La Gran Tribulación
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La Gran Tribulación: La palabra tribulación, en lenguaje metafórico, significa opresión, aflicción, dificultad, angustia. El nombre de la ¨Gran Tribulación¨, en la Biblia se debe a que éste será el período más crítico y devastador que la humanidad haya vivido, será un tiempo de angustia terrible para todas las personas del mundo; que nunca antes había sucedido desde que hubo gente hasta entonces. Así se describe en (Mateo 24:29-30), (Mateo 24:21-22), (Mateo 24:21), (Jeremías 30:7), al igual que en la profecía de (Daniel 12:1). La profecía de Jesucristo se relaciona entonces con la de Daniel (2:44).
Según lo indican las Escrituras refiriéndose al fin de los tiempos, el pueblo de Dios se ha visto oprimido muchas veces después de la muerte de Cristo y volverá a sufrir tribulación antes de su regreso. Todo esto está previsto suceda en la Tierra a medida que se acerca la Parusía y conduce al comienzo del reino de los mil años.
Sumario
La Gran Tribulación: acontecimiento único en la Historia
Hablar de este acontecimiento futuro es motivo de gran preocupación para muchísimos cristianos. Se conoce que ese tiempo nunca antes ocurrido en la historia del hombre y que jamás se ha se volverá a repetir en el futuro, será un lapso desgarrador. No existe antecedente alguno de un evento similar, lo que lleva a pensar que los escenarios de devastación que el ser humano conoce y ha experimentado por siglos como: terremotos, huracanes, inundaciones e incendios forestales no tendrán comparación con este suceso.
Para las víctimas de estos desastres naturales, este tiempo que aparentemente será el fin del mundo que conocen, tendrá un alcance mundial, saturado de intensa desesperación y angustia. El fiel testimonio de las advertencias que ha hecho Dios durante los siglos, se observará la tierra devastada.
Los profetas anunciaron con mucha claridad la magnitud de tal acontecimiento, así descrito en el Antiguo Testamento y el libro de Mateo. Las personas temblarán de espanto y terror cuando vean las estrellas movidas de su lugar y el sol ocultar su resplandor.
Propósito
En la Biblia, específicamente en (Apocalipsis 7:14), se describe que los que decidan seguir a Dios, tanto entre los descendientes modernos de Israel, como el mundo entero, ¨los que han salido de la gran tribulación, y se han purificado¨, serán la muestra de que Dios es bueno y justo, y tiene muy buenas razones para corregir tanto a los descendientes de Israel, como al mundo entero. Las escrituras les dan un mensaje muy inspirador a quienes quieren obedecer a Dios, ya que después de ser oprimidos, serán purificados espiritualmente a través de esta futura prueba. Cuando el tiempo previsto de 42 meses de este período esté por terminar, quedará en la Tierra sólo la tercera parte de este pueblo, serán los que han sido probados, convirtiéndose así en un pueblo santo y un ejemplo para el mundo entero; enseñándoles humildad a los descendientes físicos del antiguo Israel y llevándolos al arrepentimiento; pero si los mismos no se vuelven a Dios antes del tiempo del fin, deberán sufrir el castigo de sus pecados. Esa es una de las razones por las que Dios permitirá la Gran Tribulación. Cristo nos advierte de la importancia de poner por obra su transformador mensaje de arrepentimiento, fe y justicia, porque cuando todas estas señales sucedan, pues se sabrá que está cerca el Reino de Dios.
Razones de Dios para que suceda la Gran Tribulación
Esta es la pregunta más importante al respecto: ¿Por qué Dios permitirá la Gran Tribulación? Igualmente, como Dios es paciente y misericordioso, así como un padre que corrige a su hijo obstinado, él también castiga severamente a quienes ignoran sus advertencias y se rehúsan a arrepentirse de sus pecados. Este tiempo de juicio primero recaerán en los herederos del judeo-cristianismo. Estas naciones provienen del pueblo al que Dios dio sus leyes y estatutos con la esperanza de que fuera un ejemplo de conducta para el resto del mundo. En otras palabras, son los actuales descendientes del antiguo Israel; pueblo de Dios a través de la historia.
Pero por haberse olvidado de Él, Dios tratará de llamar su atención con una serie de plagas y desastres naturales. Si eso no funciona, las maldiciones se intensificarán. Pero si con esto no se arrepienten, los castigará a través de invasores crueles. Según la declaración de los acontecimientos en Apocalipsis 3-19 podemos ver que la Gran Tribulación tiene tres etapas:
- La primera etapa se caracteriza por la apertura en el cielo de los siete sellos del Apocalipsis y culmina con el arrebatamiento de la novia de Jesucristo, (la Iglesia) siendo la ramera arrojada del lomo de la bestia.
- La segunda etapa se caracteriza por el sonido de las siete trompetas del Apocalipsis en el cielo. Este es un período en que la bestia estará en batalla con el “segundo fruto”; los que no fueron parte del arrebatamiento, pero ahora optan por servir a Dios. Esta etapa termina con la cosecha del “segundo fruto” a los cielos, y Satanás es arrojado del cielo a la tierra.
- La tercera etapa es cuando la ira de Dios es derramada sobre Satanás, la bestia y el Anticristo y sus seguidores. Se caracteriza por el derrame de las siete copas de ira sobre la Tierra. Después de esto Jesucristo regresa a la tierra con sus seguidores, y esto marca el final de la gran tribulación, y el inicio de los mil años, mil años de paz.
La Gran Tribulación: no ha sucedido aún
Las Sagradas Escrituras plantean que los poderes sobrenaturales se manifestarán como nunca se han mostrado delante de todos, tanto el poder de Dios como las de las tinieblas, se dejarán ver en todo el mundo, engañando a los hombres y seduciéndoles con doctrinas de Demonios. Serán momentos de falsos Cristos y profetas que harán grandes señales para engañar, si fuere posible, aún a los escogidos. Puesto que la segunda venida de Jesús ocurrirá “inmediatamente después” de la gran tribulación, es obvio que tendrá su cumplimiento en el futuro, puesto que, si hubiese ocurrido en el pasado, Jesús ya estaría presente. Para los más fieles creyentes, el día de Jehová está cerca. Para Dios un día es como mil años y mil años como un día, porque el tiempo de Dios es perfecto; pero se verán antes algunos eventos a nivel mundial.
Suposiciones
- Algunos maestros enseñan que la “Gran Tribulación” ocurrió el año 70 d.c, cuando se invadió Jerusalén, destruyendo la ciudad y el templo. Alegan que los judíos que estaban en Judea huyeron a los montes y fueron exiliados de su propia tierra. Esto ocurrió; pero sin embargo, “la Gran Tribulación” a la que se refiere Mateo 24 es una sola y no muchas, este tiempo no tiene comparación con ninguno, descartando la posibilidad que sea cualquier otro evento posterior al tiempo de Jesús y anterior a nuestra era.
- Muchos creen y otorgan al mismo tiempo a las aflicciones cotidianas y los diferentes acontecimientos mundiales, el nombre de la Gran Tribulación. Otros piensan que ya sucedió, pero que Jehová viene para destruir la maldad del hombre de una vez y para siempre de modo que, si la Gran Tribulación fuera un evento pasado o presente, los malvados reducirían cada vez más, pero es todo lo contrario. Nada por muy difícil que haya sido en el pasado puede compararse con este evento el cual fue profetizado antes de la primera aparición de Jesús; para el cual no existe precedente alguno que describa la devastación que este juicio trae consigo; porque la destrucción y el lamento será el denominador común.
- Algunos líderes muy reconocidos predican, que la gran tribulación está destinada exclusivamente para los israelitas, otros dicen, que este evento afectara a los inconversos, a los cristianos tibios y en especial, al pueblo judío como resultado de haber despreciado al Mesías. Esto pone en entredicho la palabra de Dios cuando dice: que si la desobediencia de ellos fue la oportunidad para los gentiles (como nosotros) de alcanzar salvación, ¿cuánto más será su plena restauración?
En otras palabras, si el error del pueblo de Israel fue nuestra salvación, ¿imagínese cuál será el resultado de que todo el pueblo crea que Jesús es el Mesías? Por lo que otros tantos creen que la Gran Tribulación no afectará exclusivamente al pueblo de Israel, sino al mundo entero; porque no existe nada en la escritura que afirme lo contrario, por lo que presumir que Dios dejará afuera a su pueblo y que únicamente tomará a los cristianos gentiles, es un error. Muchos presumen creyendo que Dios los ha desechado cuando es todo lo contario. Se debe recordar que Israel no es un espectador en los eventos del fin, sino un participante muy activo; pero, sin embargo, algunos consideran que la tribulación está destinada solamente a Israel como castigo, por ser el mayor ejemplo de desobediencia.
Referencias: proféticas
Cuando se toma la información de las profecías sagradas como un todo, la Gran Tribulación, es un preludio de la Parusía, por la clara necesidad de la intervención divina en el escenario mundial, ya sea tanto para juzgar a los malos como para liberar a los santos, proporcionando así un profundo contraste entre la tenebrosa hora la de la tribulación y la gloria del reino de Dios que le sucederá. Dicho reino de justicia sobre la tierra, no será por los esfuerzos humanos. Será un juicio dramático sobre la maldad del mundo, y al mismo tiempo será una maravillosa liberación para quienes han puesto su confianza en Cristo en esos trágicos y terribles días.
Este hecho estará destinado para los incrédulos y los pecadores, más que para los hijos de Dios, es otra razón por la que muchos creen que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá antes de este terrible tiempo de sufrimientos, donde habrá judíos y gentiles salvados, muchos de ellos sometidos a martirio, y son muy pocos los que sobreviven en este período. Es significativo que la iglesia jamás se nombra en los pasajes relacionados con la Gran Tribulación; porque jamás se usan las expresiones específicas que los relacionarían con la iglesia.
De igual forma, la salvación de Dios llega justo cuando sus hijos están en el peligro más adverso, cuando ya no hay más salida, ni escapatoria ante el opresor que los aplasta. Siempre en las Sagradas Escrituras y profecías, el denominador común, es la salvación de Dios en tiempos de angustia, cuando ya todo parece estar perdido; y es ahí donde el Padre Celestial, actúa sobrenaturalmente para salvar al mundo.
Véase también
Fuentes
- Biblia, gran tribulación.
- La gran tribulación.
- Doctrinas, gran tribulación .
- Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
