Guinda

Guinda
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae

Guinda. Fruto semicircular, pequeño, con un color rojo intenso y sabor dulce conocidas también como cerezas o denominadas griottes en Francia, poseen propiedades antiinflamatorias, desintoxicantes y remineralizantes.

Origen

El origen de estas frutas se sitúa en el Mar Negro y en el Mar Caspio, difundiéndose después hacia Europa y Asia, por medio de las aves y las migraciones humanas. En la actualidad, el cerezo se cultiva en numerosas regiones y países del mundo con clima templado, siendo los países de mayor producción Rusia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y España. Las cerezas y las guindas son frutas de verano, aunque podemos disfrutar de su agradable sabor desde finales de abril (las más tempranas) hasta mediados de agosto.

Características

La guinda es el fruto carnoso del guindo o del cerezo común. Su piel es de color rojizo y negruzco, tiene forma redondeada y presenta una depresión en el ápice. Es de pequeño tamaño 2 centímetros de diámetro, contiene un pequeño hueso en su interior y presenta un tallo algo más corto que el de las cerezas. Las guindas no continúan madurando tras su cosecha, son un alimento no climatérico, por lo que resulta indispensable que alcancen el punto óptimo de maduración en el árbol. La aspereza de su piel hace que en cocina se utilicen confitadas.

  • Forma: son drupas, de forma redondeada, globosa o con figura de corazón. Poseen un hueso globoso y casi liso.
  • Tamaño y peso: su tamaño oscila según la categoría comercial entre los 13 y los 20 milímetros y tienen un diámetro aproximado de 2 centímetros y un peso de 6-9 gramos.
  • Color: presenta colores que varían entre el morado oscuro o negro, tonos cremas más pálidos con un ligero rubor rosado y el rojo, en función de la variedad
  • Sabor: dulce y jugoso o agrio, sobre todo apreciable en las guindas. Las cerezas para transformación se pueden recolectar mecánicamente mientras que las destinadas al consumo en fresco se recolectan a mano. Se recogen lo más maduras posibles porque el azúcar no aumenta después de la recolección, son frutas no climatéricas

Variedades

Algunas de las variedades más significativas de guinda se encuentran en las zonas septentrionales de Europa y reciben los nombres de Richmond, Montmorency y Morello. Las variedades más conocidas se dividen en cerezas dulces Prunus avium o agrias Prunus cerasus. Dentro de la especie Prunus también se encuentra la Prunus avium o cereza, muy similar a la guinda pero de sabor dulce y tonalidades de rojo rubí. Entre éstas destaca el cultivo de las variedades Napoleón (especialmente producida en España como fruta de mesa), Tártara negra, Ambrunesa, Burlat, Starking, Summit, Vittoria, Lapins, Sandy y Picota. Se introdujo en Europa desde el Cáucaso, desde donde los pájaros transportaron su semilla. Las variedades agrias son frutas oscuras de tallos cortos, denominadas griottes en Francia o guindas en castellano. En ocasiones resultan tan agrias que no pueden comerse. Son pequeñas y redondas y ofrecen un color que oscila del rojo oscuro hasta el negro. Hoy en día se cultivan también las cerezas híbridas, con unas características similares a la cereza común, de color negro o rojo oscuro pero con el sabor acidulado de la guinda.

Cultivo

Planta de guinda o cereza

El guindo es un árbol con buen rendimiento en cualquier región que goce de un clima templado y altitud máxima de 500 m.s.n.m. Es una especie que tolera muy bien el frío, aunque cuando los valores térmicos bajan de los 0ºC sufre daños en sus flores (florece en primavera).

Tres meses después de la floración aparecen los frutos, ya con temperaturas más cálidas, aunque un cambio brusco en estas fechas puede dar al traste con la cosecha. Necesitan unos valores de precipitación que ronden los 1.200 mm/año, pero nunca en proporciones excesivas durante la maduración del fruto, ya que es posible que se agriete su piel tras hincharse el fruto. El sustrato idóneo para el cultivo del guindo es aquel que le proporciona buen drenaje y aireación, suelos pesados situados en suaves laderas de montañas o secanos relativamente frescos. Las guindas se recolectan cuando la mayor parte de su superficie presenta tonalidades de un rojo intenso, siendo recogidas junto a su pedicelo (péndulo que la sujeta al tallo), evitando así su rápida pudrición.

Producción actual

La producción de guindas actual permanece centrada principalmente en Norteamérica y los países del norte de Europa. En el Viejo Continente Polonia, Hungría y Alemania se reparten prácticamente el 87% de la producción (más de 270.000 toneladas). También se dan plantaciones en la Península Ibérica existen producciones tradicionales en Extremadura, Andalucía y el valle del Ebro. En la región de Murcia, en los primeros años del siglo XXI se contabilizan en un mismo grupo las producciones de guindos y cerezos, alcanzando una media anual de 650 toneladas.

Propiedades nutritivas

Es una fruta de gran aceptación, muy atractiva para los niños, cualidad por la cual se puede destacar como modelo para la educación de los hábitos alimenticios de los más pequeños, incentivando así el consumo de este grupo tan importante de alimentos ya que posee propiedades nutricionales para el organismo, El componente mayoritario de la guinda es el agua, proporcionando escasos niveles de calorías y un alto porcentaje de fibra e hidratos de carbono, en concreto fructosa. Los minerales presentes en la guinda son el potasio, magnesio y calcio, como su aporte de vitamina A y C, lo que estimula la producción de colágeno para favorecer la humectación y suavidad de la piel. Además, por su contenido de caroteno ayuda a obtener un bronceado óptimo. También erradica la formación de celulitis y varices, ya que estimula la circulación de los vasos sanguíneos. Sin dejar de lado su ayuda en la desinflamación, pues su aporte de agua ayuda a eliminar toxinas. La guinda también es un alimento rico en fibra, por ello da gran saciedad, lo cual le hace parte fundamental de la dieta diaria, principalmente cuando se busca llegar a un peso ideal.

Composición nutricional

Propiedades para la salud

Las guindas han sido usadas por la medicina alternativa como remedio para la gota, porque se cree que disminuyen los niveles de ácido úrico en sangre. Este efecto antiinflamatorio se debe al contenido de compuestos fenólicos que tienen un potente efecto antioxidante. El principal compuesto fenólico presente en las guindas son las antocianinas. Cuanto más oscura sea la guinda, mayor es el contenido de antocianina. Las cerezas tienen un elevado contenido en antocianos y ácido elágico, de acción antioxidante y antiséptica; para combatir infecciones. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los denominados "radicales libres". Por su abundancia de potasio, el consumo de guindas se ha de hacer con moderación en caso de insuficiencia renal, en la que el aporte de potasio está restringido. Sin embargo, por su alto contenido en agua y potasio, posee un efecto diurético beneficioso en caso de hiperuricemia o gota y litiasis o cálculos renales (facilitan la eliminación de ácido úrico y sus sales), hipertensión arterial u otras enfermedades asociadas a retención de líquidos. También conviene su consumo cuando se emplean diuréticos que eliminan dicho mineral, y en caso de bulimia debido a los episodios de vómitos autoinducidos que originan grandes pérdidas. Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en las personas que tienen diabetes. No obstante, las cerezas más tardías tienen mayor contenido en azúcares por lo que las personas con diabetes y quienes llevan a cabo regímenes para perder peso deberán tener en cuenta la ración de consumo. Aportan vitamina A y C en poca cantidad y potasio. Además aporta un tipo de fitoquímico que contribuiría al buen funcionamiento del cerebro, a mantener el sistema de defensas y neutraliza los radicales libres.

Uso en la cocina

Guindas en almibar

Debido a su sabor ácido se las suele emplear fundamentalmente en la elaboración de conservas -embadurnadas de un almíbar ligero elaborado con agua y azúcar- pero también se las consume frescas. En concreto, las guindas confitadas se utilizan tanto en repostería como en la decoración de postres y como acompañamiento de bebidas como el mosto o el vermout. Se pueden consumir desde frescas, como postre o en tartas, mousses y sorbetes, o bien confitadas o como relleno de bombones. En algunos países como Francia o Inglaterra se usan mucho en la confección de condimentos para acompañar la caza, el cerdo y las aves.

Las que están destinadas a cocción, se preparan retirando sus huesos con un deshuesador. Si se exprimen demasiado al deshuesarlas pueden perder mucho zumo. En algunos países como Francia o Inglaterra se usan mucho en la confección de condimentos para acompañar la caza, el cerdo y las aves. Las cerezas flameadas con una salsa de brandy y vertidas sobre un helado de vainilla forman el conocido postre llamado Cherries Jubilee. Las guindas confitadas se utilizan en la Región de Murcia como componente y decoración en la ensalada de Nochebuena, típica del Valle del Guadalentín, la tarta de manzana con piñones, y acompañando a la piña y el melocotón en almíbar, postre típico de las fechas navideñas. Las mermeladas o compotas de guindas añaden su sabor único a yogures, tartas, mousses, sorbetes, helados o bollería. Además también son frutas con las que se elaboran deliciosos licores (kirsch Alemán), aguardientes y otras bebidas como zumos o refrescos.

Cómo elegirlas y conservarlas

En el mercado se deben elegir las frutas de un color rojo oscuro o negro vivo, según la variedad. Las carnosas siempre son las mejores. Deben estar limpias y tener una piel firme, brillante, entera y sin roturas ni imperfecciones. Sus tallos deben ser verdes y frescos. Conviene asegurarse de que el tallo esté bien unido al fruto y en el punto de unión de ambos no haya podredumbre o moho. También es importante que no tengan malformaciones (frutos dobles). Por lo general, son las cerezas de mayor tamaño las que mejor sabor ofrecen. En el caso de las guindas, las mejores son las redondas y pesadas, de color rojo claro o rosado amarillento. Una vez han alcanzado su punto de sazón conviene guardarlas en la nevera sin lavar ni tapar; de este modo se pueden conservar hasta dos semanas. Admiten la congelación, frescas o embadurnadas de un almíbar ligero, y al igual que las ciruelas son las variedades de cerezas y de guindas más oscuras las que mejor soportan la congelación.

Consejos

  • Se puede incluir a las guindas entre 5 porciones diarias de hortalizas y frutas recomendadas diariamente.
  • Una vez en casa conviene mantenerlas en la heladera lavadas y secas en una bolsa plástica, ya que de esta forma se conservan en perfecto estado hasta una semana.

Fuentes