comprendía una gradería preferencial al costado poniente, con un voladizo de cemento y hierro a manera de medio techo para dar sombra en horas del mediodía y tarde, una gradería popular al costado oriental sin techo y otra en el costado norte para acomodar a los aficionados al béisbol. Se instalaron vestidores para los deportistas con sus respectivos baños, servicios sanitarios bajo de las dos graderías para uso del público y se dejaron espacios para oficinas administrativas en el sector occidental de la sólida edificación de cemento y hormigón.

Vista del Estadio

El Estadio Nacional se inauguró el 15 de marzo de 1948 en una ceremonia que presidió el titular del Poder Ejecutivo doctor y general Tiburcio Carías Andino acompañado por su gabinete de gobierno y altos funcionarios de su administración. El primer juego que se realizó minutos después de la inauguración fue protagonizado por el equipo Almendares campeón del béisbol cubano dirigido por Sungo Cabrera y el seleccionado nacional a cargo de otra gloria de la pelota chica antillana, Isidro "El Papi" Fabré.

Recordamos en la novena hondureña a jugadores como "El Choco" Girón, "Chiquirín" García padre, Zacarías Arzú, "El Pájaro" Morazán, "Canana" Sandoval, Huwie Rivera y los jóvenes valores de aquel tiempo como Virgilio Navarro, Alejandro Buck, Roberto Valenzuela Roberts, Alfredo Lara López, Hugo Recinos, Buenaventura Zepeda, Chito y Lempira Reina.

Por la tarde, el seleccionado de fútbol de Honduras abrió una serie en la que participaban los equipos nacionales de Guatemala, El Salvador y Costa Rica. En el conjunto nacional dirigido por el técnico argentino Pedro Biondy, destacaban entre otros, Zacarías Arzú puntero izquierdo, quien en la mañana había vestido la franela de beisbolista, Raúl Barahona (Joyo Chele), Armando Sosa (Majoncho), Rodolfo Godoy (Popo), Jacobo Godoy (El Tico), Rigoberto Castro (El Coyote), Alfonso "Foncho" González, Cara de Hacha Bandy, Julio Najarro, Peyito Velásquez y otras estrellas del balompié hondureño.

El Estadio lucía majestuoso adornado con las banderas de los países visitantes y remataba las instalaciones deportivas, una preciosa fuente que se construyó en la parte frontal en un parque que se habilitó al costado norte donde en la actualidad se destina para estacionamiento y los fines de semana como mercado de mayoreo y para completar el complejo deportivo, un monumento construido en la cima del collado capitalino conocido como el Juana Laínez que don Paco Prats (1944-2020) diseñó como un concepto modernista con dos de los aros olímpicos.

Originalmente la idea estaba encaminada a dedicar el monumento al deportista hondureño, pero a medida que se construía surgieron las especulaciones y unos decían que como el estadio no tenía iluminación, aquella mole de cemento era un enorme candelero donde se iba a colocar un inmenso cirio que daría luz suficiente para alumbrar la cancha en horas de la noche. Otros, políticos adversarios al régimen de Carías, decían que el Monumento por su forma estaba dedicado a los agentes de inteligencia y seguridad del gobierno a los que se les conocían como los "orejas". Al final, en una comisión que se formó para darle el nombre al simbolismo de la cumbre del Juan Laínez, el periodista Fernando Zepeda Durón sugirió que se le llamara Monumento a la Paz, nombre que todavía conserva.

Políticos interesados

En 1949, en el gobierno del doctor Juan Manuel Gálvez, se instaló el sistema del alumbrado eléctrico colocando las torres en los laterales con los poderosos reflectores dirigidos a la cancha y el primer juego nocturno se celebró entre el afamado equipo Porto Alegre de Brasil y el Seleccionado Nacional de Honduras que ya estaba a cargo del técnico carioca Pedro Celestino Dacunha.

El estreno de la iluminación artificial del estadio capitalino se hizo en un acto al que acudió el presidente Gálvez que realizó el saque de honor y el plantel de los jugadores catrachos lo integraban Clive Garbut, Nelly Sosa, Ramiro Godoy, Pacheco Molina, Joyo Barahona, Peyito Velásquez, Pito Castro, Coyote Castro, Cucú Westby, Popo Godoy, Majoncho y Armando Doblado. El primer gol en horas de la noche lo anotó el brasileño Geada y el tanto hondureño le correspondió a Peyito Velásquez. El juego finalizó 2x1 a favor del Porto Alegre.

Por muchos años el Estado Nacional conservó el aforo que se le había dado desde su construcción en 1948 y en la década de los cincuenta se le agregó una gradería en el sector sur para cerrar el óvalo deportivo y darle más capacidad de recibir aficionados, se habilitó una cafetería y se efectuaron otras remodelaciones una vez que se eliminó la cancha para jugar al béisbol cuando se habilitó el Parque de Pelota "Lempira Reina-Zepeda" en el extremo norte del Birichiche.

Toma de posesión presidencial

Por su capacidad, se ha utilizado como escenario de las tomas de posesión presidenciales en 1957 del doctor Ramón Villeda Morales, en 1971 del doctor Ramón E. Cruz, en 1982 del doctor Roberto Suazo Córdova, en 1986 el ingeniero José Azcona Hoyo, en 1990 el licenciado Rafael Leonardo Callejas, en 1994 el doctor Carlos Roberto Reina, en 1998 el ingeniero Carlos Roberto Flores y en el 2002 el licenciado Ricardo Maduro A. mediados de los años setenta, el entonces jefe de Estado general Juan Alberto Melgar Castro, creó la Comisión Nacional Pro Instalaciones Deportivas (CONAPID) y como amante de los deportes emprendió las tareas de remodelación y ampliación del Estadio Nacional, alzando las graderías con sistemas pretensados, construyendo los palcos preferenciales, extendiendo el sector de las cabinas de transmisión, amplió y mejoró el sector de silla, cambió el sistema de iluminación y lo dejó como está en la actualidad sirviendo como uno de los principales escenarios del fútbol en Honduras.

El Estadio Nacional de Tegucigalpa ha sido el marco esplendoroso de las grandes hazañas de nuestros deportistas y la grama que se ha regado con las lágrimas de la derrota. Su historia está escrita en más de medio siglo deportivo, donde descollaron y lo siguen haciendo los grandes jugadores; donde se ha escuchado el griterío y los aplausos de los aficionados, donde antaño, árbitros como Valentín Bonilla, Silverio Henríquez, Peyo Rivera, Aristóteles Gómez, Rubén Pinel, Gabriel Sánchez, Marco Tulio Cárcamo, Donaldo Castillo y otros uniformados de negro impartieron con sus silbatos la justicia deportiva.

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