Historia del municipio Bejucal (provincia Mayabeque)


Historia del municipio Bejucal (provincia de Mayabeque)
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Escudo de bejucal.jpg
Escudo del municipio Bejucal
Cronología
Época precolombina
Etapa colonial
Origen y causas de la fundación de Bejucal
Primeros pobladores
Ataque y toma de La Habana por los ingleses, su repercusión en Bejucal
Inauguración del primer ferrocarril cubano y latinoamericano
Surgimiento de las Charangas de Bejucal
Guerra de los Diez Años
Guerra de Independencia 1895-1898
Mambises destacados
Etapa neocolonial
Sistema educacional y el de sanidad pública en los albores de la República
Tornado de 1940 en Bejucal
Partido Socialista Popular (PSP), la Juventud Socialista y la Federación Democrática de Mujeres Cubanas (FMDC). Estructura y principales dirigentes
Lucha insurreccional. Dictadura de Batista (1952-1958)
Formación del Movimiento 26 de Julio (M-26-7)
Incorporación de bejucaleños al Ejército Rebelde
Revolución en el poder
Primeras transformaciones
Transformaciones sociales
Manifestaciones contrarrevolucionarias y respuesta revolucionaria
Consolidación de la Revolución
Materialización de la ayuda internacionalista
Batalla de Ideas y desarrollo del municipio

Historia del municipio Bejucal (provincia de Mayabeque) . La historia del municipio Bejucal comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio, el periodo colonial español, las luchas por la independencia, la etapa republicana o seudorrepública hasta llegar a la etapa revolucionaria con los logros sociales y económicos más importantes alcanzados en el territorio, donde se destacan centros científicos importantes y el primer ferrocarril de América Latina.

Sumario

Ubicación geográfica

Bejucal es uno de los once municipios de la provincia Mayabeque su extensión territorial es de 120,85 Km2 con una densidad poblacional de 215 habitantes por Km2.

Se encuentra al límite de la provincia Mayabeque con Artemisa, limita al norte con los municipios de Boyeros y Arroyo Naranjo, La Habana; por el sur con Quivicán, por el este con San José de las Lajas y al oeste con San Antonio de los Baños.

El municipio está clasificado como urbano-rural y estructurado en cuatro consejos populares: Bejucal Norte La Musicanga; Bejucal Sur Los Malayos, Cuatro Caminos-Buenaventura y Río Hondo-Caguazo. Tiene 34 circunscripciones electorales y 3 de ellas son independientes, Tirabeque 1, Tirabeque 2 y La Pita. En el territorio existen 15 asentamientos poblacionales dispersos en toda la periferia.

Época precolombina

Uno de los indicios que hizo pensar en la existencia de primitivos grupos humanos en la zona que hoy ocupa el municipio de Bejucal, fue la presencia de topónimos aborígenes: como Biajacas, [1] Babiney, [2] Caguazo [3] y Bejucal que es voz que se le daba al lugar donde abundaban los bejucos. Era el nombre de una hacienda de crianza donde se fundó en 1714 la Ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal.

Pero no fue hasta el año 1987 cuando se confirmó científicamente la vida de aborígenes en esta localidad, grupos humanos identificados como Cazadores, Pescadores o Recolectores, Preagroalfareros o Mesolíticos.

Esto fue posible gracias a los hallazgos reportados por el grupo espeleológico “Aguas Claras”, quienes mediante colectas superficiales y excavaciones obtuvieron numerosas evidencias correspondientes a la industria lítica y de la concha, hallazgos arqueológicos que confirman la huella de la comunidad aborigen en Bejucal.

A raíz de estos descubrimientos fueron localizados ocho áreas con presencia aborigen, cuatro en cuevas y cuatro a cielo abierto, todos con una gran similitud entre sí. Siendo identificados la Cueva “El Caracol”, Cueva “El Jagüey”, Cueva “El Mamey” y Cueva “La Trampa” así como los sitios “Santa Bárbara”, “Biajaca”, “La Ceiba” y “Govea”.

Las evidencias arqueológicas obtenidas en estas áreas con presencia aborigen fueron clasificadas por los especialistas del Departamento de Arqueología y Etnología de la siguiente forma:

  • Industria Lítica o de la Piedra. Fragmento de majador en basalto rojo, Morteros en basalto rojo, Percutores (o fragmentos de estos) en basalto rojo, Guijarros (o fragmentos de estos), Restos de taller y Lascas de sílex.
  • Industria de la concha. 31 cuentas de concha, discoidales y con perforación bicónica, Codakia orbicular, restos de concha utilizados como vasija, pico de mano elaborado en Strombus, Strombus gigas y Siguas.
  • Restos humanos. 6 piezas dentarias humanas, fragmento de mandíbula, fragmentos de cráneo humano sometido al fuego así como restos humanos correspondientes a tarsos y metatarsos.

Aseguran numerosos investigadores que estos aborígenes no tuvieron contacto con los conquistadores pues fueron desplazados hacia las regiones más occidentales del país por nuevas oleadas migratorias con un mayor desarrollo en la agricultura, la alfarería, la religión y el arte. Al respecto el historiador bejucaleño Manuel Mariano Acosta refiere en 1830: “A los dos siglos justos de conquistada esta isla vino a comenzarse este pueblo y en ese intervalo diversas causas han hecho desaparecer la raza indígena pura, de la que sin embargo, quedan visibles vestigios en bastantes familias”. [4]

Etapa colonial

Primeros asentamientos

El 26 de agosto de 1569 Ana Bazán pidió merced del sitio el Bejucal, y no se dio por ser monterías para el pueblo. Posteriormente, el 24 de septiembre de 1632 se realizó una agregación de tierras al Bejucal y Quivicán, y contradicción al sitio Buenaventura (que el 7 de mayo de 1706 se pidieron las sobras de tierras entre Bejucal, Managuas y el sitio Gallegos, para completar la dote para otra religiosa Clara, por Sor Josefa María de la Soledad, novicia; y se admitió a diligencias. [5]

Origen y causas de la fundación de Bejucal

La creación de ermitas distantes de la capital y situadas en zonas de cierta concentración campesina contribuyente, tiene gran importancia dentro de este proceso poblador pues constituye un factor aglutinante favorable o corresponde “...al reemplace de la antigua economía de ganadería extensiva (hatos, corrales)..., por la economía de plantación azucarera, tabacalera y los cultivos de subsistencia”.

Hubo un obispo que fue el Maestro Fray Jerónimo (también escrito como Gerónimo) Valdés, nacido en Gijón (España) y de la Orden de San Basilio, que fue designado en 1705 para sustituir al Obispo Compostela debido a su fallecimiento. Valdés se consagró en Madrid y tuvo la rara suerte de entrar a Cuba por Baracoa que por largos años no había visto un Obispo.

El fray Jerónimo Valdés tomó posesión por poder y llegó a Santiago de Cuba en 1706, partiendo acto seguido para La Habana con el propósito de observar de cerca su diócesis y de seguir los pasos del Obispo Compostela. Uno de sus principales aportes fue la fundación y mantenimiento del hospicio denominado “Casa Cuna Real”.

Un día del año 1710 el fray Jerónimo Valdés al cruzar en visita pastoral por el lugar denominado Bejucal, observa la existencia allí de una numerosa población que teniendo una pobre ermita recibía un precario auxilio espiritual, gestionó la fundación de un centro urbano que tuviese una merecida parroquia, dando paso a la fundación de la Ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal con Real aprobación para su creación del 29 de abril de 1713 aunque no es hasta el 9 de mayo de 1714, primera reunión de su Cabildo, cuando se reconoce formalmente su fundación, siendo verificada por D. Juan Núñez de Castilla, [6] quien en el sitio señalado y bendecido por el Valdés, fabricó en 1722 una buena iglesia dedicada a San Felipe y Santiago. [7]

Maestro Fray Gerónimo Valdés, Obispo de Cuba

A su fundación se le impusieron 29 condiciones a Don Juan Núñez de Castilla, las cuales fueron aceptadas por el hacendado, entre ellas:


  • “Que la población ha de tener título de ciudad sufragánea, y como tal ha de gozar de los derechos, fueros y privilegios, términos y jurisdicción que a tales ciudades les son concedidas.
  • Que para la población de la dicha ciudad de San Felipe y Santiago daré yo dicho fundador cuatro caballerías de tierras planas, en parte y lugar que fuere más a propósito y conveniente.
  • Que han de ir treinta pobladores con sus familias para la población y fundación de dicha ciudad de San Felipe y Santiago, y han de ser habidas y tenidas por principales fundadores y pobladores.
  • Que me obligo yo el dicho fundador a dar a censo a cada uno de los dichos pobladores una caballería de tierra en monte firme, por precio de doscientos y cincuenta pesos, de que pagarán el rédito corriente en cada un año, excepto los dos años primeros, que no han de pagar rédito alguno; pues en dicho tiempo han de desmontarles y hacer en ellas sus fábricas y labranzas.

Hago gracia y donación para todos los vecinos y bien común de dicha ciudad, de una caballería de tierra en un sitio y paraje, que llaman la Sierra, para leña, piedra y otros materiales para sus menesteres.

  • Que cada uno de los pobladores ha de tener dentro del término que se asignare para la población de dicha ciudad, una yunta de bueyes, seis gallinas y un gallo; y por lo que toca a ovejas para la nueva población, por no ser tierra de ellas, se omite esta condición, y porque el contorno de dicha población tiene haciendas que abundan de ganado de cerda y vacuno, de yeguas, bestias caballares y mulares, también se omite esta condición.
  • Que se ha de fundar en dicha ciudad una iglesia parroquial para la administración de los Sacramentos, para cuyo efecto he de nombrar yo por esta primera vez Sacerdote que administre y sea cura en ella; dejando libre en adelante el Real patronato de S. M. a quien deseo obedecer en todo como fiel vasallo, humilde y rendidamente con muy ciega obediencia usando sólo esta primera vez de la facultad de nombrar Cura Sacerdote, en virtud de la licencia que en sus leyes Reales de Indias se sirve concederme como más principal fundador y primer poblador.
  • Que me obligo a poner en dicha iglesia parroquial en medio de la puerta superior de su frente principal las armas Reales en un lienzo de pincel de vara y cuarta en cuadro, con su marco de colores y perfiles de colores oro.
  • Que la fundación de la dicha iglesia parroquial, casas para el cura, cementerio, plazuela y demás fábricas que fuere servido disponer el Illmo. Señor Mtro. D. Gerónimo Valdés, dignísimo Obispo de esta Isla de Cuba […] Y porque mi deseo es la mayor comodidad y dilatación de la dicha iglesia atendiendo al aumento que puede tener con el tiempo la dicha ciudad, que haya sitio bastante para su extensión, y que puedan fabricarse algunas accesorias para rentas y ayuda de los gastos de dicha iglesia, hago gracia y donación también de otras cincuenta varas de tierra en cuadro, continuadas a las ciento que van referidas, que unas y otras componen ciento cincuenta varas en cuadrado, que hacen veintidós mil quinientas varas planas .
  • Que por cuanto su Sría. y Illma. y el Vice-Patrono pueden tener por conveniente trasladar la ermita que está en los campos que llaman de Santiago, con título de Beneficio curado, a la dicha ciudad de San Felipe y Santiago.
  • Que hacemos gracia y donación yo y mis sucesores en los solares que nos pertenecen en dicha ciudad en tres sitios en parte a propósito, y en la proporción que fuera necesario para fundar tres conventos de Religiosos y Religiosas, con tal que sea dentro de 20 años, que se han de contar desde el día que se cumpliere el término que se me asignare para la población de dicha ciudad; y pasando dicho tiempo, es de ningún valor este capítulo.
  • Que doy para la plaza mayor de dicha ciudad trescientos pies de largo, y doscientos de ancho, lo cual se ha de hacer en la parte que fuere conveniente y ha de servir para cuando se ofreciere castigar delitos.
  • Que doy todo el sitio que fuere necesario para las Casas de Cabildo y casas Reales, y asimismo para corral y carnicería en la parte y lugar que cada una de dichas fábricas hubiere de tener, según disposición de dichas leyes Reales de Indias para cuyo efecto y el de la fábrica de dicha ciudad haré presentación de su planta, formada por el Alférez D. Pedro Menéndez Márquez, persona notoriamente perita en la facultad de ingeniero, formando sus calles con 10 varas de ancho y observando en su delineación lo dispuesto por las mismas leyes Reales de Indias .
  • Que se me han de conceder todas las honras, privilegios, franquezas, exenciones, preeminencias, libertades y jurisdicción, que por primer fundador y más principal poblador me fueren concedidas por derecho, ley, privilegio o costumbre.


Y se añade para mayor claridad y distinción del capítulo veinticuatro de estos pactos, en lo que toca a la jurisdicción y potestad que S. M. se sirve concederme por sus Reales leyes de Indias, como a primer fundador y más principal poblador de dicha ciudad de San Felipe y Santiago, y que he de tener jurisdicción civil y criminal en primera instancia por los días de mi vida y de un hijo o heredero mío, y asimismo he de poder poner Alcaldes ordinarios, Regidores y otros Oficiales de Consejo de dicha ciudad, según y conforme se expresa en la Ley 11, título V, libro IV , de dichas leyes de Indias, con lo demás que en ella se contiene”. [8]

En Real Despacho de Aprobación del Rey Felipe V [9] se le concede el título de ciudad a San Felipe y Santiago y con ello se le dotó de Cabildo y escudo de armas. Es la primera ciudad sufragánea de Cuba donde todos los gastos serían costeados por su principal y primer poblador que invirtió más de 15 mil pesos en la nueva población y a quien se le otorga el título de marqués.

El primer marqués de Bejucal fue entonces su fundador Don Juan Núñez del Castillo y Piñero, por haber fundado en 1711, en cuatro caballerías de tierra de su corral denominado “El Bejucal”, situado a seis leguas de La Habana y ocho del Surgidero de Batabanó, la ciudad de San Felipe y Santiago, cuyo señorío iba unido al título de marqués de San Felipe y Santiago, que se le otorgó el 30 de marzo de 1713.

Desgraciadamente para este señor falleció el 3 de enero de 1724 sin haber sacado el correspondiente Real despacho de marqués de San Felipe y Santiago, adelantado y justicia mayor de la ciudad de este título, cuya denominación eligió por ser el nombre de pila de don Felipe V, y de la ermita Santiago, que existía desde los primeros tiempos en el antiguo caserío de la comarca.

El título se creó originalmente con la denominación de "Marquesado de San Felipe y Santiago de Bejucal", sustituido, posteriormente por "San Felipe y Santiago". A continuación se muestra una tabla con los nombres y periodo de los marqueses de San Felipe y Santiago:

Escudo de Marqueses de San Felipe y Santiago

Marqueses de San Felipe y Santiago

No. Titular Periodo
I Juan Núñez del Castillo y Piñero 1713-1725
II Juan José de Núñez del Castillo y Pérez de los Reyes 1757-?
III Juan Francisco Núñez del Castillo y Sucre ?
IV Juan Clemente Núñez del Castillo y Molina ¿-1849
V Juan Francisco Núñez del Castillo y Espinosa de Contreras ?
VI María Francisca Núñez del Castillo y Montalvo ?
VI Benjamín Carlos Núñez del Castillo y Durel 1902
VII José María Montalvo y de la Cantera 1907
VIII José Ignacio de la Cámara y O'Reilly 1920
IX José Ignacio de la Cámara y Argüelles 1982-actual titular

Primeros pobladores

La cuarta cláusula para autorizar la fundación de San Felipe y Santiago del Bejucal es la referida a los treinta primeros pobladores que con sus familias debían establecerse en la nueva ciudad (sólo se relaciona el cabeza de familia):

Principal fundador y poblador: Don Juan Núñez de Castilla (realmente era Núñez del Castillo, como se explicó anteriormente):

  1. Juan Díaz Ramos.
  2. Gaspar de Niebla Montesinos.
  3. Domingo Rodríguez Medina.
  4. Manuel Barreto Tabares.
  5. Carlos Méndez.
  6. Pedro Rodríguez Flores.
  7. Diego Rodríguez Flores.
  8. Felipe López.
  9. Simón Díaz Ramos.
  10. Francisco Pérez de Betancourt.
  11. Bartolomé Lorenzo de Flores.
  12. Miguel Rodríguez.
  13. Pedro Pérez Martínez.
  14. Domingo Casañas.
  15. Joseph de Acosta Pimentel.
  16. Bernabé Díaz.
  17. Carlos del Rey.
  18. Juan Tomás Ventura.
  19. Mathías González.
  20. Pedro Francisco.
  21. Joseph Francisco.
  22. Diego Flor Fraile.
  23. Cristóbal de Arco.
  24. Pedro de Águila.
  25. Phelipe Pérez.
  26. Joseph González.
  27. Marcos Díaz Aguilar.
  28. Luis Beltrán de Betancourt.
  29. Cayetano Díaz.
  30. Juan Lázaro de Chávez.
Escudo de la Ciudad de San Felipe y Santiago de Bejucal

Las familias fundadoras la mayoría procedían de Islas Canarias y demás provincias de España. Pero desde el surgimiento de esta localidad junto a los habitantes de origen europeo hubo negros y mestizos como lo prueban los registros existentes en la Iglesia Parroquial de Bejucal.

Exterior e interior de la Iglesia Parroquial de Bejucal

Caracterización económica de la zona en el siglo XVIII

El principal renglón económico de la zona en el siglo XVIII lo constituye el cultivo del tabaco que se desarrolla en vegas de estancias, realizando todas las maniobras que incluyen siembra, escarce, recolección, secado y escogida. Las utilidades en la venta de la aromática hoja contribuyeron a la prosperidad progresiva y al rápido crecimiento de la población bejucaleña.

Los vecinos de esta ciudad igualmente se dedicaron a la agricultura comercial y de subsistencia. Para el fomento de la agricultura de subsistencia cultivaron maíz, arroz, yuca, plátano, boniato, ñame, tomate, además de frutos menores que junto a las carnes y los productos lácteos conformaron la totalidad de los alimentos de los bejucaleños. Se desarrolló a la par la ganadería vacuna, equina y la cría de aves de corral así como la de briosos caballos de paseo.

El cultivo del tabaco fue sustituido progresivamente por el de la caña de azúcar. En Bejucal las fábricas de azúcar se caracterizaron por su producción doméstico-rural; los primitivos trapiches, cuyos molinos verticales de madera eran accionados por fuerza motriz animal, producían mascabado y raspadura para el consumo local.

Posteriormente se introdujo en el país el empleo de los trapiches horizontales (1792), todo de hierro y a la vez con un buen rendimiento lo que posibilitaba organizar una producción con carácter comercial. Entre las nuevas tecnologías estuvo el trapiche con máquina de vapor, destinado por primera vez al ingenio Seybabo del Conde Mopox y Jaruco en Bejucal, el 11 de enero de 1797.

En la industria azucarera predominante en el siglo XIX, los primitivos trapiches se convierten en ingenios semimecanizados lo que aumenta su capacidad productiva y la fuerza de trabajo esclava. Entre ellos en Bejucal se destaca el ingenio Santa Ana de Aguiar por ser el de mayor tiempo de molienda desde 1798 hasta 1876 (se conserva actualmente su casa de vivienda, del resto no queda construcción alguna) y por haberse ubicado en sus alrededores un cementerio de esclavos.

Grabado de un ingenio azucarero en tierra de Bejucal mediados del siglo XIX

Relación de ingenios azucareros que existieron en Bejucal en los siglos XVIII y XIX [10]

Nombre del ingenio Primeros dueños Extensión Periodo
Santo Domingo del Rosario Don Pedro Beltrán de la Cruz 32 caballerías 1752-1826
Nuestra Señora de Loreto Ignacio Peñalver 30 caballerías 1761-1850
Santa Rosa de Poveda Doña Juana Molina, viuda del Castillo 30 caballerías 1763-1800
Aguas Santas Don Juan José del Castillo y Sucre 30 caballerías 1767-1830
Jesús María Don Gabriel M. de Cárdenas 30 caballerías 1784-1830
Santísima Trinidad Doña Inés González 12 caballerías 1790-1828
Santa Ana de Aguiar Don Andrés Grillo 26 ½ caballerías 1798-1876
Santa Bárbara Señora Marquesa de Cárdenas 44 caballerías 1796-1830
San Antonio de Barreto Marqués de Villa Alta 30 caballerías 1797-1855
Talanquera Don Gabriel M. de Azcárate 9 caballerías 1772-1820
Seybabo Conde de Jaruco y Mopox 40 caballerías 1797-1840
Juan Bautista de Poveda Marqués de Cárdenas 35 caballerías 1798-1854
Espíritu Santo Marqués de San Felipe y Santiago 30 caballerías 1830-1857
Nueva Luisa (a) La Pita Doña Asunción Ortiz 32 caballerías ¿-1866
Juan Ramírez Marqués de San Felipe 35 caballerías ¿-1830

Uno de los ingenios de la Orden de Jesús de mayores proporciones y valor era el llamado Poveda, construido en tierras del Bejucal y distante 5 leguas del puerto de La Habana. Su anterior propietario y donante fue el Comandante don Matías de Poveda y Rivadeneira. El traspaso de propiedad de los Poveda a la Compañía se efectuó el 12 de febrero de 1762, [11] desde esa fecha los Padres designaron un mayoral para dicho ingenio. Este mayoral debía anotar en unas carpetas confeccionadas por los Padres el número de pailas y hormas de azúcar producido semanalmente y la cantidad total de azúcar elaborada, en sus dos clases, blanca y mascabada, por zafra. También se reportaban las hormas con raspadura. Estos libros inventarios o carpetas recogían además todas las incidencias de cada día de zafra, aclarando al margen o debajo, si hubo algún contratiempo en los campos o en la manufactura. Toda esta rica información de la vida interna del ingenio era remitida al colegio para ser conocida por sus propietarios, los que daban semanalmente orientaciones y órdenes estrictas a sus mayorales y contra mayorales. Estos libros se guardaban para poder planificar las futuras inversiones, atendiendo a los resultados de las zafras.

Desarrollo urbano, primeras construcciones

El plano de lo que sería la ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal fue confeccionado por el Alférez Ingeniero Don Pedro de Menéndez Márquez, quedando trazado sobre cuatro caballerías de tierras planas. El mismo contemplaba la Iglesia Parroquial, el Palacio de los Marqueses, la Plaza de Armas, el Cabildo y la Cárcel, todos ubicados en línea recta de modo que establece un conjunto armónico.

Plano de la futura ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal y la cárcel a finales del siglo XIX

Las calles eran de 10 varas de ancho por 9 de largo tiradas a cordel, siendo 8 calles de norte a sur y 6 de este a oeste. Los cuadros (o manzanas) que se confirmaron medían 90 varas de longitud y 50 de latitud y los destinados a ejidos eran mayores. Su delineación tiene toda la irregularidad moderna donde se respeta lo dispuesto en las Reales Leyes de Indias.

Grabado del Palacio de Bejucal

Bejucal comienza siendo una población de modestos bohíos techados con hojas de palma que, ya más entrado el siglo XVIII y en el XIX, alternaron con construcciones de mampostería y tejas o azoteas, de madera y tejas junto a las de madera y guano.

Desde su fundación, sus construcciones y su trama urbana se realizan bajo las más estrictas regulaciones oficiales, por lo cual no se desarrolla un asentamiento poblacional espontáneo sino una ciudad planificada y ordenada.

Ataque y toma de La Habana por los ingleses, su repercusión en Bejucal

El asedio de La Habana por los ingleses, su ataque y toma duraron algo más de dos meses en 1762; en la defensa de la capital hubo participación de la población bejucaleña.

Dice Jacobo de la Pezuela que:

“… Mientras los jefes militares, el cabildo habanero y los notables excitaban al levantamiento en masa contra los invasores ingleses, acababan de inflamar el espíritu público los discursos del obispo Morell, a quien la invasión lo sorprendió por Bejucal y Santiago de las Vegas. De su orden predicaron al momento los párrocos una cruzada contra los herejes, esmerándose en robustecer al patriotismo con la intolerancia religiosa…”[12]

En la ciudad de San Felipe y Santiago habían tres compañías de Milicias Voluntarias, cuya integración data desde la misma fundación de la localidad, cada una compuesta por 50 hombres y eran comandadas por capitanes o tenientes, bajo el mando del Alférez Mayor de la ciudad.

Una de estas compañías fue enviada a La Habana en 1762 cuando se produjo el asedio de los ingleses, iba al mando el capitán Don Juan Francisco Martínez. Otra bajo las órdenes del teniente Don José Rodríguez del Rey se dirige al surgidero de Batabanó con el objetivo de bloquear un bergantín de guerra y una goleta inglesa para así evitar el envío de refuerzos y provisiones a la capital. La tercera compañía queda de retén en Bejucal y disponible para convoyar los víveres a la región asediada.

Al rendirse La Habana ante el Comandante de las tropas inglesas, el 12 de agosto de 1762 y posteriormente firmarse las capitulaciones un día después, el Cabildo de la ciudad de Bejucal reconoce la rendición de La Habana en sesión del 17 de agosto de ese año. Además le expresa en misiva al Comandante inglés que será fiel al cumplimiento de las capitulaciones, en las mismas condiciones que la capital.

Criadero de perros de los marqueses de Bejucal y el Suceso de los Rancheadores en Jamaica

En la ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal, se creó un perro cruzado que era llamado “perro de los esclavos”, también llamado mastín cubano y más mundialmente conocido como dogo de Cuba, resultante de la mixtura o cruza entre el bloodhound, el dogo o alano español y el mastín español, estos dos últimos demostraron bravura sobrada en la conquista. Los señores marqueses de Bejucal en la época de don Juan Clemente Núñez del Castillo y Molina (1754-1821) para realizar el cruce seleccionaron los perros más fieros y bravos, aterrorizando a los negros esclavos de las plantaciones y a los fugitivos o cimarrones.

Se describe a un animal de aspecto feroz, orejas caídas, cola, larga y peluda, se torcía hacia el lomo como una hoz. El pelo corto y de color rojizo, lobo, bicolor (más o menos manchado de blanco) o rojo con una pequeña silla negra sobre el lomo, la raíz del pelo era algo más clara que el manto. Había muchos ejemplares de máscara negra y más oscura que el tono del pelo. Cabeza pesada, cráneo redondeado, hocico ancho y fuerte de longitud media corta, lleno de pliegos de piel y poderoso mordido. Su peso estaba alrededor de los 65 kg y su altura entre 60 y 70 cm. [13]

Dogo cubano

La fama de los perros bejucaleños comenzó cuando en el año de 1787, los indios misquitos se sublevan en las costas de Nicaragua y ponen en jaque a las tropas imperiales. Una docena de rancheadores y el triple de perros en pocos meses penetraron en los territorios de estos indios en la costa Atlántica que vivieron el terror de los dogos y de los brutales rancheadores, abriendo paso a las tropas españolas.

Esta noticia del éxito de la campaña hispano-canina en el este de Nicaragua, llega a la colonia inglesa de Jamaica y sus autoridades que no podían doblegar el norte de la isla por estar en manos de un grupo de esclavos muy numerosos y “asilvestrados”.

En representación del gobierno de Inglaterra, un oficial de ese país contrata unos rancheadores en Cuba en 1795, entre ellos se incluía Don Francisco Jaime y otros bejucaleños, para capturar un grupo de negros apalencados en Montego Bay, en la zona norte de la isla de Jamaica.

El oficial inglés Teniente Coronel Guillermo Dawes Quarrel se ve ante la disyuntiva de abandonar Jamaica o de elaborar un plan para desalojar a los apalencados de las montañas. A propuesta de un español radicado en Cuba se determina auxiliarse de hombres y perros rastreadores. Se concertó el trato a nivel de gobiernos y se le concede a Quarrel la goleta “Mercury” artillada con 12 cañones. Esto ocurre a finales de octubre de 1795.

Al llegar Quarrel a Batabanó es invitado por la Marquesa Doña María Ignacia de Contreras y Jústiz para que se alojara en el Palacio Marquesal y le muestra su disposición de cooperar en la empresa. Al estar el Marqués Don Juan Clemente Núñez de Castilla en Europa donde prolongaba su estadía, su esposa hace sentir su influencia en las decisiones de la ciudad.

Los cazadores de Bejucal con sus tres perros, llegan a un rápido acuerdo con el Comisionado Inglés por lo que realizan un documento con varias cláusulas para garantizar su permanencia en la Isla, con los medios requeridos, el pago por sus servicios (eran 200 dólares para cada uno), así como “…gastos de manutención, en enfermedad o en salud, estarán a cargo… de Jamaica, desde el momento en que embarquemos en Batabanó hasta el de nuestro regreso a dicho lugar…”

Dibujo que representa la utilización del Dogo cubano en la captura de cimarrones

Apenas llegaron a Jamaica se alista una expedición conforme al convenio celebrado. Detuvieron y entregaron 240 personas que se desterraron para siempre de aquella isla. [14]

Tras la intervención en Jamaica los perros bejucaleños tomaron gran fama y empezaron a exportarse fuera de Cuba, llegando incluso a auxiliar en el siguiente siglo a los negreros del sur de los Estados Unidos.

Génesis y desarrollo del Camino de Hierro, su repercusión socioeconómica

En agosto de 1830, a solicitud de la Sociedad Económica de Amigos del País, el Marqués de la Cañada de Tirry [15] y Don Juan Agustín Ferreti redactan un informe donde propugnan la construcción de caminos de hierros en Cuba para acelerar el desarrollo agrícola e industrial.

Fue Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva, quien hábilmente aunó criterios y convenció a las autoridades españolas y al grupo dirigente de hacendados criollos sobre los beneficios de la construcción del ferrocarril, fundamentalmente para el desarrollo de la industria azucarera.

El Conde de Villanueva fue Presidente del Real Consulado, organismo a través del cual lleva a cabo su programa económico y entre los logros positivos están la mecanización de la industria azucarera, el fomento del tabaco y la construcción del ferrocarril. A su gestión se debió la formalización de Inglaterra el 1 de agosto de 1833 de un empréstito de 1 500 000 pesos para la construcción del camino de hierro en la Isla.

El Ingeniero N. A. Benjamín H. Wright, en diciembre de 1833, recomendado por el Cónsul de EE.UU. es quien hace los cálculos del primer camino de hierro que se acepta de La Habana hasta el Rincón de Santiago. El 9 de diciembre de 1835 se inicia la obra luego de haberse contratado al ingeniero norteamericano Alfredo Kruger que vino acompañado de una brigada de ingenieros civiles.

Las inversiones ferroviarias acortaron distancias entre la capital y la llanura central como ilustra este mapa

La mano de obra utilizada en la construcción del ferrocarril fue muy variada y explotada. Las primeras dos brigadas de obreros estuvieron compuestas, una por irlandeses y la otra por isleños de Canarias. Más tarde contó con 289 peones negros, casi todos esclavos, que por las condiciones de vida y las forzosas labores morían. Esto trajo consigo a la empresa un gasto elevado para entierros, por lo que se decide emplear obreros que tuvieran los mínimos conocimientos requeridos y que al ser asalariados dejaran de representar gastos adicionales para los empresarios y administradores. Entonces se contrataron en EE.UU. de 800 a 1200 operarios que vinieron en calidad de sobrestantes.

Ya en 1837 tiene lugar una sublevación de los isleños que participaban en la construcción de la línea férrea entre Buenaventura y el Rincón. Se rebelaron armados de palos y cuchillos ante la mala alimentación y el trato recibido. El Alcalde de Bejucal envió al Gobernador de la Isla que ordenó abrir una investigación sumaria al efecto, una queja haciendo constar la inconformidad de 23 isleños ante el pago de su salario que se efectuaba al no existir en la contrata ningún artículo que obligara a pagárseles en días fijos.

Por esta sublevación no obtuvieron beneficio alguno sólo una gran represión, este episodio es considerado por muchos la primera huelga cubana de carácter obrero.

El Gobernador Tacón recibió un permiso de la metrópoli para colocar 140 prisioneros procedentes de España, los que se dividieron en 7 brigadas sometidos a las órdenes de un oficial y dos sargentos con el fin de continuar esas labores.

Los trabajadores del ferrocarril eran albergados en barracas situadas dentro del área laborable y sólo salían de allí los días festivos. Eran abundantes las deserciones, llegaron a hacerlo en partida de 15 y 20 hombres que se colocaban en cualquier puesto que les ofrecieran con tal de librarse de los disturbios y de las pésimas condiciones laborables, aunque eran multados aquellos que les dieran trabajo a los del ferrocarril. Numerosos fueron los muertos y accidentados que costó la construcción de esta vía férrea e inhumana fue la explotación a que fueron sometidos.

Inauguración del primer ferrocarril cubano y latinoamericano

Características principales

El primer camino de hierro cubano y latinoamericano se inaugura finalmente el 19 de noviembre de 1837 y fue el tramo Habana-Bejucal. A pesar de las inclemencias climáticas (llovía desde la madrugada) toda una multitud contempló asombrada los ruidosos movimientos de la locomotora.

Modelo de locomotora del tren que iba desde La Habana a Bejucal

A las 8 de la mañana en ocasión del homenaje por el santo de la Reina Isabel II, salió el primer tren en dirección a Bejucal.

Con su partida, Cuba se convertía en el séptimo país del mundo en disponer de esa vía de transporte, aventajando en más de una década a la propia metrópoli española. (Moyano, 1991; Santa-María, 1998).

Zanetti, García Álvarez (1987:23) dicen:

“El ferrocarril no se desarrolló en Cuba para atender las necesidades del mercado interno y estimular su crecimiento, sino para facilitar los vínculos de los productores insulares con los mercados exteriores, de-terminado por las necesidades del principal producto exportable. Las relaciones entre la producción azucarera y los ferrocarriles son tan estrechas y evidentes que resultaría pueril hacer de ellas una hipótesis”.

El acto de inauguración del ferrocarril en La Habana fue solemne y memorable, acudió un gentío inmenso resultando pocos los carros para transportar a los miles de pasajeros que acudieron al suceso. Cuando el tren hizo su entrada en Bejucal, era esperado por el Ayuntamiento en pleno con su Alcalde al frente y todo el pueblo vestido de fiesta. Las dos primeras locomotoras que corrieron el día del estreno de la vía fueron las llamadas Colón y la Kruger que tenían más de 12 toneladas de peso.

Ferrocarril Bejucal

En sus comienzos los viajes se dedicaron sólo a transportar pasajeros, pero a las dos semanas de su inauguración se establecieron a diario los trenes de carga, objetivo central de la empresa ferroviaria. Se embarcó también azúcar, pero no es hasta su llegada a Güines un año después cuando el ferrocarril comienza a producir utilidades. La producción bejucaleña que no resultó indiferente, obligó a levantar depósitos para almacenar la carga que sería llevada a la capital.

No obstante la explotación del tramo Habana-Bejucal no constituyó un éxito económico, en los dos últimos meses del año 1837 el ferrocarril sólo recaudó 10 778 pesos y en los primeros meses del año siguiente no arrojaron dividendos mucho más halagüeños. El territorio por donde pasaban las primeras 16 millas de vía férrea, era relativamente poco productivo en relación con las regiones situadas más al sur de Bejucal que podían suministrar un volumen de carga realmente satisfactorio.

Mapa con la llegada del ferrocarril de vapor a la Isla de Cuba, primero a Bejucal y después a Güines. Plano de José María de la Torre en 1857

Con la apertura del tramo de 30 millas entre Bejucal y Güines el panorama económico de este medio de transporte cambia favorablemente. El primer tramo del Ferrocarril La Habana-Güines se inauguró el domingo 19 de noviembre de 1837. El tren que lo inauguró partió de la capital de Cuba hacia Bejucal a las ocho de la mañana ese mismo día (Camino, 1989:11). En 1838 las recaudaciones estuvieron cerca de los 100 000 pesos pero en 1839 con el funcionamiento del ferrocarril a plena capacidad, se obtuvieron 171 792 pesos por concepto de pasaje y 136 484 por carga, con un ingreso de casi 1000 pesos diarios. La línea Bejucal-Güines duplicaba por su extensión el tramo construido en un inicio, sin embargo resultó ser una obra más sencilla desde el punto de vista técnico.

Su trazado partía de Bejucal con dirección sur pasando cerca de los poblados de Buenaventura y Quivicán. En este último punto al cruzar el río Quivicán la ruta toma rumbo este hacia San Felipe y manteniendo esa dirección pasaba por las cercanías de Guara y Melena hasta llegar finalmente a Güines.

Estampillas de correos y matasellos de Cuba y España conmemorativos de aniversarios de la construcción del primer ferrocarril en la Isla

El primer camino de hierro transforma de un modo directo el entorno urbano bejucaleño que experimenta un notable crecimiento hacia el sur. Se prolongaron las calles Real y Sacristía e igualmente se habilitaron otras nuevas con el fin de acortar el trayecto entre la estación ferroviaria y el área urbana.

Estas calles se nombraron Nueva, Lucero, Guácima (a fines de la década del 30), Encarnación (década del 40), Ceiba (década del 60) y Recinto (década del 70). El plano de la ciudad en el siglo XIX excede en 24 manzanas el trazado original de la centuria anterior. Además este medio de transporte abrevió las distancias, multiplicó la comunicación con la capital y representó una ruta cómoda, fácil, acelerada y de menos costo.

Al extenderse el marco físico de la zona citadina de Bejucal, aumenta el número de casas y se incrementan los establecimientos comerciales. Las relaciones con la capital ganan en cantidad, calidad y rapidez lo que posibilita elevar el nivel de vida junto al ambiente cultural de los bejucaleños. El ferrocarril, índice máximo de la civilización de esa época, contribuyó a propagar los aires de modernidad hacia todas aquellas poblaciones a las que llegó.

En la centuria decimonónica en Bejucal fueron rotuladas las calles y numeradas las casas que como consecuencia de los nuevos tiempos adecuaron las novedades arquitectónicas y las técnicas o materiales constructivos. Se empleó el cristal en las edificaciones, aumentó el uso del hierro, aparecen azoteas, portales, puentes y viviendas con altos en la localidad.

Manuel García, propietario de terrenos situados en las afueras de Bejucal, vende a la Junta de Fomento 47 cordeles con 521 varas del total de sus propiedades. El contrato se formaliza un año después de la apertura de la vía férrea pero ya desde antes se había legalizado la venta de la zona donde se levantarían los depósitos de almacenaje.

Se abre un pozo destinado al necesario abasto de agua y se construye en 1838 una garita para el despacho de billetes. A pesar de los esfuerzos coincidieron en un mismo local las necesidades del trasiego de mercancías con la estancia de pasajeros. A la ausencia de sala de espera y de un adecuado andén se sumaba el mal estado del edificio. Hacia 1841 la Compañía del Ferrocarril acomete la reparación del almacén y se inaugura la casa de pasajeros.

En 1855 a iniciativas del Teniente Gobernador Juan de Medina se inicia la construcción de un puente que sobrevolara el Camino Real de La Habana a Batabanó y se extendiera hasta los terrenos próximos a la casa de pasajeros. Esa obra conocida como “puente y alameda de Medina”, no facilitaba la llegada de los usuarios al concurrido paradero, pues causaba demasiada demora el dar la vuelta por el extremo suroeste del pueblo para llegar con posterioridad a las inmediaciones del ferrocarril.

En 1868 Don Agustín Planell, comerciante propietario de varios solares ubicados en la parte sur de la ciudad y que limitaban con la calle Real y la vía férrea, acuerda cederlos al Ayuntamiento local con el objetivo de crear un punto de recreo para el fomento de la ciudad.

El deplorable estado físico de la primera edificación ferroviaria hace imprescindible la creación de un nuevo inmueble, además desde el punto de vista funcional el paradero había desarrollado sus especificidades referentes al transporte de viajeros. Los almacenes para mercancías que estaban separados de la estación desde hacía tiempo, perdieron su utilidad. Al emprender la nueva construcción había que tener en cuenta, ante todo, el desplazamiento diario de centenares de personas hacia el pueblo y evitar el cruce de la vía para abordar el tren.

Manifestaciones culturales en este período

Las primeras manifestaciones culturales que se desarrollan en Bejucal en la época colonial, aparecen a partir de 1725 teniendo como escenarios la Iglesia, la Plaza de Armas y el Palacio de los Marqueses. Estas fueron diversas fiestas en honor de los santos patronos de la localidad San Felipe y Santiago, de la patrona de la iglesia la Virgen de la Candelaria, por coronaciones de monarcas y por nacimientos de príncipes.

Hacia 1812 se crea una escuela de primeras letras con el legado de Doña Juana Núñez del Castillo y Molina, la escuela “San Felipe y Santiago” para varones blancos y para 1838 Ana María de la Torre crea la primera Escuela Pública para niñas blancas, donde oficia como maestra.

En 1814 aparecen los primeros cabildos de nación, para estos fines el Ayuntamiento local concede autorización para hacer construcciones de yagua y guano. Los “cabildos de nación” eran sociedades de socorro mutuo creadas por negros libertos traídos de diferentes regiones de África. Con sus “toques” hacían vivir la música, la danza y la religión de sus zonas de origen. Estas casas de diversión como se les llamaba frecuentemente eran cabildos congo, lucumí, carabalí, gangá y de otras nacionalidades que constituyeron los primeros locales de carácter social que existieron en Bejucal.

Constituye un orgullo para Bejucal la visita de Cirilo Villaverde en 1839, tuvo el escritor una doble finalidad, tomar el tren para proseguir viaje y caminar por la antigua población. Es recibido en casa del Alcalde Segundo el cual lo lleva a reconocer los sitios más notables del pueblo. Se aloja en la fonda posada ubicada al costado de la iglesia (actual El Gallo) y le llama mucho la atención el Palacio de los Marqueses ya entonces en franca destrucción y escribe “... Presentaba un carácter sombrío, con grietas tan anchas y profundas a lo largo de sus paredes, que temí se desplomaran sobre mi cabeza no más que por el ruido de mis pasos”. [16]

Surgimiento de las Charangas de Bejucal

El surgimiento de las Charangas de Bejucal, su fiesta tradicional más antigua, no tiene una fecha exacta pues su inicio se pierde en el tiempo. Matracas, gaitas y otros instrumentos sonoros eran llevados por los feligreses a la Iglesia Parroquial para acudir a la Misa del Gallo y celebrar el nacimiento de Jesucristo.

La Iglesia de San Felipe y Santiago de Bejucal. En el ángulo superior derecho el Vicario Pbro. Eduardo Díaz Hernández. Foto tomada en 1944 [17]

Mientras el Cabildo de negros saliendo por la parte sur de la ciudad se dirigía a las cercanías del templo donde terminado el culto y entrada la madrugada, rendía tributo a la mencionada celebración cristiana. Se mezclaban los habitantes del Bejucal de entonces negros y pardos libres, esclavos con sus amos blancos salidos de la iglesia, con el esperado cabildo y el toque de sus tambores. Esta fue la semilla de estas antiguas y populares fiestas charangueras.

La Macorina, personaje emblemático de las Charangas [18]

Entre música, bailes y cantos se forman dos grupos que adoptan el color rojo y el azul, estos se convierten en dos bandos rivales donde lo racial y lo político los distingue. El bando rojo se nombra “Los Malayos” y agrupó a los españoles en su mayoría que tenían un alto poder adquisitivo y el bando azul “La Musicanga” reunía negros esclavos o libres y a criollos, algunos de los cuales comienzan a conspirar y a sentir simpatía por la independencia de Cuba.

Ya con estos nombres esta festividad va convirtiéndose en una auténtica fiesta pagana donde los bandos tenían oportunidad de lucir pintorescos adornos, coches engalanados, parihuelas y farolas con velas encendidas, entre disímiles e ingeniosos elementos decorativos. Con el tiempo nuevas simbologías se unieron a las ya existentes, alrededor de una rivalidad sana y provechosa que permitía el derroche de iniciativas y arte. El bando azul “Ceiba de Plata” adoptó el alacrán para identificarse y el bando rojo “Espina de Oro”, el gallo.

Carrozas de la Espina de Oro en 1924 y 1940

Las llamadas “sorpresas”, detalles artísticos mantenidos en secreto y esperados ansiosamente por el público-espectador, constituye el detalle diferenciador de la carrozas charangueras frente a las demás carrozas que se construyeron y se construyen en Cuba. Las Charangas de Bejucal son orgullo local y nacional al igual que otras festividades tradicionales como los carnavales de Santiago de Cuba y las Parrandas de Remedios.

División político-administrativa

En este período Bejucal era una de las 31 jurisdicciones en que estaba dividida Cuba. Se hallaba en el Departamento Occidental, sus límites por el norte eran la jurisdicción de Santiago y la de Santa María del Rosario, por el este la de Güines, por el sur el mar y el oeste la jurisdicción de San Antonio.

Se conocía como partido de Bejucal el territorio de menos de 300 caballerías cuadradas de superficie que comprendía a la ciudad cabecera de la jurisdicción del mismo nombre. La comandancia militar de Bejucal dependía del Gobierno de La Habana y la jurisdicción judicial tenía como oficina rectora la Audiencia de La Habana que se dividía en 25 partidos, uno de ellos el de Bejucal.

El 19 de noviembre de 1813 se conoce el nombramiento de Bejucal como cabeza de partido y de él dependían cuartones rurales y otros terrenos sin población organizada, que estaban en las cercanías. El 25 de mayo de 1840 es recibida la solicitud de varios partidos de la jurisdicción de Santiago de Compostela para adscribirse a la de Bejucal, estos fueron Santo Cristo de la Salud, Quivicán, San Antonio de las Vegas y Batabanó y más tarde se incorpora también el partido ultramarino de Isla de Pinos. La localidad bejucaleña ejercía su autoridad civil sobre dichos partidos, pero no fue hasta mayo de 1843 que se le añade la parte eclesiástica y administrativa. El 25 de abril de 1845 se solicita agregar a la jurisdicción de Bejucal, los partidos de Managua y Govea pertenecientes a La Habana y Santiago, respectivamente.

Por Real Decreto del 9 de junio de 1878, la Isla fue dividida en 6 provincias civiles que tomaron los nombres de su respectivas capitales: Pinar del Río, Habana, Matanzas, Santa Clara, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba y se especificó cuáles partidos judiciales comprendía cada provincia. Así Bejucal pasa a formar parte de la provincia de La Habana y deja de ser cabecera de otros partidos, con lo cual pasaron a ser municipios Batabanó, Quivicán, La Salud y San Antonio de las Vegas.

Al mismo tiempo que se dispuso la división provincial expresada, se pusieron en vigor en Cuba las leyes orgánicas municipal y provincial de la Península y se determinaron las funciones y atribuciones del Gobernador General, cuya autoridad comprendía la conservación del orden público, el mantenimiento de la integridad del territorio, la conservación y la ejecución de las leyes, la protección de las personas y de las propiedades. Esta nueva división motiva una reducción considerable de los ingresos para Bejucal.

Guerra de los Diez Años

Ecos e influencias de la Guerra de los Diez Años

Mucho antes del estallido de la guerra de independencia cubana en 1868, hombres progresistas y adinerados que habían sentido la necesidad de transformaciones sociales en el país, comienzan a conspirar y se les incorporan más tarde tabaqueros y campesinos. En estas conspiraciones que tuvo ramificaciones en toda la Isla, no estuvo ausente la presencia de los patriotas bejucaleños, algunos de ellos después de la fracasada conspiración de los “Soles y Rayos de Bolívar” en 1823 tuvieron que emigrar a México. Allí junto a otros compatriotas formaron una asociación llamada “Junta Promotora de la Libertad Cubana”, en la que figuraba Antonio Férrea como diputado electo por la jurisdicción de Bejucal.

Otro levantamiento general debía estallar la noche del 24 de diciembre de 1870 en la jurisdicción de San Antonio de los Baños. Esta fracasa al ser descubierto por las autoridades coloniales que persiguieron y encarcelaron a los implicados en el frustrado alzamiento, juzgándolos por Consejo de Guerra de la Comisión Militar de la Isla. En ambos levantamientos habían involucrados 14 patriotas bejucaleños: [19]

Nombres Delito Fecha de detención Profesión
José María Falcón Político abril 25, 1869 tabaquero
Fernando Hidalgo Gato Político abril 27, 1869 tabaquero
Hipólito Albertus Glez. Infidente abril 27, 1869 tabaquero
Tomás Mirabal Político mayo 1, 1869 tabaquero
Juan Alpízar Político mayo 1, 1869 tabaquero
Cirilo Castillo Político mayo 6, 1869 tabaquero
Victoriano Oropesa Político mayo 6, 1869 tabaquero
Jacinto Oropesa Político mayo 6, 1869 tabaquero
José Eulogio Rdguez. Político mayo 25, 1869 tabaquero
José Glez. Martínez Infidente junio 11, 1869 propietario
Manuel Llanes Cabrera Subversivo julio 20, 1869 propietario
Tomás Hidalgo Gato Infidente dic. 20, 1869 procurador
Federico Hidalgo Gato Infidente dic. 20, 1869 propietario
Marino Hidalgo Gato Infidente dic. 21, 1869 procurador

Algunos de los bejucaleños que pudieron evadir las persecuciones del Ejército colonial, se incorporaron al contingente mambí liderado por Carlos García Sosa quien había entrado a formar parte en 1856 de una partida dedicada al bandolerismo que mantuvo en alarma durante doce años a Güira, Bejucal, Quivicán, Batabanó, Santa María del Rosario y San Antonio de los Baños.

García Sosa comienza a actuar como Jefe insurrecto hasta su muerte el 21 de noviembre de 1875, dentro de sus pertenencias fue ocupado el nombramiento de Comandante General de Vuelta Abajo firmado por Vicente García.

En general entre 1869 y 1870 en la jurisdicción de Bejucal se abrieron 47 causas por delitos políticos, en ellas 49 personas eran blancas, 5 morenos y 2 pardos, predominando los de profesión labradores y tabaqueros.

Como la ocurrido en 1869 con Donato Alfonso, Antonio Leal Díaz, José María Falcón, José Eulogio Rodríguez, Fernando Hidalgo Gato e Hipólito Albertus González; ellos fueron remitidos presos a la cárcel de la Habana, a disposición del Gobernador Superior Político, por haberse encontrado un folleto subversivo con el diseño de la bandera de la insurrección en casa de Donato Alfonso y encontrándose implicados los demás. Ese mismo año también es fusilado José M. Márquez, bejucaleño lector de tabaquería, por su labor a favor de la independencia y Domingo Acosta, hacendado, fue apresado el 15 de febrero de 1869 y deportado posteriormente a la Isla de Fernando Pou el 21 de mayo de ese año por conspirar contra el gobierno español. El 19 de mayo de 1869 es remitida al Gobierno Superior Político una relación de vecinos.

Simpatizantes con la insurrección fueron: Don Carlos Cepero y Prado, Donato Alfonso Perdomo, Antonio Leal Díaz, José María Falcón, José Eulogio Rodríguez López, Fernando Hidalgo Gato, Hipólito Albertus González.

También el negro Gumersindo, alias Cayuco, esclavo de Don Manuel Reyes, los morenos libres Domingo Guerra Arango y Vitoriano Oropesa, los pardos Desiderio Pérez Segovia, Jacinto Oropesa León y Tomás Mirabal y el pardo esclavo Casimiro Jordán

Otros como Don Juan Alpízar Pérez, Cirilo Yáñez Castilla, Santiago López Frías, Don Juan Bautista Morales, Don Genaro Valdés, Don Roque Martínez Gato, Don José Toledo González, Don José Cabrera Castilla, Don Andrés Contreras Vichot, Don Evaristo Cabrera Sierra, también eran considerados simpatizantes de la Insurrección.

Con el inicio de la guerra el 10 de octubre de 1868 en el oriente del país fueron arrasados ingenios y cafetales; esto beneficia a la región occidental adonde no llega la contienda bélica. Hacia 1870 Bejucal posee unos 700 mulatos libres y negros dedicados al comercio minorista, la agricultura, los servicios y las tabaquerías.

Así sólo los dueños más ricos de ingenios pudieron disponer de las nuevas técnicas e innovaciones instalando grandes centrales azucareros. Aquellos propietarios de ingenios que no tenían recursos económicos suficientes para disponer de las novedades, se arruinaron. Lo anterior explica por qué en Bejucal la industria azucarera en estos años deja de ocupar un lugar de importancia en la localidad; los ingenios que habían existido y que fueron numerosos, desaparecieron progresivamente.

La elaboración de cigarros y tabacos se manifiesta en esta etapa como una de las principales fuentes de trabajo para sus pobladores. Existían numerosas fábricas de este tipo como las cigarrerías de José M. Falcón, de Lorenzo Valdés y de Francisco Govea o las tabaquerías de Pendás y Hnos., de Francisco Gerente, de Domingo Nulorico y “La Noble Habana” de Crispín Marrero, entre otras. En el año 1878 se cierran diferentes establecimientos de este tipo, como la cigarrería de Vicente Puerta. Algunos dueños fueron tildados de infidentes por lo que emigraron a Tampa y a Cayo Hueso, tras ellos se fueron muchos obreros bejucaleños.

Tregua Fecunda

Tras el frustrado intento de invasión al occidente cubano y el fracaso de la Guerra del 1868 y la Guerra Chiquita de 1879, Martí inicia la organización de la Guerra Necesaria. Viaja a Tampa y Cayo Hueso con el fin de recaudar fondos para reiniciar la contienda bélica, agrupa a los trabajadores en el exilio avivando en ellos el amor a la patria y el interés por la nueva revolución para lograr la ansiada independencia. En Estados Unidos Martí conoce al tabaquero bejucaleño Eduardo Hidalgo Gato que aporta para el Plan de la Fernandina 5 mil pesos, además de colaborar con fondos y pertrechos de guerra para otras expediciones a Cuba. [20]

Igualmente el apóstol elogia a la Sociedad de Socorros Mutuos “Los Hijos del Pueblo”, fundada en el exilio por el bejucaleño Arturo Cunill y Pérez que junto a José Dolores Poyo, Fernando Figueredo Socarrás y Fermín Valdés Domínguez, entre otros, la habían creado con la finalidad de recaudar fondos y medicinas para la lucha por la libertad en Cuba.

En viajes a Filadelfia Martí entabla relación personal con el conspirador José González Curbelo a quien nombra Secretario de la Junta Revolucionaria en esa ciudad y con quien mantiene una indestructible amistad. Acerca de él refiere:

“José González Curbelo de Bejucal, hombre tallado en un corazón, cuenta modesto, los méritos de otros; todos los demás cuentan los demás cuentan los de él; su ardiente patriotismo, su hogar modelo, su ancianidad incólume, su oratoria castiza, de puro sincera, su corazón amigo. Adora la virtud, y la adivina. Ama a los pobres... Se acuerda aún de esta décima suya, puesto que se habla de décimas, improvisadas en un banquete por este pobre criollo que nunca fue a la escuela”. [21]

Ya en plena contienda el Brigadier José González Curbelo es designado por el Partido Revolucionario Cubano para preparar la guerra en Pinar del Río. Se incorpora a la causa independentista en la manigua con 64 años de edad, antes había fundado con Martí la Logia de Caballeros de la Luz.

Volviendo a vincular a nuestro Apóstol con los independentistas bejucaleños, no se debe pasar por alto al joven agrónomo, periodista, poeta e inventor Arturo Comas Pons [22], quien consideró que su mejor aporte a la revolución cubana era su “velocípedo aéreo” para fines bélicos, el cual podría lanzar bombas sobre las tropas españolas. Este artefacto se le propuso a Martí pero no llega a concretarse quizás por falta de presupuesto para su ejecución.

A continuación se muestra la carta enviada por Comas a Martí estando en New York, el 25 de marzo de 1893:

“Con motivo de haber inventado un aparato que bien pudiera llamarse un velocípedo aéreo, y que en miniatura me ha dado los más brillantes resultados, creo mi deber dedicarlo antes que a nadie a mi patria por lo que me dirijo a Ud. para que tenga a bien ayudarle en las pruebas que en mayor escala necesito realizar para hacerlo aplicable a los usos de la guerra. El aparatico, hecho por mí, es movido por la cuerda de un reloj y funciona admirablemente; a pesar de su construcción defectuosa, se mueve en todas direcciones y vence cualquier corriente de aire.

El objeto es hacerlo en condiciones que pueda moverse por la fuerza del hombre o por la electricidad. Su costo, incluyendo mi viaje y el de mi esposa, a quien no puedo abandonar aquí y nuestros gastos particulares que serán reducidos, los calculo en diez mil pesos dado que debemos todas las piezas y algunas repetidas veces si no el aparato entero que pueda quedar defectuoso por cualquier incidente, y dado también que tenemos que elegir un punto solitario para las pruebas que deben hacerse sin testigos cualesquiera que estos fueran.

Puede asaltar a Ud. la desconfianza y en este caso Ud. y yo trataremos las ventajas que puedan reportarnos el velocípedo no creo que se oculten a su perspicacia, toda vez que con media docena de ellos se puede arrojar en medio de la noche, una lluvia de bombas sobre una población o campamento sin ser vistos, y sobre todo, con el terror que ocasionaría una cosa oculta y desconocida.

No enviaré plano alguno por no tener patente, y dejo a mi sola dirección la construcción de todas las piezas.

En caso de aceptar esta oferta, que tanto nos elevaría, espero guardará la más absoluta reserva sobre este asunto.

Sin más B.S.M.

Arturo Comas”

Guerra de Independencia 1895-1898

Con la reorganización y fortalecimiento del independentismo, estalla nuevamente la llama insurrecta cubana el 24 de febrero de 1895. Las columnas invasoras bajo el mando del General Antonio Maceo y del Generalísimo Máximo Gómez, en esta ocasión entran a las regiones occidentales del país convirtiéndolas en un hervidero de acciones combativas. Incendios y ataques a pueblos son estrategias muy bien realizadas por el jefe mambí.

El poder militar imperante en la Isla recurre entre otras tácticas a la construcción de trochas y fortines. Específicamente en la periferia de Bejucal comienzan a construirse fortines a partir de 1895 con el fin de defender la ciudad y sus habitantes, en total se levantaron 9 fuertes en los alrededores y la plaza de la localidad. Eran de mampostería con techos de tejas, ubicados en terrenos donde hubiera buena visibilidad y que estuvieran relativamente cerca unos de otros para lograr un alcance de fuego efectivo. Muchos de estos fortines fueron incendiados o parcialmente destruidos, “los fortines de Bejucal durante toda una noche recibieron descarga de fusilería que ocasionaron numerosas bajas entre los soldados que lo custodiaban”. [23]

Llegada de la sección de Artillería de la columna del General Linares a Bejucal [24]

Los primeros obstáculos a los que se enfrentan las fuerzas dirigidas por el Generalísimo para entrar en Bejucal el 13 de enero de 1896, fueron los fortines localizados en la carretera de Beltrán y en la estación ferroviaria. Ese día alrededor de las dos de la tarde niños, mujeres y ancianos de este pueblo formaron parte de esa trascendental epopeya, cuando el General en Jefe ordena la retirada de todas las familias para el campo pues había decidido quemar la ciudad como único modo de rendir la guarnición enemiga.

“Esta orden se hizo imposible de cumplir..., el pueblo pacífico todo, rodeaba llorando y suplicando a nuestro jefe. Algunos de nosotros, vencidos por aquel conmovedor espectáculo también nos acercamos a él para suplicarle que desistiera de su empeño, cuando un grupo de niños saliendo de un colegio, se adelantó suplicante y con las manecitas extendidas hacia el general. Aquello fue más fuerte que el viejo; dos gruesas lágrimas rodaron por sus curtidas mejillas...” [25]

Es revocada la orden del Generalísimo pero ya se habían quemado algunas casas, establecimientos comerciales, un tren con veinte carros y una de las fortificaciones localizadas por el paradero del ferrocarril. Se apoderaron de caballos, bastante armamento y algunas cajas de parque. La tropa insurrecta se retira y acampa, en espera del desquite, como a una legua de la población en una finca conocida como El Palmar de Valdés.

Estación de Bejucal después de incendiada

Ese día se incorporan varios bejucaleños al Ejército Libertador, entre ellos Juan Delgado González nombrado posteriormente por el General Gómez como Capitán Reclutador de esa comarca. Además al frente de la caballería mambisa que hizo su entrada a Bejucal, estaban el Coronel Melitón Reynoso y el Teniente Joaquín Méndez Gispert, hijos de esta ciudad.

Francisco Campos Marquetti, farmacéutico, poeta y colaborador con la causa independista, no es natural de Bejucal sin embargo es considerado como un coterráneo adoptivo. Dentro de sus aportes estuvo el de brindar su casa (en la calle León entre Real y Armas, actualmente 14 entre 9 y 11) para establecer el Estado Mayor insurrecto aquel memorable 13 de enero de 1896 y entregar medicinas de su botica a los mambises.

El 14 de enero de ese año el General Gómez ordena nuevamente la marcha de la tropa hacia Bejucal donde durante la noche había llegado una columna española. Tratan de provocar al enemigo con un tiroteo pero los españoles no aceptan el reto y después de dos horas de inútil espera continúan rumbo a San Antonio de los Baños. El paso del Generalísimo por esta ciudad es una de las numerosas acciones realizadas por los insurrectos en territorio habanero, esto tuvo su incidencia en los habitantes locales.

Bejucal en el período de la Guerra del 95 fue zona de tránsito y de aclimatamiento para las tropas españolas que operaron en la zona, diferentes regimientos y batallones se asentaron en la localidad como:

  • Regimiento de Caballeriza Pizarro No. 30.
  • Regimiento de Caballería del Príncipe.
  • Regimiento de Caballería Expedicionarios de Borbón No. 4.
  • Regimiento de Caballería Alfonso Trece.
  • Regimiento de Caballería de Voluntarios Alfonso Doce.
  • Regimiento de Infantería Isabel la Católica No. 75.
  • Regimiento de Infantería España.
  • Regimiento de Infantería Numancia.
  • Regimiento de Infantería Albuela.
  • Regimiento de Infantería León No. 38.
  • Batallón de Cazadores de Arapiles.
  • Batallón de Albuela No. 26, Compañía Baleares.
  • Batallón de España No. 46.
  • Batallón de Numancia No. 74.
  • Batallón San Quintín No. 7.
  • Batallón San Sunitel, séptimo Peninsular.
  • Batallón Lancerote Peninsular.
  • Batallón Provisional de La Habana.
  • Batallón Provisional de Canaria.
  • Batallón San Agustín 4ta compañía.
  • Batallón de San Antonio de las Vegas.
  • Batallón de Voluntarios Urbanos.
  • Batallón de Voluntarios de Cazadores
  • Guerrilla de Infantería Local de Bejucal.

Como ya se ha dicho las fuerzas militares españolas fueron reforzadas tiempo después de la entrada del General en Jefe en el pueblo pero la creación de fuerzas mambisas dirigidas por Juan Delgado y Ricardo Sartorio no dejaron descansar al Ejército colonial con sus frecuentes acciones en toda la jurisdicción.

Es obvio que la construcción de fuertes militares no cumplió su objetivo al no ser capaces de detener la ofensiva mambisa, estos como las trochas no constituyeron un freno contra la invasión al occidente de la Isla y mucho menos para el desarrollo de la guerra en la Habana.

Muerte de Maceo y el rescate de su cuerpo por el Coronel Juan Delgado

Con los sucesos del 7 de diciembre de 1896 en San Pedro, Punta Brava, el Coronel Juan Delgado pasa a la historia de Cuba como el audaz rescatador de los cuerpos ya sin vida del General Antonio Maceo y de su ayudante el Capitán Panchito Gómez Toro. Ante la confusión por la muerte del jefe mambí, Delgado asume la responsabilidad de rescatarlo ignorando que a su lado yacía exánime el cuerpo del joven Panchito. Fue ese un momento de grandes riesgos donde tuvo que enfrentar el desconcierto y la sorpresa.

Con esa titánica acción él junto a otros 19 valientes combatientes que lo acompañaron ante el enérgico llamado “El que sea cubano y tenga valor que me siga”, salvaron la honra de Ejército Libertador. Con el objetivo de localizar cuanto antes los cadáveres, Delgado divide en pequeños grupos el destacamento voluntario para explorar el cuartón de Bobadilla. Finalmente tras la incesante búsqueda son hallados los cuerpos sin vida de Maceo y de Panchito que son llevados a la retaguardia y horas después culmina ese significativo episodio de la guerra con la transportación de los cadáveres hasta el Cacahual y su oculto entierro para evitar que cayeran en manos de los españoles pues significaban para el enemigo un gran trofeo de guerra.

El Coronel Juan Delgado los traslada hasta la casa de unos familiares. Después de identificarse le dice:


“Perico, levántate enseguida que tenemos algo grave que tratar. Poco después, impuesto Pedro Pérez del asunto, llama a sus hijos mayores y les encomienda busquen herramientas de cavar, y al más pequeño le manda ordeñar las vacas y llevar la leche al mercado (a Bejucal). Rumbo al lugar donde estaban los cadáveres, Pedro Pérez preguntó varias veces a su sobrino: Juan, ¿esto no lo sabe más nadie?

Sólo nosotros, Perico – contestaba Delgado insistentemente. En voz muy baja, ante los cadáveres depositados sobre la hierba húmeda por el rocío, sin más testigos que el claro centellear de las estrellas, díjole Juan Delgado a su tío.

Te entrego los cuerpos del general Maceo y de Panchito Gómez, hijo del General en Jefe. Murieron ayer tarde en un combate. Entiérralos de modo que jamás puedan los españoles encontrarlos, pues ya sabes que han de buscarle y no digas a nadie donde están hasta que termine la guerra. Cuando Cuba sea libre, lo comunicarás al Presidente de la República o al General Gómez.

Con las manos entrelazadas, Juan Delgado, Pedro Pérez y sus tres hijos Romualdo, Leandro y Ramón, finalizó este diálogo con el juramento de darle sepultura y guardar secretamente el lugar hasta llegado el momento propicio”. [26]

Tal suceso es conocido como el Pacto del Silencio (en la foto Romualdo, Leandro y Ramón Pérez) que fue cumplido por aquellos humildes campesinos bejucaleños en franco desafío a las represalias y ofertas del enemigo. Es un auténtico acto patriótico que revela el coraje y el amor por la patria de los cubanos dignos. Finalizada la contienda independentista fueron exhumados los cadáveres de esos dos patriotas, ante la presencia del Generalísimo Gómez que permaneció en Bejucal por un período de un mes y 28 días, en la casa No.45 sita en la calle Luna esquina a Armas (hoy calles 10 y 11). La edificación convenientemente amueblada le fue facilitada por el Ayuntamiento local a Gómez que venía al reencuentro con dos seres queridos.

En la localidad se preparó todo lo relacionado con la exhumación y con el panteón que por suscripción popular se construyó al efecto. Hacia el Cacahual el domingo 17 de septiembre de 1899 partió a las 12 del día desde el Liceo la peregrinación presidida por Gómez y el Estado Mayor del Ejército Libertador junto al Ayuntamiento y pueblo de Bejucal.

La muerte de Maceo constituye un difícil golpe para la lucha libertadora cubana, sin embargo la guerra continuó con hombres como el insigne mambí Juan Delgado. Entre las acciones combativas más importantes ejecutadas por las tropas de Delgado, una de las más osadas es el ataque a Arroyo Apolo. El Regimiento “Santiago de las Vegas” bajo las órdenes de ese bravo mambí lleva a cabo dentro del territorio de Bejucal un total de 19 combates, todas sus armas y pertrechos los adquieren arrebatándoselo al enemigo.

La muerte sorprende al Coronel Juan Delgado y a sus hermanos Donato y Ramón el 23 de abril de 1898 cuando iban rumbo a la finca Pastrana, en el Wajay.

“Son perseguidos sin tregua ni cuartel y cuando ya se creen a salvo surge otra fuerza enemiga que no había sido vista, por estar oculta. Se entabla un sin par lucha, los Delgado se baten al machete como fieras, pero al fin sucumben frente al número y armamento del enemigo que los acuchillea con ensañamiento, haciendo gala de un frenético salvajismo al machetearlos después de muertos hasta el punto de hacer imposible la identificación”. [27]

Juan Delgado y sus hermanos no fueron los únicos bejucaleños incorporados a la lucha emancipadora iniciada el 24 de febrero de 1895, otros hijos de esta tierra habanera pertenecieron también al glorioso Ejército Libertador donde por su actuación algunos alcanzaron grados militares.

Principales combates sostenidos por las tropas del Coronel Juan Delgado en zonas de Bejucal

A continuación se señalan los principales combates con sus fechas y lugares donde se enfrentaron las fuerzas del Ejército Libertador y el Ejército Español.

  • 8 de marzo de 1896. Fuerzas del Regimiento “Santiago de la Vegas” y otros de la 2da. Brigada al mando del Coronel Adolfo del Castillo hicieron su entrada triunfal en Bejucal donde se asentaba el Regimiento Pizarro bajo las órdenes del Coronel español Diego Figueroa.
  • 2 de junio de 1896. En la finca Gavilán contra fuerzas del Regimiento Pizarro al mando del Coronel español Diego Figueroa.
  • 5 de agosto de 1896. En la zona de Volcán contra el Coronel español Figueroa.
  • 25 de agosto de 1896. En las lomas de Ramos contra fuerzas del Regimiento español Pizarro.
  • 3 de septiembre de 1896. En la zona de Volcán contra la columna de Zabalza.
  • 27 de septiembre de 1896. En la finca Toledo contra la guerrilla de Quivicán.
  • 9 de octubre de 1896. En la finca Lealtad, encuentro con fuerzas del Comandante de Armas de la Salud.
  • 21 y 22 de octubre de 1896. En las fincas Pacheco y Coco Bolo contra el Regimiento Pizarro al mando del Coronel español Figueroa.
  • 16 de diciembre de 1896. Contra la guerrilla de Managua y la Columna Canaria.
  • 22 de septiembre de 1896. Contra la Columna Canaria en las lomas de Ramos.

Otros combates fueron:

  • Contra el Regimiento de Otumba en la finca de Jesús María.
  • Combate contra Melquizo en Loreto.
  • Combate contra la columna de Barbastro en la finca La Pita.
  • Combate contra la columna de la Guardia Civil en la finca Loreto.
  • Combate contra el General Arolas en la finca Gavilán Viejo.
  • Combate junto a Juan Bruno Zayas contra una columna española bajo el mando del Coronel Figueroa en la finca Santa Bárbara.
  • Combate contra la columna de Melquizo en la finca La Laguna en Buenaventura.
  • Combate contra la guerrilla de Rincón en la finca La Luisa.
  • Combate contra la Columna Canaria en la loma de Ramos.

Mambises destacados

Relación de bejucaleños nativos y/o por adopción que integraron las filas del Ejército Libertador:

  • Brigadier José González Curbelo ingresa en el ejército en agosto de 1898. Perteneció a las fuerzas del General Pedro Díaz y del General Juan Laronte de la Rosa.
  • Coronel Juan Delgado González ingresa al ejército el 13 de enero de 1896. Fue Jefe del Regimiento Mayía Rodríguez. Muere en combate el 23 de abril de 1898 en la finca “Pastrana”.
Monumento al Coronel Juan Delgado en Bejucal
  • Coronel Aurelio Collazo García, ingresa al ejército el 7 de diciembre de 1895, fue Jefe del Regimiento “Calixto García”. Muere en combate el 8 de mayo de 1896 en la Cunda, Güira de Melena.
  • Coronel Emilio Collazo García, ingresa al ejército el 15 de enero de 1896. Perteneció al Regimiento “Calixto García”.
  • Coronel Rosendo Collazo García, ingresa al ejército el 7 de diciembre de 1895 en el Regimiento “Calixto García”.
  • Coronel Melitón Reynoso Díaz, ingresa al ejército el 12 de septiembre de 1895 al Cuartel General de la Brigada Habana.
  • Coronel Juan José Gálvez, ingresa al ejército el 20 de enero de 1896 al Cuartel General de la Brigada Habana.
  • Comandante Alberto Collazo García, ingreso al ejercito el 15 de enero de 1896 al Regimiento Calixto García.
  • Comandante Donato Delgado González, ingresa al ejército el 1 de junio de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez. Muere en combate el 23 de abril de 1898.
  • Comandante Adolfo Viñas Alonso, ingresa al ejército el 11 de enero de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Capitán Vicente Delgado González, ingresa al ejército el 9 de febrero de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Capitán Ramón Delgado González, ingresa al ejército el 28 de marzo de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez. Muere el 23 de abril de 1898.
  • Capitán Remigio Pedroso González, ingresa al ejército el 13 de enero de 1896 al Regimiento de Cienfuegos. Muere el 2 de noviembre de 1958.
  • Capitán Catalino Collazo García, ingresa al ejército el 8 de julio de 1898 al Regimiento “Calixto García”.
  • Teniente Domingo Bacallao Salgado, ingresa al ejército el 11 de enero de 1896 al 5to. Cuerpo Habana. Muere de viruela en Cocodrilos el 2 de diciembre de 1897.
  • Teniente José Barrios López, ingreso al ejercito el 1 de enero de 1897 al Regimiento de Caballería Mayía Rodríguez.
  • Teniente Joaquín Méndez Gispert, ingresa al ejército en 1895 al Regimiento de Máximo Gómez.
  • Cabo Ramón Pensado Dueñas, ingreso al ejército el 8 de abril de 1896 al Regimiento de Caballería Mayía Rodríguez.
  • Cabo Lauro Viñas Alonso, ingresa al ejército el 1 de enero de 1897 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Cabo Estanislao Díaz Ruiz, ingresa al ejército el 11 de enero de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Cabo Juan Báez Gutiérrez, ingresa al ejército el 1 de febrero de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez. Muere en combate cerca de La Salud el 23 de noviembre de 1896.
  • Cabo Emilio Colón García, ingresa al ejército el 15 de febrero de 1896 al Regimiento Mahallah Rodríguez. Muere el 28 de marzo de 1946.
  • Cabo Eulogio Guerra Padilla, ingresa al ejército el 15 de febrero de 1896 al Regimiento de Infantería Gómez. Muere el 6 de julio de 1976.
  • Cabo Francisco Piloto Rubio, ingreso al ejército el 4 de febrero de 1896 al Cuartel General del Departamento Occidental.
  • Soldado Manuel Rodríguez Ruiz, perteneció al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Soldado Carlos Suárez Díaz, ingresa al ejército el 15 de abril de 1896 al Regimiento Habana.
  • Soldado Severino José González Figueroa, ingresa al ejército el 27 de abril de 1896 al Regimiento “Goicuría”.
  • Soldado Pablo Suárez Franqui, ingresa al ejército el 1 de septiembre de 1896 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Soldado Carlos Báez Villaroso, ingresa al ejército el 27 de mayo de 1898 al Cuartel General.
  • Soldado Jacobo Ortiz Ortiz, ingreso al ejército el 13 de enero de 1896 al Regimiento de Infantería Cárdenas.
  • Soldado Simón Delgado González, ingreso al ejército el 1 de marzo de 1898 al Regimiento Mayía Rodríguez.
  • Soldado Carlos González Castro, ingreso al ejército el 14 de junio de 1898 al Regimiento de Caballería Mayía Rodríguez.
  • Soldado Francisco Cartaza Hernández, ingreso al ejército el 1 de septiembre de 1896 al Regimiento de Caballería Mayía Rodríguez.
  • Soldado Francisco Bocanegra.
  • Soldado Luis Oramas.
  • Soldado Néstor López Calzadilla
  • Expedicionario Arturo Valdés (José Surí), ingresa al ejército en septiembre de 1897 al Regimiento Habana, procede de la expedición Cárdenas-Forrest con el seudónimo de José Surí. Muere de hambre pocos días después en la cueva de domingo.
  • Expedicionario Antonio Llerena Rodríguez. Venía en la expedición del vapor Mascotte, fue detenido y enviado a la prisión de Santander en España donde murió el 26 de octubre de 1896.

Reconcentración de Weyler

Las cifras numéricas de pérdidas de vidas humanas en ese período en la localidad, son reveladoras e impresionantes al igual que en el resto del país. Esto significó en muchas partes un aumento notable de fallecimientos y una disminución de los nacimientos. En total en Bejucal hubo 5021 muertos, 263 en el año 1896, 1339 en 1897 y 1019 en 1898. Entre las causas de muertes están la enteritis, tuberculosis, bronconeumonía, fiebre amarilla, lesión cardiaca, tétano, meningitis, cólera, viruela, disentería, tifus, fiebre infecciosa, paludismo y heridas de armas de fuego u objetos cortantes, entre otras.

Pero la Reconcentración no sólo desata epidemias, muertes y otras calamidades para los campesinos y para la población civil en general, sino también para el mismo Ejército español pues los efectos de esa inhumana medida no fueron selectivos y mucho menos controlados. En esta zona perecieron varias decenas de miembros de esa fuerza militar, alistados en diversos regimientos, batallones, compañías o guerrillas locales. En el año 1896 murieron 9 soldados; en 1897, 86 y en 1898, 21 para un total de 116 fallecidos. La mayoría de ellos causa baja por fiebre amarilla y el resto por otras enfermedades o por heridas con armas de fuego o instrumentos cortantes. [28]

Esta monstruosa disposición weyleriana que condenó a la muerte a miles de civiles fue en definitiva perjudicial, como ya se ha visto, para las tropas españolas y para sus planes. Numerosos campesinos ante la disyuntiva de ser reconcentrados o de ser libres, optaron por unir su suerte a la de los mambises por la independencia nacional.

Etapa neocolonial

El 16 de junio de 1900 se realizan las elecciones populares en Bejucal y el 1 de julio toma posesión del cargo de Alcalde Popular Francisco Campos Marquetti, natural de Matanzas, Doctor en Farmacia y sensibilizado con la causa independentista. A pesar de las adversas condiciones de los primeros años de la República, él mantiene una postura digna y honrada, establece los límites geográficos de Bejucal. Pertenecía al Partido de los Moderados que después toma el nombre de Liberal.

El 23 de marzo de 1903 renuncia Campos Marquetti, alegando que no eran compatibles el cargo de Alcalde y el que le fue concedido como Consejero Provincial para atender las circunscripciones de Güines y Bejucal. Asume el puesto Benito Pérez quien hasta la fecha había sido Teniente de Alcalde. Presenta su renuncia con carácter irrevocable Benito Pérez, el 15 de octubre de 1908. El 22 de octubre de ese año es elegido como Alcalde Avelino Rojas y García.

En 1911 se realizó un censo por todo el país a cargo de Carlos García Vélez y Augusto Casamayor Guerrero, para obtener datos de todos los pueblos cubanos, por lo que a continuación se muestra la situación general en esos años en el territorio bejucaleño. [29]

Bejucal comprendía la Ciudad, Quivicán, Pueblo y los caseríos de Güiro de Marrero y el paradero de los Ferrocarriles Unidos de La Habana y poseían una población de 12 048 personas de ellas 6533 varones y 5515 hembras.

Su alcalde era Mariano Robau de la Osa, de filiación política liberal y elegido el 1 de agosto de 1908 por el propio partido y reelegido el 1 de noviembre de 1912.

Existía para esas fechas una mina de asfalto que no estaba en explotación propiedad de los señores Aspuro y Cía.

Canteras para la extracción de piedra caliza y cal en Bejucal a principios del siglo XX

Por otra parte 195 industrias conformaban el panorama económico, de ellas 134 eran comercios diversos, 9 de profesiones y 52 clasificados como de oficios.

En cuanto a la ganadería existían 8540 cabezas correspondientes a 6335 de vacuno, 2055 caballos, 146 mulos y 4 asnos.

Las comunicaciones comprendían una Administración de correos situada en la calle 10 No. 37, Bejucal y la de Quivicán, ambas expedían giros postales. También una estación telegráfica existía en el mismo local del correo de Bejucal y otra de iguales características en el local de los Ferrocarriles Unidos de La Habana, que brindaban servicio público en Bejucal y Quivicán.

En cuanto a la telefonía existía una línea telefónica de la Cuban Telephone Company a corta y larga distancia, pública; y una particular de la Planta Eléctrica entre Batabanó y la Ciudad de Bejucal y otra en el Central “San Agustín” entre Quivicán y el Paradero del Ferrocarril.

Las comunicaciones terrestres y vehicular se garantizaban con cinco kilómetros de calles, de ellas 3 km pavimentados con aceras construidas por subasta de la Administración municipal por alrededor de un kilómetro, que se hicieron con cemento marca “Almendares” y arena de la playa de Marianao (La Habana)

Transporte público en la década de 1920 que cubría la ruta Víbora-Santiago-Bejucal-Quivicán

El orden público y las leyes se garantizaban con un Juzgado de 1era. Estancia e Instrucción y Correccional situado en Bejucal, un puesto de Guardia Rural, una estación de Policía con 13 policías municipales (cinco de caballería y ocho de infantería), con un jefe con el grado de Capitán y un segundo jefe que es Teniente. Un policía guarda jurado garantizaba el orden el central “San Agustín”. No existía Cuerpo de Bomberos.

La Sanidad Pública comprendía cinco médicos que ejercían en el término y con 4 farmacias, que atendían las poblaciones de Bejucal y Quivicán. El servicio de recogida de basura y otros similares era costeado por el Estado. Había un hospital civil nombrado “Santa Susana” en la calle 13 No. 83, costeado por sus fondos y el Estado que subvencionaba y presta servicios a los enfermos pobres.

Las sociedades estaban conformadas por el Liceo “La Fraternidad”, “Casino Español”, “Logia Unión”, Logia “Dr. Félix Varela” de carácter social y humanitario situados en la Ciudad de Bejucal. También existían gremios de trabajadores a Tabaco en rama; una Logia “Templo de la Virtud”, de señoras y señoritas dedicada a la educación moral y humanidad-social y un centro “Espirita”, denominado “Luz Divina de Dios”, de tendencias sociológicas.

Bejucal tiene un alumbrado eléctrico con 81 lámparas de 40 watts, 8 de 100 watts, y una de 600 watts. Se construyó el parque “Maceo-Gómez” y parque de la Iglesia.

Un acueducto particular cuyo dueño era el Dr. Isidro Zertucha, consistente en un tanque elevado de donde surte de agua la ciudad de Bejucal, por medio de pipas para detallarlas a las casas, por latas.

En lo cultural existía el teatro “Zertucha” en la calle 8 de Bejucal. Un elemento curioso es que tenía una banda infantil de música con 30 individuos. La educación estaba respaldada por solo 9 escuelas, dos de varones, dos de hembras y cinco mixtas, así como un colegio de niñas dirigido por las Hermanas de la Caridad y uno mixto de primera enseñanza.

Los hoteles “El Cuba” y el “Central” se ocupaban del hospedaje de visitantes y pobladores de Bejucal. En todo el territorio no existían bibliotecas, museos u otras instituciones docentes y culturales.

No existían bancos de ningún tipo.

Sistema educacional y el de sanidad pública en los albores de la República

La enseñanza privada en Bejucal, al igual que en todos los pueblos de Cuba, se concentraba en pequeñas escuelitas en los hogares, de determinadas familias cultas, que impartían la cartilla, las tablas y lo más rudimentario, sin afán de lucro, sólo animadas por el deseo de enseñar.

En los primeros años de la República son célebres las escuelitas de las señoras María Calzada y María Torra, en la calle 13. Después Margarita Pou, en la calle 11, y la de Isabel Campos de Acosta.

Se escribía entonces en pequeñas pizarritas, con creyones apropiados. Surge, en los primeros años del siglo, la enseñanza privada religiosa, en el Colegio Nuestra Señora de los Desamparados, unido al Asilo Santa Susana. Es ésta una escuela para personas acomodadas en la que a su vez se estudia música y alta costura.

En la segunda década del siglo XX se abre en Bejucal la Academia de Antonio Márquez Palo, en la calle 7 entre 20 y 22, allí se reúnen todos los jóvenes de posición que se preparan para ingresar en centros educacionales de la capital. Se llama esa Academia “Más Luz”. Posteriormente compite con esa Academia, la del Dr. Francisco Almodóvar. Cerradas estas Escuelas surge la Academia “Liceo Juvenil” dirigida por la Srta. Cesa Acosta, que formaba parte del alumnado de las Academias antes citadas. También, por esa época, se abre la Escuela Santa Isabel, dirigida por la Señora Isabel Campos de Acosta.

En la calle 14, funciona una Academia dirigida por los recién graduados maestros normalistas: Sergio Rodríguez y Miguel Angulo. También ofrece clases privadas en su hogar en la calle 9, el Dr. Ignacio Travieso Figueras, de grata recordación para todo bejucaleño que ame lo culto y progresivo del terruño natal.

En cuanto a los servicios bibliotecarios como tal no existían, había bibliotecas en diferentes sociedades, pero las características de estas limitaban los servicios a los asociados. Con carácter más accesible se encontraba la que funcionaba en el Centro Obrero. También en los centros escolares funcionaron algunas de importancia como la de la Escuela Primaria Superior.

La atención médica se circunscribía a la Casa de Socorros y algunas consultas particulares. Dicha casa se encontraba en la calle 12 entre 13 y 15, ocupando parte del edificio del ayuntamiento. El personal de asistencia estaba integrado por el Doctor Florencio Nodal; Rafael Borroto como dentista y como enfermero Roger López; distribuidos en dos consultorías que prestaban servicios de primeros auxilios y de estomatología.

La discriminación racial se dejó sentir en todas las esferas de la vida social. En 1951 la sociedad de negros “La Fraternidad”, solicita al Ayuntamiento la petición al Congreso sobre la aprobación del Proyecto ya presentado contra la discriminación racial. Dentro de los concejales más progresistas del Ayuntamiento se encontraba Atilio Travieso, miembro del PSP y que en este momento hace suya la petición.

Tornado de 1940 en Bejucal

Este tornado que azotó la localidad de Bejucal el 26 de diciembre de 1940 fue considerado como categoría F-4. El fenómeno meteorológico se presentó de manera imprevista a las seis de la tarde de ese día, apenas horas después de las Charangas de Bejucal, una de las fiestas populares más antiguas de Cuba que celebraban por entonces su centenario.

Vista aérea del poblado de Bejucal donde se aprecian los destrozos causados por el tornado que lo afectó con vientos estimados de 350 kilómetros por hora. Foto: Revista Carteles

Causó 13 muertos y 250 heridos en un recorrido de siete kilómetros y con un ancho aproximado de 500 metros, con dirección de sur a norte. La velocidad del viento era mayor de 220 km/h (se estima pudo haber llegado hasta 350km/h). Fueron dañados seriamente varias decenas de viviendas y el hogar de ancianos Santa Susana.

De acuerdo con los testimonios de algunos vecinos de esa población, el meteoro penetró, aproximadamente a las cinco y treinta de la tarde, golpeando severamente las viviendas en las calles 13 y 15.

La fuerza de los vientos estimados en 350 kilómetros por hora, destruyeron numerosas casas en las calles 13 y 15 de Bejucal. Foto: Revista Carteles [30]

Recuerda una vecina que primero sintió un fuerte trueno. Se ennegreció el cielo y llegó la tromba precedida de bolas de fuego que subían y bajaban en el aire.

Otros afirman que el meteoro tenía forma de una nube negra. Que subía y bajaba envolviendo y destruyendo lo que encontraba a su paso. Que era una manga de viento larga y fina, procedente de una nube negra, como si fuera “el rabo del diablo”, destruyendo las casas a coletazos.

La Revista Carteles hizo la siguiente reseña:

La capacidad destructora del meteoro se evidenció en el Hospital de Bejucal, viejo y fuerte edificio, de robustas paredes y gruesas vigas. De esta construcción apenas quedaron en pie tres de las cuatro paredes de la capilla; el resto se vino abajo, causando cuatro muertes e hiriendo a numerosas personas.

En algunos lugares inmediatos a Bejucal se sintieron también los efectos de manga de viento o tornado, pero no es posible seguir con precisión la ruta del meteoro porque éste, por lo visto, no siempre tocaba la tierra.

Un gran platanal fue destruido completamente, arrasado, limpiado, sin que se vean sobre el terreno restos siquiera de los plátanos. La finca inmediata no sufrió daño alguno. Pero poco más allá se encuentran dos bohíos reducidos literalmente a polvo.

Partido Socialista Popular (PSP), la Juventud Socialista y la Federación Democrática de Mujeres Cubanas (FMDC). Estructura y principales dirigentes

Desde 1944 comienza una nueva etapa de lucha para estas organizaciones y sus colaterales, quienes eslabonaron a los pioneros comunistas de la localidad bejucaleña, a pesar de decenas de años de labor en condiciones de clandestinidad o semiclandestinas como estuvo la FMDC. En 1952 ya se habían librado múltiples combates por la emancipación nacional del neocolonialismo yanqui, organizados y liderados por dichas organizaciones.

Con el Macartismo [31] no quedaron muchos militantes comunistas en Bejucal, la población estaba permeada de prejuicios elaborados exquisitamente por los medios masivos de comunicación y los crímenes cometidos contra sus dirigentes nacionales y de base lo que causaba cierto temor y retraimiento, ejemplo de ello fue la expulsión de varios obreros de sus centros fabriles como por ejemplo a Pedro González de la fábrica Soltex, a Lenio Jiménez y Vicente Monzón que los expulsaron por querer organizar el Sindicato Unitario (1947-1952), a Kiko Cruz y Sergio Pérez Bernal de la Fábrica Partagás, ubicada en la capital y a Evelio Quicuti de la fábrica H. Hupman, entre otros.

Atropellos, vejaciones y torturas le siguieron, tanto de tipo moral como física, sufriendo las mismas Felipe Rouco y Kiko Cruz, quien fuera Secretario del PSP desde 1954 a 1958, sustituido más tarde por Felipe Rouco Alonso, destacándose además en la dirección de dicha organización política Osvaldo García y René Luis Macías, junto a valerosas mujeres que ocuparon cargos en la Federación Democrática de Mujeres Cubanas como lo fueron Margot de la Paz, Carmela Teseira e Isabela Lamas.

El Comité Clandestino Municipal del PSP lo integraron: Ángel María Pérez de Armas, Osvaldo García y René Luis Macías que atendía directamente la agitación y propaganda del PSP Municipal con numerosas células de militantes.

Es necesario destacar que esta estructura variaba considerablemente, dada la feroz persecución, es decir los cambios de responsabilidades y la estructura a veces no la podían desempeñar cabalmente.

Mirador de la Loma del Padre Testé

En lo se conoce como “Loma del Padre Testé”, puede ser apreciada una torre sin iglesia que tiene aproximadamente unos 12 metros de altura, la cual funciona como mirador para visualizar toda la villa y fue creada durante los años 50 por Monseñor Ismael Testé y Pérez quien fuera párroco en Santiago de las Vegas y Bejucal y fundador de la mencionada obra benéfica en favor de la educación y acompañamiento a jóvenes y niños desamparados.

Lucha insurreccional. Dictadura de Batista (1952-1958)

Luego del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, el Partido Socialista Popular y el Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo, a pesar del empeño no unitario de Eddy Chivas, lograron enfrentarse al Macartismo, el que llevaba una carrera anticomunista y divisionista del movimiento obrero, asaltando los sindicatos, encarcelando y expulsando a los trabajadores. Líderes como Atilio Travieso, y Kiko Cruz, ambos del PSP, así como José Díaz, (del Partido Ortodoxo), fueron destacados en estas líneas combativas.

Salomé Valiente, Carmela Teseira ambas despalilladoras, así como Esperanza Rodríguez, líder textil, Zoila Ávila de la izquierda sindicalista, Pedro Báez y María Rodilla, fueron considerados los primeros comunistas del territorio bejucaleño.

En Bejucal la protesta por el golpe de Estado fue apoteósica, pues los miembros del Partido Socialista Popular y el Ortodoxo, además de Concejales de tendencia auténtica y de partidos tradicionales y politiqueros como el Demócrata, representados por Atilio Travieso (PSP), Roberto Mederos (Ortodoxo), Dr. Pamelio Sosa y Jesús Rouco (P. Demócrata), así como Aureliano Sánchez Arango de la Organización Auténtica (OA) se reunieron en el Ayuntamiento junto a unas 150 personas, para renunciar a sus bancadas municipales junto a gritos de protestas dentro y fuera del recinto, lanzando centavos prietos (quilos americanos), como símbolo de la venta de sus ideales al que firmara los estatutos batistianos.

La actividad eleccionaria de Batista después del Golpe en 1952, estaba bien pensada, tenía previsto unos estatutos donde llamaban a todos los partidos representados en los Ayuntamientos, a su apoyo con sus firmas, ya sea por los representantes directos o sus Concejales de cada municipio del país.

Otras represiones contra hombres y mujeres ortodoxas y comunistas estuvieron dirigidas a sus locales de reuniones del PSP situado en la calle 11 esquina 8 y el ortodoxo en la calle 9 #809), los que fueron atacados y destruida parte de la documentación y el inmueble.

Antecedentes del Movimiento 26 de Julio y la clandestinidad

Antes de los sucesos del Moncada el 26 de julio de 1953, la Juventud Socialista en Bejucal lanza un manifiesto donde acusan abiertamente al gobierno, el mismo lo firman Vicente Monzón, Lenio Jiménez y Alberto Morffi de la Juventud Socialista, así como Manzano y Mario Endemio Díaz, ambos del Partido Ortodoxo. Otra actividad importante lo fue la visita de Fidel al local de los ortodoxos y la casa de los hermanos Quinteros, quienes los apoyaron en la realización un mitin en la calle 7 esquina 10, donde asistieron otros líderes, junto a una buena representación de bejucaleños.

Posteriormente un pequeño y seleccionado grupo conformado por Juan Ramón López Fleitas, Carlos Manuel Suárez, José Manuel Jiménez, Oscar Balmori, Cirilo Arriera y Carlos Mérida González, (estos dos últimos abandonaron el país), realizan prácticas de armas en la Universidad de La Habana junto a varios jóvenes dirigidos por Fidel, mucho de los cuales serían los protagonistas de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

En 1953 a pesar de las incomprensiones de métodos para actuar contra el régimen imperante, los comunistas y compañeros de otras organizaciones y partidos, libraron decenas de combates propagandísticos, movilizaciones, y acciones. Después de los hechos del Moncada aumenta la represión contra los revolucionarios, quienes en la clandestinidad continúan con la lucha.

La Historia me Absolverá, su repercusión en el territorio

La primera edición del documento fue traída desde Santiago de las Vegas por los compañeros: Dr. Felipe Soto Padrón, José Manuel Jiménez, Carlos M. Suárez y Juan Ramón López Fleitas en 1954, al parecer fue depositada cerca de la estación del ferrocarril de aquel pueblo, siendo hallada de imprevisto y trasladada por dichos compañeros hacia Bejucal, distribuyéndose alrededor de 90 ejemplares. Uno de ellos llegó al Comité del Barrio 4to de la Juventud Socialista en la calle 16 entre 5 y 7, en la casa de Lenio Jiménez, donde se efectuaron varios círculos de estudios con dicho material. En estas reuniones asistían los compañeros Eulalio Hernández (Tatica), Alfredo de la Luz Baluja, los hermanos Bocanegra, Juvencio Porcel Acosta y Alberto Morffi.

Muchos de los ejemplares de La historia me absolverá fueron pedidos por Vicente Monzón de la Dirección Provincial del (PSP) en la Habana Campo. Orientado a través de Roberto de la Osa de San Antonio de los Baños, suspender los círculos de estudio sobre estos temas, continuando con los análisis sobre los Fundamentos del Socialismo en Cuba.

Formación del Movimiento 26 de Julio (M-26-7)

En 1955 el país contaba con 6 provincias, en el caso de La Habana. La Dirección Nacional del M-26-7 decide dividir la provincia en tres regiones Este, Oeste y Centro, adicionando a este último el municipio de Boyeros. Para ello nombra como Coordinador de Habana Campo a Feliberto Zamora Ramos y los dirigentes Nilda Ravelo y los Hermanos Mejías.

En la región Este, asume como Coordinador el compañero Héctor Ravelo y como dirigentes provinciales Orbeín Hernández (fallecido) y Genaro Hernández, ambos asaltantes del Moncada, además la compañera Violeta Rodríguez (fallecida) y Erasmo Calzadilla.

Como Jefe de la Brigada Juvenil Provincial es nombrado el compañero Humberto Torres (Fonseca), quien selecciona a Eduardo García González como Jefe de la Brigada en el Municipio por sus condiciones revolucionarias y temerarias.

A finales del mes de mayo de 1955, Bejucal es visitado por los compañeros Ñico López, Armando Hart, Feliberto Zamora, Nilda Ravelo y Humberto Torres (Fonseca) entre otros dirigentes del M-26-7, con el objetivo de organizar este movimiento en la localidad, el cual queda conformado por miembros del Partido Ortodoxo, algunos jóvenes del Partido Socialista y otros sin tendencia a ningún partido. El mismo presenta una estructurada en la Dirección Municipal de la siguiente forma:

  • Jefe del M-26-7………………….Carlos M. Suárez.
  • Financiero………………………..José M. Jiménez.
  • Financiero………………………..Cirilo Arriera.
  • Jefe de la Brigada Juvenil……….Eduardo García González.
  • Jefe de Acción y Sabotaje……….Oscar Balmori.
  • Jefes de Grupos………………….Juan Ramón López Fleitas y Orestes Santa Cruz.

Primeramente se constituyó un núcleo central en el municipio que se transformó en células constituidas por centros de trabajo, e integrada por: Héctor Vasallo, Oscar Echazabal, Jorge Negrín, Roberto Macías, Oscar Balmori, los hermanos Quintero, Romelia Negrín, Juan Aruca, Nirma Díaz, Josefina Campos, Eloina Martínez (abandonó la lucha y el país), Orestes Santa Cruz, Eduardo García, José Miguel Guerra, Juventino Trujillo, José Rodríguez (abandonó el país), Liberto Búa, Cirio Búa, Manuel Herrera Rabal (Guirita), Ismael Hernández, Narciso Llanes, Rafael Luis (El mulo), Rogelio Méndez Acosta (fundador), Osvaldo Nodarse, Orestes Santa Cruz Chaviano, Armando Gandula, Osvaldo Trujillo Llanes, Oliverio Soca (Belloco), Roberto Quiñones, Ribaldo Sosa Morales, Lázaro Muñoz, Evaristo Rodríguez Lorenzo (fundador), José M. Rosquete (abandono del país), y Secundino Hernández Calvino y Hernán Bernal (traidores al proceso revolucionario)

Ficha original realizada a Orestes Santa Cruz Chaviano en su detención por el Buró de Investigaciones de la PN, el 1 de abril de 1957

La propaganda y las diferentes acciones llevaron aparejados enfrentamientos y torturas innumerables como las recibidas por Eduardo García, José M. Jiménez, Orestes Santa Cruz, Héctor Vasallo, Oscar Echazabal, Luis Quintero y Enrique Rodríguez (Tabaquito). [32]

Desde junio de 1955 hasta principios de 1956, el trabajo se centró en la organización y lineamientos revolucionarios para fortalecer el recién creado MR-26-7.

Combatientes del Movimiento 26 de Julio

El 18 de noviembre de 1955, en protesta a la falta de agua en Bejucal es tomado el ayuntamiento por el pueblo, convirtiendo esta manifestación en una protesta antiimperialista. La misma fue organizada por el (PSP) junto a los compañeros del Movimiento, entre los que se destacaron: Carlos Manuel Suárez, José Manuel Jiménez (M), Osvaldo Díaz, Héctor Vasallo, Cirilo Arriera, Vicente Monzón, Lenio Jiménez, Luis Romero, Dr. Felipe Soto Padrón, Kiko Cruz, Ismael García, Margot de la Paz y Juan Ramón López Fleitas (PSP), entre otros.

El 9 de marzo de 1956 un grupo de combatientes compuestos por José Manuel Jiménez, Carlos Mérida (abandonó el país), Osvaldo Díaz, Carlos M. Suárez y Juan Ramón López Fleitas entre otros, miembros de la JS, el PSP y el M-26-7, se reúnen en el Casino Español de Bejucal para organizar un guateque campesino con el objetivo de recaudar fondos para enviárselos a Fidel quien se encontraba en México en los preparativos de la expedición del Granma.

Para esta actividad fueron invitados El Indio Naborí, Angelito Valiente, Adolfo Alfonso y Eulalio Montesinos entre otros poetas, recaudándose alrededor de $ 600.00 pesos, los que fueron entregados a Ñico López.

En una reunión celebrada el 14 de septiembre de 1956 en casa de la compañera Nilda Ravelo en el Reparto Baluarte en Mazorra, donde se encontraba presente el Coordinador Provincial del M-26-7 Filiberto Zamora Ramos, se le orienta a Eduardo García González y a Oscar Balmori, miembros del M-26-7 en Bejucal que traten de resolver algunas armas con el objetivo de preparar militarmente a los compañeros que fueran seleccionados para efectuar acciones previstas en el municipio, creando las condiciones para un enfrentamiento contra el régimen batistiano. A partir de este encuentro se logran reunir varias armas, escopetas de caza, revolver, etc. además de varios cartuchos de dinamita y numerosos cócteles Molotov, así como alcayatas y propagandas.

En el mes de octubre de 1956, la Dirección Municipal del M-26-7 recibe la orden de la Dirección Provincial de ir a recoger un puñado de armas en un lugar determinado. Siendo los compañeros Oscar Barmori y Evaristo Rodríguez los encargados de esta tarea, quienes las trasladan para la Finca del campesino Bernal en el barrio de Santa Bárbara, donde son escondidas en un lugar seguro una ametralladora Thompson, una Carabina M-1, un fusil San Cristóbal, un fusil Springfield y una pistola de 9 mm (de Oscar Echazabal).

Posteriormente la Dirección Municipal del M-26-7, ordena trasladar las armas para la Finca Ofelia en la zona del Caguazo, debido a las condiciones geográficas del lugar, favorables para efectuar la preparación militar y la cercanía de esta finca con la localidad. Establecido el armamento, comienzan los entrenamientos, Oscar Balmori y Evaristo Rodríguez instruyen a Eduardo García, Pedro Rosquete y a Rafael Luis en el manejo de las armas, logrando buenos resultados en la preparación del personal seleccionado. El trasiego de personas a la finca Ofelia y el pretexto de ir a bañarse al río o de cacería, no sirve de justificación.

Es por ello que a los pocos días la Dirección Municipal del M-26-7 decide trasladar las armas a una finca cerca del pueblo de la Salud, siendo los encargados de esta tarea los compañeros Oscar Balmori y Lázaro Muñoz.

El día 27 de noviembre de 1956, Zamora Ramos y Nilda Ravelo de la Dirección Provincial Habana Campo, citan con carácter urgente a la Dirección Municipal del M-26-7, para informarles sobre la acción prevista para el 30 de noviembre, ya que ese día se espera la llegada de Fidel por la parte oriental del país con un grupo de revolucionarios, con el objetivo de llegar a la Sierra Maestra para dar inicio a la lucha armada contra el régimen del tirano Batista. De inmediato, según las orientaciones recibidas, se preparan varias acciones para ser ejecutadas el día 30 de noviembre en Bejucal, las que debían comenzar con la perdida de la luz eléctrica a las 20 horas, responsabilidad que asumirían los compañeros del M-26-7 de Santiago de las Vegas.

Llegado el día 30 de noviembre en las primeras horas de la mañana, se recibe la contraorden que por razones imprevistas, hay que suspender las acciones, trasmitiéndoles a los Jefes de Grupos que se mantengan con sus hombres encuartelados en sus respectivas casas, en espera de nuevas instrucciones. En la mañana del 1 de diciembre se recibe la orden de realizar las acciones planificadas para el domingo 2 de diciembre, por lo que cada grupo de forma individual o de dos en dos, atravesando fincas y nunca por las carreteras fueran concentrándose en el bohío del Caguazo, donde recibirían las últimas instrucciones.

Al amanecer del 2 de diciembre de 1956 se efectúan disparos con distintas armas en las zonas urbanas, para amedrentar a los esbirros y descontrolar a las patrullas militares del Ejército y la Policía. Son incendiadas dos casetas del reparto Tres Minutos, en una se encontraban los planos de la obra y en la otra la oficina del cable coaxial. Se regaron alcayatas en las distintas carreteras aledañas al pueblo y en las calles principales del municipio. Además de distribuir propaganda en todas las partes céntricas del pueblo y carreteras aledañas, llegando hasta las fincas más cercanas y explicándole al campesinado el porqué de estos hechos.

De todas las acciones realizadas, la que más impactó a la población fue la quema del transporte público de la línea de Santiago de las Vegas a Quivicán, en el tramo de Cuatro Caminos a la entrada de Rancho Recreo.

Esto se planificó de la siguiente forma: dos compañeros se mantuvieron ocultos en la cuneta y los otros dos pararían el ómnibus, así los cuatros combatientes abordaron la guagua, tres de ellos tenían pistolas y ordenaron al chofer la detención de la marcha, se le explicó a los pasajeros el objetivo, que era el inicio de la lucha armada del M-26-7 a nivel nacional y la llegada de Fidel a Oriente. Seguidamente se procedió a la quema del ómnibus vacío, que se realizó con la dispersión de cuatro o cinco Molotov y algunos disparos que se le hicieron al tanque de petróleo, comenzando así el fuego.

Con antelación a la quema del ómnibus, este grupo debía cumplir otras misiones, la que no pudo llevarse a efecto por ser sorprendidos por la Guardia Rural en un campo de tomate, perdiéndose en la retirada la mayoría de los cócteles Molotov.

Un segundo ómnibus de la línea Govea–Bejucal, fue quemado parcialmente por otro grupo del M-26-7 cuando este se encontraba estacionado en la calle 19 de nuestra localidad. Esta fue una de las últimas acciones realizadas el día 2 de diciembre. Momentos después los atacantes abandonaron Bejucal sin dificultad.

Los días siguientes a estas acciones, el régimen batistiano, con sus esbirros, efectuaron registros, detenciones en casas de distintos compañeros. La mayoría de los revolucionarios se mantuvieron escondidos en la Loma del Guanche en Bejucal, donde fueron protegidos por el campesinado, en espera de nuevas órdenes.

En el caso de la Dirección del Movimiento, Suárez, José Manuel Jiménez, Juan Ramón López Fleitas, Armando Gandula y Héctor Vasallo, tienen que pasar a la clandestinidad, por lo que se hace necesario nombrar nuevos dirigentes, siendo seleccionado como Coordinador Municipal a Eduardo García González, quien junto a otros compañeros realizó múltiples sabotajes y combates urbanos, es decir acciones de todo tipo contra la dictadura batistiana.

Una de las más arriesgadas lo fue la ocurrida en la segunda quincena del mes de febrero de 1957 en la inauguración de la Feria Ganadera de Rancho Boyeros donde se esperaba que fuera visitada por el Presidente Fulgencio Batista.

En tal sentido se apertura la causa 203/57 del 25/02 /1957 por el delito contra los poderes del estado, a los miembros del M-26-7 Acusados: Eduardo García González, Oscar Balmori Ruda, Teodomiro González Betancourt, Cirilo Arriera Díaz y otros.

Como consecuencia de la repercusión que tuvo esta acción, días después fueron detenidos cuatro jóvenes bejucaleños implicados en estos hechos. Rogelio Méndez, Miguel Guerra, Eduardo García e Isidro Trujillo fueron llevados al Buró de Investigaciones y de allí al Castillo del Príncipe.

Luego de varios meses de presidio, estos combatientes habaneros tuvieron el honor de ser partícipe junto a Faustino Pérez o Sergio González (el Curita) entre otros de la más masiva huelga de hambre que hayan convocado los presos políticos durante la dictadura de Batista. Transcurrido algún tiempo los presos implicados con la huelga de hambre fueron trasladados al Presidio de Isla de Pinos, puestos en las mismas galeras de los presos comunes, sufriendo los mismos atropellos.

Otras actividades revolucionarias que fueron investigadas por los órganos represivos de la Tiranía batistiana y que fueron radicadas como causas judiciales fueron las siguientes:

  • Causa 324/57 de abril de 1957 por el delito de Estragos por la Explosión de un petardo Cía. Confecciones Bejucal S.A. No hubo acusados.
  • Causa 328/57 radicada el 22 de abril de 1957 Bejucal por el delito de Desorden Público y Propaganda subversiva. Acusado: Erasmo Batista y García
  • Causa 507/57 radicada en junio en 1957 Bejucal por el delito de Estragos. Explosión de un petardo en la carretera del cementerio de Bejucal. Acusado: Pablo Noriega Chernicharo.
  • Causa 573/57 radicada en junio de 1957 por el delito de Estragos. Explosión de un petardo en la Calle 7 Esquina a 8 Bejucal. No hay acusados.
Incorporación de bejucaleños al Ejército Rebelde

En los primeros meses de 1958 cuatro bejucaleños superando obstáculos, llegan a la Sierra Maestra para incorporarse al Ejército Rebelde, José Manuel Jiménez y Juan Ramón López Fleitas escalan las empinadas elevaciones orientales con la tropa de Delio Gómez Ochoa, acompañados además por Aereopajito Montero y Derminio Escalona quienes fueron posteriormente Capitán y Comandante del Ejército Rebelde, respectivamente.

Ya en las estribaciones de la Sierra Maestra, Jiménez presenta una grave enfermedad (disentería), siendo trasladado por orden de Delio Gómez Ochoa hacia la Clínica de Vallejo y Fajardo en Manzanillo, posteriormente es trasladado a La Habana, donde es detenido y torturado como consecuencia de una traición por parte de un integrante del M-26-7.

Por gestiones de algunos combatientes del M-26-7 y el PSP, José Manuel Jiménez fue custodiado por el S.I.M hasta Boyeros y de ahí, enviado por vía aérea a México. Juan Ramón López Fleitas, por su parte se incorpora a la Columna 9 “Pepito Tey” que estaba al mando de Belarmino Castilla Más, teniendo como Jefe de su pelotón al Capitán Antonio Enrique Luzón Batlle. Por su conducta y actitud ante el combate es ascendido a teniente, grados militares que obtiene después del ataque al cuartel de Ramón de las Yaguas.

Por orden del Comandante Raúl Castro es nombrado Jefe de la Columna “Enrique Hart”, organizando el frente Habana-Matanzas, muere el día 6 de enero de 1959 en un accidente automovilístico, es ascendido póstumamente a Comandante.

Eduardo García González se incorpora al Ejército Rebelde a mediados de 1958, ingresando a la Columna 17 Abel Santamaría del Segundo Frente Oriental Frank País, bajo las órdenes del Comandante Antonio Enrique Luzón, participando en diversas acciones como la toma de Songo-La Maya, San Luis etc. Miembro de una Brigada Móvil y con grados de Teniente participa en la toma de Sagua de Tánamo, cayendo en esta acción el día 23 de diciembre de 1958, después de su muerte es ascendido a Capitán Cirilo Arriera es otro bejucaleño que se traslada a las zonas orientales, ya en la Sierra Maestra decide regresar a Bejucal, desvinculándose del M-26-7. Después del triunfo de la Revolución abandonó el país.

En octubre de 1958 el Departamento Militar del PSP de Habana Campo orienta, la formación de un grupo de guerrilleros en Bejucal con el objetivo de apoyar el paso de la Columna de Camilo Cienfuegos por La Habana, rumbo a Pinar del Río. Para ello Felipe Rouco del PSP se entrevista con Severo Aguirre el cual le da las orientaciones precisas. Después de un detallado análisis se decide enviar desde La Habana a los miembros del PSP Reinaldo Rodríguez López (Estrella) y a Laureano Martín Casanova para que asuman la tarea de formar una guerrilla en las Lomas de Bejucal con algunos jóvenes campesinos de la zona, armados como escopetas calibre 12 y viejos revólveres (Vizcaínos). Este núcleo guerrillero operó por la zona del El Chapapote y las Lomas del Guanche donde establecieron puntos operativos.

Revolución en el poder

Primeras transformaciones

El 31 de diciembre de 1958 salieron los mencionados escopeteros de las lomas, desarmando a varios guardias y policías que venían de la zona de Quivicán, utilizando los propios medios de transporte del enemigo para marchar en caravana hacia Bejucal.

La toma del poder político en Bejucal se centró en lograr la rendición del Escuadrón 54 de la Guardia Rural del régimen de Batista, que tenía jurisdicción hasta Batabanó, incluyendo La Salud, Quivicán, San Felipe y todos los barrios de esas localidades. Ocuparon además, la Estación de Policía, Zona Fiscal, Ayuntamiento (sede de la Alcaldía Municipal), Oficina de Correos, Junta Electoral y otros puntos o dependencias estatales.

Se tomaron todas las entradas al municipio, bajo la dirección del Movimiento 26 de Julio, con la ayuda del Partido Socialista Popular y una naciente y mal entrenada guerrilla dirigida por la organización marxista, que dado lo precipitado de la caída de la tiranía, no alcanzó la cohesión interna y unidad con la fuerza rectora del Movimiento 26 de Julio.

Ya en la localidad, con la ayuda de los militantes del M-26-7 y el PSP, gran parte del pueblo y en especial el apoyo de Luis Romero quien con un carro altoparlante exhortaba a los miembros del Escuadrón 54 a que depongan las armas cumple el objetivo deseado. El Cuartel de la Guardia Rural el día 2 de enero de 1959 cede ante el pueblo, el último reducto de las fuerzas batistianas deja de existir.

El Jefe del Escuadrón 54 fue apresado en Ciudad Libertad (Columbia) por indicios del Capitán Ramón Dónate, oficial del Ejército pero desafecto al régimen batistiano desde la década del 30, quien estudió en Estados Unidos, y siempre fue un gran simpatizante del proceso revolucionario y nativo de Bejucal, con un hijo que era Policía Nacional y perteneció o ayudo al PSP: del municipio y militante del Partido Comunista de Cuba. El capitán batistiano fue juzgado y condenado a 75 años de prisión y en Isla de Pinos fue asesinado.

El segundo al mando del Escuadrón 54, Teniente Armando Elejalde, fue capturado por fuerzas del M- 26-7 y condenado a 20 años de prisión. Se le conmutó la pena por haber enfermado en el centro penitenciario. Otros militares fueron juzgados y no hallados culpables.

El 2 o 3 de enero de 1959 fueron nombrados, para asumir el Gobierno Revolucionario del municipio, tres comisiones, todos del M-26-7, José Rodríguez (apátrida), Juventino Trujillo y Carlos Manuel Suarez (fallecido), así como el Jefe del Escuadrón 54, Capitán Lázaro Muñoz, del M-26-7 y el Jefe de la Policía Revolucionaria, Isidro Trujillo Hernández.

En esa etapa, el Coordinador Municipal del M-26-7 era Oscar Echazabal Carballo; el Secretario del PSP, Felipe Rouco Alonso; y el Presidente de la Juventud Socialista, Osvaldo García (fallecido). Algunos elementos de la Organización Auténtica y la Juventud Católica, sin verdadera conciencia revolucionaria, se integraron a las filas del M-26-7 y la Juventud Socialista en esta etapa. Cesó en su cargo el Alcalde Municipal, Emilio Acosta Campos, conocido por “Cusa”, y también los 15 Concejales que integraban el Gobierno Municipal, así como más de 400 elementos, entre miembros del Ejército, Guardia Rural, Policía Nacional, Policía Municipal y empleados y “botelleros” de la administración municipal. Al Alcalde, Acosta Campos, no se le pudo probar por los peritos el desfalco cometido en el Gobierno Municipal, y posteriormente se marchó del país, legalmente, y falleció en Estados Unidos. Más adelante se probó que el desfalco ascendió a 14,000 pesos.

Transcurrido algunos días el cuartel de Bejucal es visitado por los Comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos quienes hicieron los cambios pertinentes, para ganar en organización y unidad de acción, realizando sustituciones como la del Capitán Estrella y otros abnegados militantes del Movimiento con poca capacidad política, por el Capitán Gerardo Nogueras a quien le designó el mando del Escuadrón 54 de la Guardia Rural (ahora del Ejército Rebelde). Otros combatientes como Andrés Cabrera Díaz asumen el cargo de Sargento de Carpeta, mientras que Oriol Toledo y muchos otros militantes ocuparon posiciones claves.

En Bejucal el estado revolucionario se constituyó en enero de 1959 con 3 comisionados y después fue nombrado un comisionado a fines de enero y principio de febrero. Las medidas de carácter socialistas no se llevaron a cabo hasta la década del 60 en que se nacionalizaron los comercios y la pequeña industria, se crearon las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y la Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI). María Rodilla, ya fallecida, fue elegida comisionada del municipio que junto a otros factores contribuyeron al desarrollo de Bejucal, pues en esos años se terminaron obras como el alcantarillado y el acueducto y se abrió una amplia red comercial.

Una de las primeras tareas acometidas de la revolución en el poder fue de confiscar bienes mal habidos. Oscar Balmori y José M. Jiménez fueron los designados para realizar esta labor, y en los primeros días de enero de 1959 ocuparon 30.000 que fueron entregados a Faustino Pérez, quien tenía esa responsabilidad a nivel nacional y devino posteriormente en la creación del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados.

El Directorio Revolucionario 13 de Marzo fue constituido en Bejucal en los primeros días del mes de enero de 1959. En este municipio no había centros de estudios superiores, de cuyos alumnos se nutría fundamentalmente esa organización, por lo que no creció mucho y se anquilosó en su Dirección Municipal, en la que se distinguió como su figura principal J.M. Chaviano, integrado a las tareas revolucionarias con el PSP y la JS el Comisionado Municipal y el gobierno local.

En 1960 se constituyó la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) en el municipio y su primer presidente fue Ramón Sánchez. Tenía un Comité Municipal y se le integraron las Patrullas Juveniles. Entre sus primeros integrantes se destacó Julián Hernández, el cual alcanzó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y fue primer secretario en la provincia de Las Tunas. El carácter de esta organización fue militar y político; daba entrenamiento militar a los jóvenes que se integraban a sus filas y funcionaba en centros de trabajo por medio de la realización de círculos de estudio político, por lo que jugó un importante papel en el desarrollo del proceso revolucionario.

En esta etapa surgieron otras organizaciones de masas o sociales con la Unión de Pioneros de Cuba, que agrupaba a los escolares de enseñanzas primaria y secundaria, y que después se convirtió en Organizaciones de Pioneros José Martí, para estudiantes de primaria solamente, ya que los de secundaria integraron la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) que cambió posteriormente su nombre por el de Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM).

Económicas

La revolución dirigió sus pasos desde los primeros momentos, a crear fuentes de trabajo para miles de desempleados y en Bejucal se dio empleo a decenas de vecinos en la reparación de calles, construcción del alcantarillado y la del acueducto que funcionaba desde la década del 40 en pésimas condiciones así mismo se edificó la primera escuela en el período revolucionario, la “Edad de Oro”, cuyo local se destinó posteriormente a la enseñanza secundaria.

En este municipio no existió el latifundismo en la práctica, ya que la inmensa mayoría de sus 4000 campesinos eran aparceros, arrendatarios y obreros agrícolas. Solo fueron intervenidas las propiedades de algunos dueños de tierras de cierta extensión, como la familia Lastra, René García y Avelino Almario. En esas fincas, como en las de Alfredo Montes y Andrés Hernández.

Algunos de estos propietarios se habían convertido en exportadores de frutos menores, especialmente aguacates de gran calidad, hacia Estados Unidos, la caña fue renglón casi desaparecido desde los siglos XVIII y XIX, en 1958 solo se cultivaron 33 hectáreas de la dulce gramínea.

Ley de Reforma Agraria

La aplicación de la Ley de Reforma Agraria pasó por períodos en que se produjeron errores y decisiones pésimas, en lo que tuvo que ver la primera administración de la Zona de Desarrollo Agrario H-6, creada entre 1959 y 1960, con sede en el municipio, especialmente su Director y Subdirector, que eran el Jefe y el Segundo Jefe del Escuadrón 54 del Ejército Rebelde.

En 1960 se fomentó una cooperativa lechera en el barrio de Aguas Verdes, auspiciada por el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular, representados por el Comandante Humberto Castellón y Antero Regalado, respectivamente. Este último asistió al acto de inicio de actividades de la cooperativa, que recibió el nombre de “José Antonio Echevarría”.

El 7 de diciembre de 1961 se realizó en El Cacahual la primera entrega de títulos de propiedad de tierras en aplicación de la Ley de Reforma Agraria: fueron beneficiados 362 campesinos, hasta ese momento aparceros y arrendatarios.

La Segunda Ley de Reforma Agraria del 3 de octubre de 1963 no afectó a más de tres personas dado que Bejucal no tenía grandes fincas rurales; desde que se promulgó la Primera Ley de Reforma Agraria el casi 100% de pequeños campesinos, aparceros y precaristas bejucaleños se convirtieron en dueños de las tierras; sus efectos económicos fueron favorables a toda la población.

Creación de la ANAP

La ANAP fue creada en Bejucal en 1961 y su primer presidente fue José Antonio González. Su principal tarea fue la de agrupar a pequeños agricultores propietarios de tierras, aparceros, precaristas y hasta obreros agrícolas; y su característica fundamental fue la de trabajar en coordinación con la zona de Desarrollo Agrario H-6 del INRA, que radicaba en Bejucal, aunque su radio de acción era regional, y tenía un Delegado para el municipio. En este vínculo se presentaron dificultades por el mal trabajo del primer Delegado Municipal, a pesar del esfuerzo del Delegado de la Zona H-6, quien mantuvo una postura unitaria, revolucionaria y demostró capacidad en su cargo.

Otro factor negativo fueron las actuaciones del Jefe y el Segundo Jefe del Escuadrón 54 del Ejército Rebelde, Capitán Amadis Matos y Segundo Teniente Rafael Díaz Oro, que fueron expulsados de esa fuerza y condenados por traición (en particular el último) a quien por razones de enfermedad se le conmuto la condena y mantuvo posteriormente una postura correcta hacia la Revolución.

En el aspecto positivo del trabajo de la ANAP y el INRA en cuanto a los campesinos, jugó un importante papel el Capitán Gerardo Nogueras Rodríguez, que había sido Jefe de la Escuadra Sindical del Comandante Camilo Cienfuegos en Las Villas. El fruto más importante fue la entrega de títulos de propiedad de tierras a 362 personas, el 7 de diciembre de 1961, en el Mausoleo de El Cacahual, que eran aparceros, precaristas, arrendatarios y pequeños propietarios, y fueron los primeros beneficiados con la Ley de Reforma Agraria en el municipio.

La ANAP realizó una importante labor en la consolidación de las alianzas obrero-campesina, y en Bejucal fue eficaz a pesar de las características de sus zonas rurales. El resultado fue la incorporación de cientos de campesinos a las Milicias Nacionales Revolucionarias, la organización de cooperativas, y en especial, canalizar los esfuerzos destinados al fomento de la siembra de caña en sus tierras, que no era el cultivo predominante en sus áreas.

El trabajo de cooperativización fue arduo pero efectivo en todo el municipio de Bejucal logrando, a pesar de las malas tierras, que se cultivara la caña de azúcar y se empleara para la ganadería, lo que no fue característico de este territorio antes del triunfo de la Revolución. Los congresos campesinos han sido cumplidos en el municipio no sin una fuerte oposición inicial a la siembra de la caña en tierras privadas.

Intervención de empresas y negocios

Las intervenciones de empresas de mayor peso económico fueron:

  1. El 1 de octubre de 1960, “Confecciones Modernas” que a partir de ese momento se le dio el nombre de Capitán del Ejército Rebelde “Eduardo García González”, mártir bejucaleño.
  2. El 14 de junio de 1961, la fábrica de tejidos de punto “Soltex”, propiedad de un ciudadano norteamericano de apellido Paiper, [33] y fue denominada “Juan Ramón López Fleitas”, Comandante del Ejército Rebelde, también mártir bejucaleño.
  3. El 20 de junio de 1961, la Panadería-Dulcería “Los Pinos Nuevos”, que mantiene su nombre.

La importancia de las intervenciones de éstas y otras empresas entre los años 1960 y 1961 estuvo dada en que daban empleo a la mayor cantidad de trabajadores del municipio, ya que un elevado porcentaje de la fuerza laboral bejucaleña tenía sus empleos fuera del municipio, tanto en la capital como en localidades colindantes. La economía bejucaleña estaba en sumo grado deprimida, hambre y miseria abatían por doquier la población.

El control obrero en fábricas y talleres nacionalizados o intervenidos fue ejercido esencialmente por los administradores designados en esas entidades, que en su mayoría procedían de la propia clase obrera.

El movimiento obrero organizado en sindicatos jugó un importante papel por su unidad lograda en contra del divisionismo y en defensa de la Revolución triunfante.

Los principales sectores económicos afectados por las nacionalizaciones fueron: el textil, con la mencionada fábrica de tejidos de punto “Soltex”, de propietario norteamericano, a la cual ya nacionalizada el estado le otorgó préstamos y le facilitó la adquisición de maquinarias y equipos, y la de confecciones textiles; el de la madera, con las carpinterías de Bustillo y compañía, de marcos y puertas, y Leika, propiedad de Ovidio Rodríguez (este último fue un caso significativo pues fue entregada al Estado por su dueño, el cual fue militante del Partido Comunista de Cuba, y se le dio el nombre de “Marcos Espinosa”, cabo de las Milicias Nacionales Revolucionarias, mártir bejucaleño); y el del comercio, con “La Especial”, de Armando Montes, donde funciona actualmente la pizzería y restaurante popular, y el “Royal” o “Martillo”, de Maderos, quien abandono el país.

Se destaca el hecho de que cuatro pequeños comercios (bodegas) fueron entregados voluntariamente por sus dueños al Estado. Estos fueron Javier Viera, Manuel Muñoz, Agustín Delgado (quienes alcanzaron la militancia del Partido Comunista de Cuba) y Andrés Rodríguez Sanz, revolucionario y combatiente de Playa Girón.

Las empresas nacionalizadas en octubre de 1960 fueron escasas y algunas de ellas de poco peso económico, como fueron algunas pequeñas carpinterías. Se destaca en esta etapa el caso de un laboratorio de producción de perfumería, de propietarios franceses, que fue nacionalizado y el Estado tuvo que pagarle 12000 dólares por materiales existentes, de los cuales una parte estaba en desuso, lo que no detectaron los tasadores. Fue nacionalizada además la sucursal del Banco Garrigó y designado como su administrador el Dr. Rafael Andreu. Esta entidad bancaria fue establecida en Bejucal por propietarios cubanos en la década del 50, tras una etapa de carencia de este tipo de instituciones en el municipio, por la quiebra de las existentes durante la crisis económicas de los años 20 y 30.

Fue intervenida la lechería “La Sami” que se convirtió en el primer Plan Lechero del municipio.

Ley de Reforma Urbana. Conversión de las sociedades de recreo. Sindicatos y reformas sociales

La aplicación de la Ley de Reforma Urbana fue realmente positiva ya que más de 200 familias resultaron beneficiadas y los hasta ese momento propietarios no mostraron en general una actitud contrarrevolucionaria, con la excepción de los Soriano, que intervenían su capital en el sector de la madera. Algunos comenzaron a participar en conspiraciones contra la Revolución y a integrarse a grupos de ese tipo, por lo que fueron apresados y condenados.

Bejucal contaba al triunfo de la Revolución con más de 100 comerciantes agrupados en instituciones como el Club de Leones y sociedades como el Nuevo Liceo, liceo de Bejucal, Casino Español y la Fraternidad (esta última para socios de raza negra), a la que pertenecían ciudadanos de la llamada clase media, en el marco del contexto exclusivista de esos centros, pero donde se dieron ejemplos de dignidad patriótica, como los de Miguel Llompart Matheu (de la dirección del Liceo de Bejucal), Oscar Isla y los Valdés Oler en el Nuevo Liceo, René Amador en la Fraternidad, quienes se distinguieron por ser firmes defensores de la clase obrera, algunos combatientes de la clandestinidad contra la tiranía batistiana y militantes del Partido Comunista de Cuba.

Se destacó también el Dr. Sergio Rodríguez Blanco, miembro del Club de Leones, cronista histórico del municipio, profesor de matemáticas y ejemplo martiano de hidalguía en la defensa de las clases desposeídas.

El 70% o más de la fuerza laboral de Bejucal libraba sus sustento fuera del municipio, de una población total de 13,000 habitantes, 850 personas laboraban en la localidad, en los sectores textil y de la madera, 200 obreros tabacaleros viajaban diariamente fuera del municipio, especialmente hacia la capital, donde funcionaban grandes fábricas de esa rama. Entre la clase obrera y los campesinos, que con la aplicación de la Ley de Reforma Agraria habían sido beneficiados con más de 500 propiedades de tierra, se produjo una unidad real y se enfrentaron a los comerciantes, casa tenientes y desclasados.

La unidad obrero-campesina se logró en torno al Movimiento Revolucionario 26 de Julio, El Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo (este último organizado después del 1 de enero de 1959).

Los tres sindicatos más destacados en Bejucal al triunfo de la Revolución eran los de la madera, textil y comercio. El más fuerte y combativo era el textil; había once talleres de confecciones, además de Soltex. Existían más de 20 pequeños talleres de carpintería, donde actuaba el sindicato de la madera, como el de sillas de “Tijeras” de Augusto Alfonso en la calle 12 entre 1 y Zanja, con 10 obreros que producían mil unidades en 30 días, y el de muebles Marvina, de propietario mexicano que se marchó de Cuba antes del 1 de enero de 1959; además de Leika, el taller de carrocerías de camiones y carretas, de Enrique Arredondo; y el de marcos y puertas, de Bustillo y Compañía; estos eran los mayores, pero además existían pequeños talleres o carpinterías donde en gran parte trabajaban los dueños con sus hijos, algunos carpinteros y aprendices.

Funcionaba además un taller de fabricación de estantes de cocina, en la calle 13 entre 22 y 24, cuyo propietario los vendía en la capital y otros puntos de la provincia y el país.

El sindicato del Comercio funcionaba en este municipio, con 800 trabajadores entre hombres y mujeres, de una población de 13,000 habitantes, de los cuales más de 200 eran oficinistas, obreros tabacaleros, albañiles y obreros agrícolas, integrado desde puestos de venta de frutas y carros de “fritas”, hasta grandes bodegas como la de Alfredo Montes, y dulcerías como “Los Pinos Nuevos”, además de tres o cuatro talleres de reparación de equipos electrodomésticos y venta de estos; cinco tiendas de ropa, y 3 o 4 sastres con sus pequeños talleres, así como otros de mecánica, como el de los Soca y el de Llompart, cuyos dueños los entregaron y ellos se integraron, personalmente, al proceso revolucionario.

Había también una fábrica de envasar especies y enlatar granos y otros productos, propiedad de la Sociedad Bustillo y Compañía.

Los trabajadores pertenecientes a los tres sindicatos más fuertes, textil, madera y comercio, fueron los primeros en integrar el movimiento sindical revolucionario e instalaron su local en la calle 11 entre 14 y 16. En esa integración hubo enfrentamientos con algunos grupúsculos titulados “revolucionarios” y confundidos con la política anticomunista, pero se logró la unidad en torno a la Revolución y Fidel, paralelamente a la lucha por reclamos lógicos en materia de empleo y salario, que fueron satisfechos en su inmensa mayoría.

Los tres sindicatos fueron reorganizados en el sindicato textil, fue elegida como Secretaria General Zoila Ávila, en el de la madera los dirigentes elegidos fueron Agustín Cedrón y Francisco Izquierdo.

La fábrica de confecciones textiles, “Capitán Eduardo García González”, que derivó su producción a camisas verde olivo para uso de instituciones militares. Ya en 1963 esta industria, ya producía 3 millones de camisas de trabajo al año. Por esta época ocupaba el cargo de Ministro de Industria el compañero Ernesto Che Guevara, quien le dio atención personal directa a esta fábrica, mediante su participación en el establecimiento de planes de producción y su control.

El Comandante Guevara visitó la ciudad en tres ocasiones especiales: el 3 de mayo de 1959 con motivo del acto de la constitución de las Milicias Populares de la localidad. El 24 de noviembre de 1962 asiste al acto de cambio de nombre de la fábrica textil “Confecciones Modernas, S.A.” por el de “Capitán Eduardo García González”.

En estas visitas se conserva el discurso del acto del 3 de mayo de 1959, el cual fue transcrito literalmente por constituir un documento de inestimable valor y que permanecería inédito hasta nuestros días, donde fueron dignas de subrayar las palabras siguientes:

“…La revolución es una sola y no tiene dueños, pertenece únicamente al pueblo de Cuba y al pueblo de Cuba (Aplausos), y al pueblo de Cuba le corresponde la enorme tarea de defenderla…”

El Comandante Guevara visita la fábrica el 26 de noviembre de 1963, ya que cumplieron el plan de producción anual y tuvo a su cargo el discurso resumen del acto celebrado. Esta industria agrupó posteriormente 11 talleres que en total alcanzaron la cifra de 540 trabajadores.

Bejucal se caracterizaba por la falta de industrias que dieran empleo a más de 5000 hombres y mujeres como masa laboral activa. Los bejucaleños en más de un 70 % salían a trabajar fuera del municipio y el desempleo alcanzaba a un 50 %, cifra mal calculada y sin fuentes fidedignas.

La red gastronómica también sufre seriamente los efectos de la hecatombe económica, debido al bloqueo yanqui y mantuvo unas 10 unidades con ofertas reducidas y estas se convirtieron en áreas o establecimientos para el disfrute de los jóvenes de sus horas libres, dos o tres noches a la semana.

El transporte se fue afectando desde 1961 aunque en la década del 70-80 hubo una notable mejoría con un parque de más de 60 automóviles de fabricación Rusa, entregados a la empresa de taxis a la que se integraron los miembros de la asociación nacional de chóferes de alquiler revolucionaria (ANCHAR), hasta en la actualidad entran a padecer una verdadera crisis.

Transformaciones sociales

Educación

En esta etapa, los cambios en el sector de la educación llegaron a Bejucal al igual que en todo el país en dos vertientes fundamentales: la construcción, modificación y remodelación de locales escolares, y la campaña de alfabetización. Se crearon nuevos centros, como una escuela primaria, devenida hoy en secundaria básica, se nacionalizó la escuela “Cardenal Arteaga”, la cual se nombró “Titán de Bronce”, y en la zona rural se remodelaron varias escuelas y se construyeron las de Buenaventura y Cuatro Camino, así como se reedificó la del Caguayo.

En Bejucal fueron alfabetizados 1225 personas, lo que fue logrado mediante la labor de 122 integrantes las Brigadas “Conrado Benítez”, “Patria o Muerte” y otros compañeros. La campaña de alfabetización culminó el 6 de diciembre de 1961, y solo quedó un 3 % de analfabetos. Del total de alfabetizadores, el 76 % fueron mujeres y el 24 % hombres. La primera alfabetizadora fue margarita Díaz Parra, de 14 años de edad, en la escuela “Ciro Redondo”.

Bejucal tuvo un mártir de la alfabetización que fue Santiaguito Martínez González, miembro de las Brigadas “Patria o Muerte”, quien murió de difteria en el Hospital Nacional de La Habana. Contaba solo 14 años de edad y era aprendiz de tabaquero en la fábrica “Partagás” de La Habana.

Santiaguito Martínez González

Santiaguito formaba parte de la brigada de alfabetización “Patria o Muerte” y se incorporó el 15 de septiembre de 1961, en la zona del Cristo, provincia de Oriente. Su tarea fue llevar la luz de la enseñanza a dos campesinos desafectos al proceso revolucionario, ambos de origen minero.

Los mismos a pesar de que aceptaron alfabetizarse, mostraron una actitud poco acogedora con el joven maestro quien se vio en le necesidad de crearse un lugar para dormir y utilizar como baño el río más cercano. No obstante, Santiago ayuda a los campesinos en las labores agrícolas.

En diciembre de 1961 Santiaguito Martínez se enferma de difteria, siendo ingresado durante 20 días en el Hospital Nacional de Cuba donde fallece el 14 de diciembre de 1961 a la edad de 14 años, días antes de culminar la Campaña de Alfabetización en el país.

Actualmente en el municipio se localizan 19 instituciones educacionales. Hay un total de 843 niños que se atienden en el programa Educa a tu Hijo de ellos 431 son del sexo masculino y 412 del sexo femenino, además dispone de 4 círculos infantiles y un jardín de la infancia.

Salud Pública

En este sector se destaca la inauguración del Policlínico municipal, el 24 de febrero de 1961, en acto al que asistió el Ministro Dr. José Ramón Machado Ventura. Se utilizó el antiguo local de una creche (semejante a un círculo infantil) que aunque existía desde la época del gobierno de Ramón Grau San Martín, nunca funcionó en la práctica. El nuevo policlínico asumió las funciones que realizaba una casa de socorros. Su primer director fue el Dr. Eliecer Encinosa y laboraron el Dr. Evergisto González; Feridia Matheu, oficinista; Antonio Rodríguez, laboratorista; y Oscar Ealmori y otros seis empleados para tareas de higiene y epidemiología.

Comenzaron a funcionar allí servicios de rayos X, departamentos de vacunación y carné de salud, laboratorios para exámenes clínicos, departamento de odontología, varias consultas para niños y adultos, farmacia para entrega de medicinas gratis y un banco de leche del Servicio de Bienestar Social. Asimismo, se estableció el servicio de médicos de guardia, lo que inicialmente se hizo en los domicilios de los médicos.

En el sector de salud pública, en 1965 se realizaron los primeros trabajos de terreno. Siete trabajadores empezaron las labores de vacunaciones masivas contra distintas enfermedades, saneamiento y fichas de viviendas.

En esa labor, el policlínico de Bejucal funcionó como piloto y ganó a nivel provincial el galardón como mejor unidad de su tipo. La correcta atención a problemas de salud pública en el municipio quedó demostrada cuando en 1969, exactamente el 14 de julio, se desató una epidemia de fiebre tifoidea con 50 casos confirmados, sin ningún fallecido, gracias a las medidas adoptadas.

Ya en 1971, el policlínico contaba con una fuerza científica y colateral de 81 trabajadores, con un promedio de 35 años, que prestaban servicios de zoonosis, desratización, fumigación, cuerpo de guardia las 24 horas, visitas de terreno y funcionamiento de especialidades como pediatría, medicina general e higiene, ginecología, psiquiatría, medicina interna, obstetricia, inspección a establecimientos locales, control de embarazadas, prematuros, distróficos, recién nacidos en general y vacunación.

La Cruz Roja traslada a pacientes que requieren atención especializada a centros hospitalarios en San Antonio de los Baños y Ciudad de La Habana.

Los servicios de salud pública sufrieron cambios, meses antes a septiembre de 1993; se cuenta con médicos de familia en la zona urbana y rural, una clínica estomatológica los cuales no están exentos de las dificultades económicas y subjetivas, de orden organizativo sobre todo, existentes.

Contamos con el hospital y asilo de ancianos “Santa Susana” subvencionado por el estado cubano con capacidad para 150 enfermos, la Casa de los Abuelos, la Clínica Materna, el Centro Nacional de Ciegos y Débiles Visuales han contribuido también a la transformación de la vida material y espiritual de la localidad a pesar de los obstáculos del bloqueo económico y de la salud pública del municipio.

Actualmente para la atención primaria de salud el municipio tiene un policlínico inaugurado recientemente, 25 consultorios de médico y la enfermera de la familia, una Clínica Estomatológica, un Hogar Materno, una Casa de Abuelos, la UMHE, cinco Farmacias, un Centro de Recepción de Ópticas, un Centro de Salud Mental y una Sala de Rehabilitación y el policlínico brinda además las especialidades de Cirugía, Psiquiatría Infantil, Alergia, Urología, Dermatología, Oftalmología, Ortopedia, Higiene y Epidemiología.

El municipio cuenta además con el Centro de Higiene y Epidemiología que comprende en su labor la campaña contra el mosquito Aedes Aegyptis el control de otros vectores. Como parte de la Batalla de Ideas se construyó la Sala de Rehabilitación que ya presta servicios a la población de masaje, acupuntura, ultrasonido, logopedia, podología, entre otros.

Deportes e INDER

En esta esfera es destacable la creación de la Dirección Municipal del INDER, cuya sede fue instalada en el Liceo de Bejucal. En fecha tan temprana como el 20 de mayo de 1961, se organizó el primer campeonato de ajedrez de la Región de Ariguanabo, y después otros torneos de ese deporte. En boxeo se destacó en 1960 el atleta nombrado Manuel Celestrín.

El impulso a las actividades deportivas dio como resultado que atletas bejucaleños se destacasen internacionalmente como fueron los casos del joven Tomás Villanueva en atletismo, Manuel Rodríguez en los 42 Km, y Manuel Ortiz en sable (esgrima), quien llegó a campeón nacional y centroamericano de esa especialidad, el deporte avanzó en distintas ramas.

Se destacó el ajedrez, con la creación de la Academia Municipal, y el béisbol, en el cual algunos atletas han tenido actuaciones destacadas a nivel nacional y provincial, como es el caso de Romelio Martínez y Manuel Morales. Otros atletas del municipio con participaciones relevantes han sido Manuel Ortiz, en sable; su hermano, conocido por “Pititi” Ortiz; Jesús Jufré, entrenador de cátcher en la Selección Nacional Juvenil de Béisbol, y Ortega, manager-entrenador del equipo nacional de baloncesto.

Fue constituida una piscina municipal, se reconstruyó el estadio de béisbol, al que se le dio el nombre de “14 de Junio” y se habilitó un gimnasio.

El INDER abrió sus puertas a miles de niños y jóvenes en nuevas instalaciones o en otras ya conocidas.

Cultura

En lo cultural se mantiene un estable trabajo con la celebración de las tradicionales fiestas de las Charangas de Bejucal que son las tradiciones más antiguas del municipio, lo que trasciende como un símbolo de identidad cultural en el país.

Carroza alegórica al 500 aniversario de la fundación de La Habana. Charangas de Bejucal 2019

La conga es parte esencial de las fiestas, con sus adornos, banderas, disfraces, faroles, personajes y fuegos artificiales para seguir la tradición. Además la cultura bejucaleña se acompaña de actividades como conciertos musicales y de poesía, espectáculos teatrales e infantiles, exposiciones, concursos, entre otras.

El municipio fue declarado módulo cultural en 1981 por contar con las 10 instituciones culturales básicas.

Una celebración es la hermosa tradición que representan las católicas fiestas del 2 de febrero en homenaje a la Virgen de la Candelaria, patrona de los canarios inmigrantes y de todos los bejucaleños por extensión. En Bejucal está situada también la Sede Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Manifestaciones contrarrevolucionarias y respuesta revolucionaria

La pequeña burguesía fue el apoyo fundamental a la contrarrevolución interna, integrada por comerciantes, sargentos políticos, empleados del régimen batistiano, unidos a oficiales traidores del Ejército Rebelde que radicaron en el Escuadrón 54, como los mencionados Capitán Matos y Teniente Díaz Oro, y un agente de la CIA que fue administrador de la gasolinera frente al cuartel en la década del 60, y otro igualmente agente de la CIA nombrado Manuel Izquierdo González, que residía en la calle 16 No. 1314 % 13 y 15, y desde su cargo de Jefe de Departamento de Asuntos Generales de la Aduana de La Habana, era informante de una red de espías y daba a la CIA detalles de importancia sobre la economía del país y los planes del Gobierno Revolucionario, como entrada, salida, nacionalidad y carga de buques en el puerto de la capital, embarques de azúcar, funcionamiento del MINREX, etc. Fue sancionado a muerte por fusilamiento y ejecutada la sentencia en 1964.

El 26 de abril de 1960 una avioneta procedente del norte sobrevuela la población de Bejucal. [34]

En el municipio se formaron grupúsculos contrarrevolucionarios que se dedicaron a la recogida de alimentos y dinero para enviar a las bandas de alzados de El Escambray y otros lugares, que fueron neutralizadas en la década del 60.

La contrarrevolución, agrupada con la Iglesia Católica y jóvenes descalzados, lanzó la primera propaganda escrita a nombre de un falso humanismo y un anticomunismo evidente; fueron algunos volantes como el que decía:

“Boletín No.1 ¿Comunismo para qué? A los obreros bejucaleños y pueblo en general. Queremos lanzar por este medio una llamada de alerta a los obreros, campesinos y jóvenes bejucaleños, para que conozcan las maniobras que están llevando a cabo connotados dirigentes del famélico Partido Comunista local para infiltrarse en todas las organizaciones existentes, llevando a las mismas al odio y la división de clases promedio de la más miserable demagogia, para de esta forma cumplir las órdenes recibidas de los ensangrentados dirigentes de la Rusia Comunista. Denunciamos ante la opinión pública que los agentes de Moscú trataron en días pasados de confundir al campesinado, haciéndose pasar por miembros del 26 de Julio…” (Hasta aquí literalmente) y finaliza… (Literalmente) “¡Cero frente único con los cómplices de la masacre húngara! ¡La única unidad que tiene que mantener el pueblo es la que se refiere a un total apoyo al gobierno revolucionario de Manuel Urrutia y Fidel Castro. Comando Anticomunista No.234, Bejucal, provincia Habana. Pronto Boletín No.2”

Después, en el Boletín No.2 del Comando Anticomunista No.234 acusaron al PSP de Bejucal y mencionaron a dirigentes locales de ser “sicarios” del asesinato de Antonio Guiteras, abogaron por la libertad del “yugo ruso” y se firmaron como “Asociación Juvenil Anticomunista” y titularon el volante: “Quitando la careta”.

Posteriormente apareció un tercer volante que por su tamaño, forma y texto parecía haber sido preparado fuera del municipio, en una instancia superior y firmado por un titulado “Comité por una Cuba cubana”.

El objetivo de toda esta propaganda, independientemente de que en algunos casos utilizarán hechos ciertos, era lograr de forma malintencionada, la desunión del pueblo y el anticomunismo más fanático. Los jóvenes participantes y el dueño de la imprenta en que se confeccionó el citado Boletín No.1 fueron neutralizados por la acción de la Seguridad del Estado, a través de sus oficiales en la localidad y en la capital.

En Bejucal no existieron bandas contrarrevolucionarias, estas solo merodearon en la zona limítrofe con San Antonio de las Vegas, municipio donde fueron bastante activas.

El 20 de abril de 1963, se produce el combate de los milicianos contra los bandidos en Aguas Verdes, zona rural de Bejucal, contra la banda contrarrevolucionaria al mando de Daniel Cardo Reyes, natural de Aguacate. En dicho combate mueren cuatro bandidos de dicha banda. Las milicias pierden al compañero Pedro Canales y 3 jóvenes milicianos cayeron heridos, en el caso del jefe de la banda escapa del cerco, días después es detenido en La Habana donde buscó refugio en una casa de un agente de la seguridad cubana el cual desconocía su participación en las bandas contrarrevolucionarias.

Combatientes revolucionarios bejucaleños, pertenecientes al Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y las Milicias Nacionales Revolucionarias (especialmente su Batallón 178) participaron directamente en el enfrentamiento a la invasión mercenaria por Playa Girón.

Durante los días de la invasión a Girón, la contrarrevolución interna en Bejucal fue controlada y neutralizada por los CDR, su aparato de Vigilancia y Orden Público, y las Milicias Nacionales Revolucionarias. Fueron detenidos más de 200 elementos contrarrevolucionarios y atrapada la denominada banda “Caja de Muerto” (Aurelio García) que con la familia Soriano, Luís, Juanelo y Manuel, fueron apresados por agentes reclutados por Luís Romero Rivas, oficial de los órganos de la Seguridad del Estado, que ocupaba el cargo de Coordinador Municipal de los CDR, con el apoyo de un numeroso grupo de colaboradores y funcionarios honorarios, actualmente del Ministerio del Interior.

Juanelo Soriano fue condenado por conspiración y contra los poderes del Estado, a 20 años de prisión, y se conmutó la pena (cumplió 12 o 13 años) y falleció posteriormente. Aurelio García fue sancionado a una pena menor y más tarde se marchó a Estados Unidos.

Consolidación de la Revolución

Constitución del Partido Comunista de Cuba y la UJC

Teniendo en cuenta la oportunidad de fortalecer el trabajo del partido en las organizaciones creadas del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y continuar un único partido capaz de movilizar y aglutinar las masas comienza en 1964 desarrollarse el proceso de construcción del Partido Comunista en nuestra sociedad, surgiendo así el Partido Comunista de Cuba (PCC).

La constitución del Partido Comunista de Cuba en la localidad se caracterizó por su amplitud en calidad y en cantidad de sus células de base. Surge así en 1965 la constitución del Partido Comunista en Bejucal y su primer secretario fue el compañero Daniel de las Vegas Conde el cual mantuvo una actitud de vanguardia al frente del desaparecido PURS.

Es importante destacar que en este periodo la organizadora del PCC lo fue la compañera Nereida Negrín (fallecida).

Cada dos años se realizaban en cada municipio su Asamblea Municipal para elegir su comité y realizar el balance de trabajo partidista realizado.

Las actividades partidistas o dirigidas por el PCC crecieron cuantitativamente por los años 1993. El PCC agrupaba en aquel momento 1055 militantes agrupados en 81 núcleos, en un territorio de 21218 habitantes con 12047 km2. Existen 14 fundadores del PCC.

La UJC en los años 90 agrupaba a 678 militantes en 60 comités de base, la misma fue creciendo desde sus orígenes como Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) hasta 1993. Ha transitado por un camino de éxitos y errores. En los años 1961 radicó en la antigua “Ciudad de los Niños” la Escuela Nacional de Cuadros de la AJR llamada “Fulgencio Oroz”, esta fue la primera escuela nacional con que contó la AJR en Cuba y su sede estuvo en Bejucal.

Edificación que aún permanece en la llamada “Ciudad de los Niños”

Los procesos de elección de precandidatos a delegados y delegados a los Festivales Mundiales de la Juventud y los Estudiantes, se caracterizaron por un enorme entusiasmo en todo el municipio. Realmente brilló en todos los ámbitos la celebración del XI Festival por haber sido Cuba la anfitriona, la movilización y hasta desorden económico fueron en Bejucal de gran magnitud. En lo político, cultural y social fue desbordante la alegría y el tesón que matizaron a la población bejucaleña. Como delegada al XI Festival representó a Bejucal Dora Mérida, la cual en los 90 fue miembro del Buró Municipal del PCC y fue electo delegado al XII Festival celebrado en Moscú Carlos Hernández Díaz (fallecido).

En los años 1993-1994 ya la UJC contaba con 733 efectivos agrupados en 60 organizaciones de base y de ellas 3 comités de la UJC, más del 70% de los militantes estaban vinculados directamente a la producción, la docencia y los servicios, el 69.7% de los efectivos se encontraban ubicados en los sectores de la ciencia, la construcción y la docencia.

El trabajo de la organización estaba encaminado en primera instancia al cumplimiento de las tareas productivas y científicas, al crecimiento de la organización y a elevar el trabajo político e ideológico entre militantes y jóvenes. La principal dificultad es la atención a la base lo que se refleja en problemas de funcionamiento, así como el no cumplimiento de tareas tan importantes como las movilizaciones agrícolas.

Era notable la participación de jóvenes en posiciones de responsabilidad social, administrativa y política porque la UJC formo futuros dirigentes del PCC, CDR, FMC, OLPP y actividades del comercio. Hubo un rejuvenecimiento de las administraciones y de las actividades de los organismos.

Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana

La Casa de Combatientes de Bejucal abrió sus puertas en el 136 aniversario del natalicio de nuestro héroe nacional José Martí, participaron en esta inauguración Félix Torres, Comandante del Ejército Rebelde, Daniel Viera, primer secretario del Partido en el municipio, Félix Pita Rodríguez, destacado intelectual y combatiente en la Guerra Civil Española, Jesús Orta Ruiz, poeta y luchador clandestino vinculado al M-26-7 en Bejucal, Erasmo Calzadilla, de la Dirección Provincial de Atención al Combatiente y Héctor Vasallo, figura relevante entre los luchadores bejucaleños. En las salas se exponían objetos personales de los mártires bejucaleños en las diferentes guerras liberadas.

El 7 de diciembre de 1989, en honor a los combatientes caídos se comenzó a realizar en este municipio la Operación Tributo.

Operación Tributo en Bejucal en 1989

Este homenaje se mantiene hasta nuestro días y cada año el día 7 de diciembre se realiza una peregrinación hasta el mausoleo del Cacahual que a partir del 7 de diciembre de 1993 cuando Fidel es recibido en Bejucal al paso al Cacahual con los Generales, y donde la ACRC junto con el pueblo participa activamente en el recibimiento de los mismos y muy merecida participación de los combatientes en el acto del Cacahual.

Marcha de los Generales desde Bejucal hasta el Cacahual

La ACRC de Bejucal cuenta hoy con más de 600 integrantes.

Movimiento sindical

La labor de los sindicatos en Bejucal fue notable desde sus orígenes ya en la década del 40 y hasta después del triunfo de la Revolución tuvo una fuerte influencia marxista. La huelga general del 1 de enero de 1959 se distinguió por la toma del poder militar en Bejucal en acción conjunta del M-26-7 y su juventud.

En los años 90 se debatieron en las asambleas sindicales la situación de la economía nacional y los trabajadores junto a sus administraciones buscan alternativa para resolver los problemas de cada centro. La CTC Municipal contaba con 7 dirigentes profesionales de los cuales 2 eran de la CTC y 5 representantes de los sindicatos locales. Existían dificultades con la aplicación del Decreto Ley 82 sobre la política de cuadros en el movimiento sindical y la emulación en los centros de trabajo no se sentía como el motor impulsor de cada tarea.

En relación con la disciplina laboral y el aprovechamiento de la jornada laboral se enfrentaban serios problemas por el porciento de ausentismo relacionado sobre todo con los certificados médicos, las licencias sin sueldo y enfermedades.

Se realizaban trabajos voluntarios y productivos con el objetivo de impulsar el cumplimiento de los planes de producción. Se trabajaba para elevar la atención al hombre mediante la creación de condiciones de vida y de trabajo.

En 1995 la CTC contaba con 5774 trabajadores, de ellos 5613 afiliados a las 187 secciones sindicales de base, lo que representaba un 98%.

Comités de Defensa de la Revolución (CDR)

Los CDR tuvieron en Bejucal las mismas características, en sentido general, que las del resto del país. Los primeros comités se crearon en la zona urbana, así como en centros laborales como talleres y carpinterías. El gobierno local se encargó de los gastos de la Dirección Municipal de los CDR, incluyendo los de su personal; su Coordinador estaba bajo la responsabilidad del Comisionado Municipal.

El primer Coordinador designado fue Luís Romero Rivas, quien posteriormente fue oficial del grupo V.O.P. (Vigilancia y Orden Público), y de la desaparecida Sección 11 del Departamento de Seguridad del Estado del Ministerio del Interior, que atendía el trabajo público, cobertura o fachada de esos órganos.

Los CDR de Bejucal se organizaron en 14 zonas y 208 comités de cuadras. Los primeros comités de cuadra fundados fueron:

  • No.1 Carlos Baliño, calle 6 No.1312, % 13 y 15.
  • No.2 José Antonio Echevarría, calle 5 No.212, % 2 y 4.
  • No.3 Jesús Menéndez, calle 13 No.209 % 2 y 4.
  • No.4 Pablo Noriega, calle 2 % 5 y 7.
  • No.5 Frank País, calle 12 No.125 % 1 y 3.

La Dirección Municipal fue ubicada en la calle 14 e/11 y 9, desde su fundación en 1960. Las primeras tareas de los recién fundados Comités de Defensa de la Revolución fueron la vigilancia revolucionaria y la distribución de víveres que escaseaban. Asumieron la investigación, persecución y detención de elementos contrarrevolucionarios, así como infiltrar agentes en pequeñas bandas urbanas, como la denominada de “Caja de Muerto”, que contaba con 5 o 6 miembros, a quienes se les ocuparon armas, brazaletes y proyectiles.

Los CDR en Bejucal en sus inicios en 1961 realizaron como en todo el país una labor encomiable, trabajaron en el mantenimiento del orden interno posibilitado por el cuantioso trabajo de inteligencia que se hizo cuadra por cuadra, en la vigilancia, prevención, investigación, localización y operación contra las actividades contrarrevolucionarias y de orden común.

Los CDR locales llevaron a cabo un trabajo preventivo de salud, colaboraron en la confección del censo de analfabetos casa por casa de las familias bejucaleñas. Con esta tarea se conoció que de 13000 habitantes en 1960-1961, 1725 eran analfabetos, algunos muy ancianos sin posibilidades reales de alfabetizarse y otros negados. En fin, el 9% de la población era analfabeta, alfabetizándose 98% de ella. Los CDR también realizaron censos para distribuir grasas en la localidad, entre otras tareas.

De una población mayor de 14 años de 17542 bejucaleños al finalizar octubre de 1994, 15112 eran cederistas para un 86,2% de incorporación a la organización. Actualmente concentran a 19606 agrupados en 336 CDR, distribuidos en 33 zonas; además se cuenta con 49 CDR directos y se encuentran formados 4 destacamentos de vigilancia que tienen buen funcionamiento.

Federación de Mujeres Cubanas (FMC)

Al producirse el ataque por Playa Girón, fueron neutralizados cientos de contrarrevolucionarias de ambos sexos, esta operación se realizó en solo 48 horas, a partir del inicio de la invasión mercenaria. Al ser detenidos los hombres más complicados fueron enviados al Departamento de Seguridad del Estado en La Habana, otros eran enviados a la Casa de las Milicias, en El Caguazo, o la Casa de la Calle 7 % 8 y 10, las mujeres. Estas fueron enviadas más tarde a sus hogares, bajo prisión domiciliaria. En esa última dirección se instaló la Casa de las Milicias Femeninas.

Milicias Femeninas de Bejucal

La Federación de Mujeres Cubanas fue fundada en Bejucal en 1960 y su primera dirigente fue Isabela Lamar. Esta organización femenina se caracterizó por aunar a todas las agrupaciones de mujeres (que no eran muy nutridas) como las Mujeres Martianas, la Federación de Mujeres Democráticas, que se habían distinguido en la lucha contra la tiranía. La FMC se dedicó a la atención de servicios sociales en los hogares y a integrar a las mujeres en los CDR y las Milicias, y las amas de casa en labores políticas, económicas y sociales, así como atender a madres analfabetas o sin trabajo.

La Federación de Mujeres Cubanas tenía ya en el año 1977 un destacado trabajo en los últimos ámbitos políticos, sociales y económicos. Estaba organizada en 12 bloques y 67 delegaciones. Entre las dirigentes municipales de esa organización femenina con un trabajo relevante se destacó Marta Cueto que fue la primera secretaria de la FMC en el municipio. Tras ingentes esfuerzo a esta organización ha llegado a ser una fuerza política para el país y en la localidad Margot de la Paz, Onelia González, Carmela Teseira, Isabela Lamar y María Rodillo (las cuatro últimas fallecidas) contribuyeron a ello como fundadoras de la FMC.

En todos estos años han enfrentado el desempeño de disímiles tareas, así como el cumplimiento de las directivas de sus seis congresos. Marta Cueto y Julia Guzmán fueron las delegadas bejucaleñas a su primer congreso.

La Federación de Mujeres Democráticas y escasas féminas de otras o sin filiación partidaria alguna, se dieron a la tarea de unir las mujeres reclutando a aquellas con verdadero amor por la Revolución. Emprendieron las nuevas orientaciones con masividad, se centraron en las tareas hogareñas y sus dificultades, la creación y atención a los círculos infantiles, la atención a la mujer con problemas sociales de conducta o sin empleo, a las ancianas y enfermas desvalidas. Además hubo preocupación por la defensa de la Patria, la cultura, se formaron talleres del arte de vestir y se realizaron otras labores, muchas conocidas con incidencia nacional.

Una de las tareas más nobles y enaltecedoras de las bejucaleñas fueron la creación de los primeros círculos infantiles, el “Sombrerito de Plumas” y “Santiaguito Martínez”. El inmueble sito en calle 7 no.805 % 8 y 10 fue una de las primeras sedes locales de la FMC en Bejucal.

En los congresos de las federadas se distinguió Bejucal por la atención a la niñez desvalida, por dar empleo a madres solteras y necesitadas y por sus ya mencionados círculos y jardines infantiles de aquella época en que el MINED tuvo un papel secundario, al menos así se comportó en este municipio.

Decenas de compañeras integraron las filas de las FAR como Norma Partagás, entre otras que llevaron la nueva savia a esa fuerza. Otras se incorporaron al MININT a través de captaciones realizadas por la FMC, ese es el caso de Antonia Robau, Berenice Morales, Magia Morales, doctora en leyes y Adelaida Robau, oftalmóloga, fueron el resultado, entre otras mujeres bejucaleñas, de la labor fructífera de la FMC en la localidad.

En cuanto a la incorporación de la mujer al trabajo y a la vida social se acometieron diversas tareas lográndose la participación del sector femenino en la conmemoración de fechas alegóricas y en los fórum de ciencia y técnica, demostrando así su inteligencia y capacidad en relación con inventivas e iniciativas que permiten solucionar problemas que se enfrentaban en el territorio.

La FMC en Bejucal realizaba trabajos de atención directa a las amas de casa, sector que a lo largo de los años ha sido el más difícil por el rol que desempeñan dentro del hogar. En la labor política ideológica con las federadas se introdujeron métodos y estilos de trabajo, materializados en el intercambio de amas de casa con trabajadoras de sectores especialmente de la economía en el territorio, así como en centros donde prima la mujer entre la fuerza laboral.

Hoy en día la FMC cuenta con 158 delegaciones, 29 bloques y 12 delegaciones directas.

Organizaciones militares

En esta etapa existía el Ejército Rebelde, estructurado en el Escuadrón 54, las Milicias Populares, que se convirtieron más tarde en las Milicias Nacionales Revolucionarias, y los CDR con su Sección 11 de trabajo público o cobertura y fachada, dependiente al Departamento de Seguridad del Estado.

El papel desempeñado por el ejército rebelde fue generalmente positivo, ya que sus oficiales trabajaron por la unidad con las milicias, los CDR y las organizaciones políticas y de masas. Sin embargo, hubo algunos oficiales traidores como Amandia Matos, expulsado, Rafael Díaz Oro, condenado a prisión, y Odio Tamayo, fusilado. Este último asaltó el cuartel del municipio en los años 60 y resultó herido; anteriormente había sido demovido de su cargo de jefe del escuadrón 54 por conducta inmoral y propiciar la desorganización en las filas militares, además de no prestarle apoyo a las nacientes milicias nacionales revolucionarias. En el asalto fue herido en la boca por un soldado rebelde de apellido Gregory. El capitán traidor Odio Tamayo hirió por la espalda a un sargento conocido por “Chencho”, que fue fiel a la causa revolucionaria, a pesar de haber pertenecido al ejército de Batista. El caso del capitán Amadis Mato fue atendido personalmente por el comandante Juan Almeida Bosque, jefe del Ejército Rebelde y miembro de la Dirección Nacional Revolucionaria en 1960, quien se reunió con todas las organizaciones revolucionarias del municipio y lo separó del cargo y lo envió a construir en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos en Sierra Maestra.

Las milicias populares de Bejucal fueron tal vez las primeras formadas en Cuba. Su creación fue auspiciada por los sindicatos y las sociedades como el nuevo Liceo y La Fraternidad y las organizaciones revolucionarias del M-26-7 y el PSP, así como el Directorio Revolucionario del 13 de Marzo.

Milicias Revolucionarias en Bejucal

Un grupo de Miembros del M-26-7 y PSP, la JS y el Gobierno Municipal Revolucionario visitaron al Comandante Ernesto Guevara, por entonces miembro de la Dirección Nacional Revolucionaria y jefe del Departamento de Cultura del ejército, en la finca “Los Cocos” en Santiago de las Vegas, donde este descansaba al parecer del agotamiento físico agudizado por el asma crónica que padecía. Trataron el tema con el Comandante Guevara, Carlos Mérida González, por la Dirección Municipal del M-26-7 (abandonó el país recientemente), Felipe Rouco Alonso, secretario municipal del PSP; Luis Romero Rivas, por la juventud socialista, Lenio Giménez Teseira por la sociedad Nuevo Liceo, y el PSP, Ángel María Pérez de Armas, por la dirección de la JS (abandonó el país legalmente); y el Dr. Felipe Soto Padrón, secretario de cultura del gobierno municipal y el M-26-7.

Las milicias populares obreras de Bejucal, fueron creadas el 3 de mayo de 1959, en un acto al que asistió el Comandante Ernesto Che Guevara, en el Nuevo Liceo hoy Casa de Cultura, como resultado de la unidad lograda entre las organizaciones sindicales.

Tarja colocada en la actual Casa de Cultura en conmemoración del 30 aniversario de la caída el guerrillero heroico y sus compañeros

La integraron en este momento más de 300 hombres y mujeres emplantillados mediante la labor de los sindicatos, que tenían su cede en la calle 11 % 14 y 16. Su primer coordinador fue Lenio Giménez Teseira, quien respondía al Comité Provincial Habana-Interior del PSP desde el Comité Municipal del PSP y la JS, y su primer jefe militar fue Alberto Morfi González, y segundo jefe Osvaldo Díaz ”Patilla”.

El Che en Bejucal

Sus primeros entrenamientos los dirigieron L. Ballester, posteriormente combatiente de la lucha contra bandidos (LCB); Arsenio Pérez, del M-26-7 (abandonó el país), y José Ruiz, conocido por “Pepe”. Estos entrenamientos se realizaron en el local de los sindicatos, calle 11 % 14 y 16 y más tarde en el cuartel del escuadrón 54 del ejército rebelde, con la anuencia del capitán Geraldo Noguera. El primer comisario o responsable político de estas milicias fue Francisco Izquierdo.

Las primeras actividades de las milicias populares obreras fueron la búsqueda de un grupo de alzados contrarrevolucionarios en los municipios de Melena del Sur y San Antonio de las Vegas, en la que no se produjo la captura de estos elementos. Participaron dos pelotones, uno al mando de José Ruiz y otro al mando de Ibrahim Cabrera.

Otras actividades fueron guardias obreras y campesinas en centros laborales, locales o fuera de Bejucal, como “Los Pinos Nuevos” de Altahabana, y el apresamiento de contrarrevolucionarios al producirse la invasión de Girón.

Desde octubre de 1959, esta organización militar adoptó el nombre de Milicia Nacional Revolucionaria (MNR), de las cuales surgió el Batallón 178, que estuvo dirigido por Miguel Ángel Peregrín, actual militante del Partido. Cambió su local para la calle 9 % 10 y 12, y después para una finca en el barrio de El Cahuazo, nombrada “Las Delicias”.

En 1961 se modificó su estructura y se constituyeron dos batallones, uno al mando de Nivaldo Izquierdo y otro de Mario Arrazcaeta. El jefe municipal era en ese momento Osvaldo Díaz, conocido por “Patilla”, combatiente del M-26-7. Posteriormente asumió el mando un Teniente (profesional) enviado por la provincia y se le dotó de un nuevo armamento.

El Batallón 178, se entrenó en Isla de Pinos y La Chorrera, y tuvo entre sus más destacados jefes a Abilio Ruiz Sánchez, Teniente bejucaleño. Este batallón participó en el apoyo a declarar a El Cano como primer municipio socialista de Cuba.

El Ministerio del Interior funcionó a través de la Sección 11 que se destacó en el trabajo público de los CDR, por medio de su Coordinador Luis Romero Rivas, y también del Departamento de Seguridad del Estado (G-2) que atendía Héctor Vasallo por la provincia Habana-Interior. Las principales tareas del MININT fueron desde el reclutamiento de agentes hasta la captura de grupúsculos contrarrevolucionarios como el de “Caja de Muertos” y los Soriano, que dependían políticamente de la denominada “Organización Auténtica”, en su mayoría. También el grupo de “Piro”, cuyos integrantes pretendían volar el tanque de agua que abastece a Bejucal, y tomar el Gobierno Municipal Revolucionario, así como atentar contra la vida de los dirigentes de la localidad, como Luis Romero Rivas, de los CDR, Felipe Rouco Alonso, de las ORI, y los del M-26-7 y el Gobierno Municipal.

Por el trabajo del MININT fue arrestada la secretaria del primer Comisionado Municipal, Nora López quien actuó como dirigente de una organización femenina contrarrevolucionaria nacional y participó en sabotajes en otros municipios, fue condenada a 20 años de prisión y se le conmuto la sanción a 7 años; posteriormente se marchó a Estados Unidos. También fue detenida y sancionada otra contrarrevolucionaria de apellido Rodríguez, hija de un comerciante bejucaleño nombrado Filiberto Rodríguez; esta ciudadana, siendo estudiante de la Universidad de La Habana, preparaba un atentado en ese centro de estudios contra el Comandante Ernesto Che Guevara; posteriormente abandonó el país.

El perfeccionamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) fue decisivo en el municipio. Las FAR estaba representada en Bejucal por 5 unidades militares, las mismas poseían una preparación combativa elevada, estaban preparadas para asumir cualquier misión que se les asignara. La labor de la contrainteligencia militar era de catalogar como órgano necesario e imprescindible en el Ejército.

Las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) tenían una historia rica y combativa desde sus inicios el 3 de mayo de 1959, en que el Che Guevara participa en su constitución en un acto en la Sociedad Nuevo Liceo de Bejucal. Sus palabras culminaron con gritos de unidad para la defensa de la Revolución, no solo en el ámbito militar sino también en el político.

El Che en la constitución de las milicias en Bejucal, en 1959

En el desarrollo del discurso el Guerrillero heroico traza con singular maestría la orden del día de ayer y hoy “…trabajo, cultura y unidad”. Expuso su experiencia guerrillera como dirigente político y militar, todo fue distinto en Bejucal, de hecho en la unidad de acción quedó plasmada su prédica ejemplar.

Milicias de Tropas Territoriales (MTT)

Las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) de Bejucal se constituyeron en octubre de 1980. Su génesis estuvo en las milicias obreras, las campesinas, las del M-26-7 y las MNR que desempeñaron un papel ejemplar y heroico también, eslabón de sacrificio y sudor de cientos de bejucaleños e hijos de otros municipios aledaños.

Las MTT en Bejucal son factor militar efectivo y de cohesión política, han cumplido innumerables tareas. Se componen de dos batallones con 2548 milicianos, 94 efectivos de las Brigadas de Producción y Defensa (BPD), junto a los trabajadores de dos polos científicos del territorio, CENPALAB y BIOCEN. Suman un total de 6638 milicianos que integraban todo este sistema defensivo y productivo.

La aplicación de la guerra de todo el pueblo en Bejucal, nueva excepción de la defensa del país junto a los factores determinantes que aunaban al pueblo bejucaleño, quedó demostrada en las particularidades de dos zonas de defensa con dos batallones y las BPD con más de 7000 efectivos para la paz, la guerra, la resistencia al bloqueo y toda circunstancias que se presente en el país.

Ministerio del Interior

El Ministerio del Interior en Bejucal tuvo una sección llamada la No. 11 que se destacó en el trabajo público desde los CDR, donde su Coordinador Municipal Luis Romero Rivas realizó tareas como el reclutamiento de agentes hasta la captura de grupúsculos contrarrevolucionarios entre los que se pueden citar el grupo urbano de “Caja de Muerto” y “Los Sorianos”, dependientes estos políticamente de la Organización Auténtica en su mayoría.

El funcionamiento del MININT y de los Órganos de la Seguridad del Estado abarcó la Sección No.11 hasta el G-2 que atendía Héctor Vasallo en La Habana-Interior, así como otros oficiales que llegaron a desactivar grupúsculos como el de “Piró” que pretendía volar el tanque del agua que abastecía a Bejucal, tomar la sede del Gobierno Revolucionario de la localidad y realizar atentados contra Luis Romero y Felipe Rouco, dirigentes de los CDR y las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), respectivamente; y también contra el M-26-7 y el Comisionado Municipal.

El MININT y sus tareas en el municipio fueron cumplidas por sus diversos órganos y fueron ejemplo de eficacia a pesar del alto índice de delitos no políticos, fueron detectadas y liquidadas la mayoría de las actividades contrarrevolucionarias, las cuales tuvieron una baja incidencia en Bejucal.

La nueva estructura del territorio que dirigía desde los bomberos hasta los Sistemas Únicos de Vigilancia y Protección (SUVP) así como las labores del trabajo público (TP) y de las Brigadas de apoyo y los vigilantes nocturnos, no dejaban oportunidad para que el enemigo se apoderara de nuestras calles. Los CDR y sus grupos de acción rápida junto a otros medios de investigación y hostigamiento al enemigo, completaban este SUVP.

La Policía Nacional Revolucionaria en el frente profiláctico y en las labores de descubrimiento, investigación y neutralización tuvieron mucho éxito.

Materialización de la ayuda internacionalista

La materialización de la ayuda internacionalista en Bejucal se puede ver en T x 2, estación trasmisora de comunicaciones con tecnología soviética, que radicaba en el municipio. Dicha estación mantenía comunicación con el orbe. Esto después de la desaparición del campo socialista sufrió enormes daños aunque continuaba prestando servicios dada la inteligencia de la dirección política y se sus recursos humanos que ahí laboraban.

La colaboración internacionalista de Bejucal en el contexto patrio, en África y otros lugares del mundo es un verdadero orgullo para este municipio, ofrecieron a tierras hermanas constructores en Vietnam como René Amador, enfermeras en Irak como Marta González actualmente diputada de la Asamblea Nacional, y varios cientos de hombres y mujeres en otras tierras que sumaban un total de 403 activos en la ACRC.

Fueron cinco los combatientes caídos de la Revolución Cubana: Salvador Valdés, Benjamín Rodríguez, Aníbal Barrios, Lorenzo Morales y Orlando Quintana Figueroa. Este último falleció en una práctica militar donde se entrenaba para integrar las filas internacionalistas.

También este municipio ha tenido una buena representación de internacionalistas en diferentes ramas como son la salud, educación, deportes, científica en diferentes países como son Brasil, Venezuela, Bolivia, Angola, entre otros países del mundo a los cuales con mucho amor y solidaridad han brindado sus valiosos servicios.

Batalla de Ideas y desarrollo del municipio

Los bejucaleños han estado presentes en las Tribunas Abiertas realizadas en muchos lugares, tales como las que se realizaban cuando el secuestro del niño Elián González, fechas aquellas en que el pueblo bejucaleño no cesaba su deseo y su perseverancia en el bien logrado regreso de Elián junto a su padre y a su patria. Tuvimos el gran honor de celebrar en el pueblo de Bejucal una tribuna abierta el 7 de julio de 2001 contando con la presencia de nuestro tan querido Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, realizada en el estadio de béisbol, y contando con un gran elenco de oradores y una gran participación del pueblo bejucaleño.

En este municipio como parte de la batalla de ideas se logró la construcción de la Sala de Rehabilitación, la creación de dos Joven Club de Computación, donde personas de todas las edades han transitado por él superándose en esta tecnología. Se materializó el uso de computadoras y televisores en los centros educacionales. Se formaron maestros emergentes e integrales. Se realizó paulatinamente la entrega de equipos electrodomésticos en los hogares como fueron las ollas reinas, arroceras, el cambio de refrigeradores, ventiladores entre otros.

En el territorio rural del municipio Bejucal radica el Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (CENPALAB) que es una institución científica productiva, que aborda de manera integral la ciencia de los animales de laboratorio a partir de la elaboración de normativas para la producción, manejo, uso y cuidado de los biomodelos experimentales (convencionales y gnotobióticos), su calidad higiénico sanitaria y genética y sus diferentes tecnologías asociadas. [35]

En el centro se producen o mantienen en bancos genéticos, biomodelos experimentales de: ratones, ratas, hámster, gérbil, conejos, perros y primates. Se destaca el desarrollo de animales híbridos que han permitido el aseguramiento de la calidad necesarios para transferencias de tecnologías de Cuba a otros países, así como la producción de productos biotecnológicos con alto impacto social y económicos como la Eritropoyetina humana recombinante.

Son destacables los avances alcanzados en el estudio preclínico de la eritropoyetina como neuroprotector contra el infarto cerebral isquémico en su fase aguda. Produce también alimentos concentrados en forma de granulados y harinas para: ratas y ratones, conejos, perros, primates, ovejas, polluelos, pollos, codorniz, camarón y equinos.

Además obtiene productos biológicos como medios de diagnóstico, vacunas, sueros totales, inmunoglobulinas y anti-inmunoglobulinas, anticuerpos monoclonales. También produce equipos especializados como: autómatas programables para el control automático de procesos, sistemas de aisladores, puertas herméticas y sistemas para vivarios. [36]

Otro de los elementos más novedosos con que cuenta el municipio desde 1992 fue la construcción en sus predios del Centro Nacional de Biopreparados (BIOCEN) destinado a la producción, investigación y desarrollo de productos biofarmacéuticos, tales como medios de cultivo, antianémicos, vacunas, transferencia tecnológica, extractos alergénicos y otros, contribuye en la formación de profesionales universitarios colaborando con la Universidad de La Habana, el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría y la formación de médicos especialistas de las Universidades de Ciencias Médicas.

BIOCEN, en Bejucal

Este importante centro está integrado al polo científico biotecnológico y a partir de 2012 forma parte de BioCubaFarma. [37]

Esta institución realiza su trabajo de investigación-desarrollo en las siguientes temáticas:

  • Medios de cultivo, bases nutritivas y suplementos para el cultivo de los microorganismos.
  • Sistemas de identificación rápida de microorganismos, medios cromogénicos y fluorogénicos.
  • Medios de cultivo para la micropropagación "in vitro" de plantas de interés económico.
  • Reconstituyentes y antianémicos de origen natural. Formulaciones combinadas.
  • Extractos alergénicos estandarizados para pruebas cutáneas y vacunas terapéuticas antialérgicas (inmunoterapia).
  • Anticuerpos monoclonales contra alérgenos para uso in-vitro.
  • Alérgenos recombinantes de ácaros. [38]
  • Vacunas antialérgicas nueva generación, basadas en alérgenos purificados y adyuvantes inmunomoduladores.
  • Escalados y desarrollo de los procesos de fabricación de productos biofarmacéuticos y biotecnológicos, en condiciones de Buenas Prácticas de Fabricación (GMP).

Esta empresa de alta tecnología del grupo BioCubaFarma en Bejucal a partir de la pandemia de COVID-19 detectada en Cuba a partir de marzo de 2020, asumió la responsabilidad de envasar la vacuna anticovid de factura cubana, que tantas vidas ha salvado, cuyo nombre es Soberana 02.

Vacuna anticovid Soberana 02, envasada en BIOCEN (foto de Cubadebate)

Referencias

Fuentes

  • Actas Capitulares. Ayuntamiento de Bejucal. Tomos 1 al 25. (1714-1899).
  • Antón Piñeiro, Julio C. Historia del Centro Confecciones Modernas (Capitán Eduardo García) 1917-1986.
  • Breve historia sobre la Ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal.
  • Buá, Carlos (2014). Memorias de un cubano. Bejucal 1/6. Disponible en: http://carlosbua.com/bejucal/.
  • Causas. Disponible en Multimedia “Actividades Revolucionarias La Habana (1952-1958). Causas de la Sala Quinta de lo Criminal de la Audiencia de La Habana. Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado. 2017.
  • Colectivo de autores. Algunas consideraciones de la Historia Neocolonial Bejucaleña. Escuela Ciro Redondo. s/a/p
  • Colectivo de Autores. La mujer revolucionaria en el Moncada y la mujer bejucaleña en el 26 de julio. Escuela Matilde Varona. s/a/p
  • Colectivo de Autores. Movimiento Obrero en el sector tabacalero. Escuela Matilde Varona.
  • Colectivo de Autores. El Movimiento 26 de Julio en Bejucal. Escuela Batalla de Mar Verde. 2001.
  • de Santa Cruz y Mallén, Santa Cruz y del Prado, Francisco Xavier (Conde de Jaruco) Historia de las familias cubanas. Editorial Hércules. La Habana. 1940. Disponible en: http://www.jarucoradioweb.icrt.cu/paginas/historiasdemipueblo/his-apellidos-familia-origenes-condes-jaruco.htm/
  • Dirección General de Hacienda de la Isla de Cuba (sección cuarta). Ingenios y Fincas Azucareras. Imprenta del Gobierno y Capitanía General por S.M. 1877
  • Moreno Fraginals, Manuel. El ingenio Edit. Ciencias Sociales. La Habana 1978. Tomo I.
  • García Vélez, Carlos y Casamayor Guerrero, Augusto. Cuba Descriptiva. Datos sobre Municipios y Barrios, Tomo III, 1912, pp. 400-452.
  • García Morales, José Francisco. Algunos momentos de la historia neocolonial en Bejucal (1940-1959). Museo de Bejucal 1996.
  • García Rodríguez, Mercedes. Los ingenios azucareros de la compañía de Jesús en Cuba 1720-1767. Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009.
  • Giménez Teseira, Lenio. El movimiento obrero en Bejucal.
  • Historia del Policlínico de Bejucal. 1978
  • Historial del centro “La Soltex”. 1978
  • Lunar Jiménez, Dania. El desarrollo urbano de Bejucal de 1901-1959. Museo Municipal de Bejucal.
  • Llompart, Miguel. Origen del Liceo de Bejucal. Sánchez Arencibia, Oscar; Giménez Teseira, Lenio y Lumar Jiménez, Dania. Síntesis histórica municipal Bucal. Comité Provincial PCC Mayabeque, sin publicar, 2017.
  • Miró Argenter, José. Crónicas de la guerra. Editorial Ciencias Culturales, La Habana.
  • Perera Díaz, Ainara. Las Charangas: identidad cultural bejucaleña. Museo Municipal de Bejucal.
  • Pezuela y Lobo, Jacobo de la. Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de la Isla de Cuba. Ed. Imprenta del Establecimiento de Millado, Madrid, 1863.
  • Sánchez Arencibia, Oscar. El Coronel Juan Delgado González, Biografía. Editorial Unicornio. Centro Provincial del Libro La Habana, 2006.
  • Apuntes para la historia de la ciudad de San Felipe y Santiago del Bejucal. Editorial Unicornio. Centro Provincial del Libro La Habana, 2010.
  • Santamaría García, Antonio y colectivo de autores. Ferrocarril, historia, espacio y patrimonio en Cuba. Madrid, 2020. Disponible en: https://digital.csic.es/handle/10261/210063
  • Sitio Web Cultura Bejucal. Disponible en: http://www.bejucal.cult.cu/index.php?option=com_content&task=blogsection&id=24&Itemid=31
  • Entrevistas, testimonios y diversos documentos:
    • Testimonios de José Manuel Giménez (fallecido) fue comisionado municipal de Bejucal.
    • Lenio Giménez Teseira. Presidente de la Comisión de Historia del PCC, actual Historiador del Municipio Bejucal.
    • Entrevistas a dirigentes y consulta de los libros de historia de la ANAP, CTC, FMC, MTT, MININT, CDR, UJC y PCC municipal.
    • Datos del Consejo de Estado (AJR, Fotocopia Escuela Nacional de la AJR en Bejucal, Escuela Nacional 1961)
    • Balance del PCC de Bejucal 1974.
    • Balance del PCC de Bejucal 1982.
    • Listado de Monumentos Municipales 1977.
    • Tabla comparativa del PCC. Bejucal 1979-1982.