Vista Alegre (Santiago de Cuba)

Reparto Vista Alegre
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 • ProvinciaSantiago de Cuba
 • MunicipioSantiago de Cuba
 • Fundación1907-1909
Población 
 • Total13 713 hab.
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Casa del Caribe

Reparto Vista Alegre: se encuentra ubicado en el Municipio  Santiago de Cuba, Provincia Santiago de Cuba. Pocos lugares poseen una identidad tan reconocida como la que tiene el barrio Vista Alegre, el cual se distinguió como lugar de residencia preferido por personajes sociales o políticos de lo más encumbrado de la pirámide social de la época.

Surgimiento

La fundación (1907-1909)Fue con el gobierno militar intervencionista americano de 1898 y la naciente República, que llegó la modernidad a la ciudad de Santiago de Cuba, patrocinada por el Ayuntamiento de la misma, liderado por el patriota santiaguero Emilio Bacardí Moreau, permeada del estilo de vida norteamericano, aunque creemos que no se puede afirmar totalmente que se tomara una actitud copista ante esta influencia, pues en realidad se observa una tendencia a la imitación de lo europeo.
Vista Alegre surge como consecuencia del crecimiento de la Ciudad de Santiago de Cuba en las primeras décadas del siglo XX, pero a diferencia del crecimiento prácticamente casi concéntrico y continuo ocurrido hasta entonces en la ciudad histórica huye de esta en busca de condiciones climáticas más propicias.

Tomás Nicolau, por medio de la Compañía de Urbanización y Ensanche de Santiago y el Caney. El 12 de junio de 1907 fueron comprados los terrenos de la Finca Arroyo Hondo y se dio inicio a la Urbanización. Un año más tarde quedó enlazada a la ciudad por el tranvía al inaugurarse el 5 de febrero de 1908 por la compañía de Electricidad y Tracción una línea que circulaba por las calles principales del núcleo urbano y luego se trasladaba hasta el centro del nuevo barrio.

Dotado de todas las redes urbanas y provisto de un alto grado de arborización en sus calles propició, junto a la calidad de su arquitectura, la conformación de ambientes urbanos coherentes y demostrativos de un alto confort de vida.
Vista Alegre comienza a poblarse ininterrumpidamente desde la década de 1920 hasta 1950, convirtiéndose con el transcurrir de los años en el más elegante suburbio residencial santiaguero, caracterizado por sus palacetes eclécticos que dominaban la avenida Manduley, eje vial principal que atraviesa en su justo medio al barrio y garantiza la accesibilidad a todas sus áreas.
Posteriormente un número apreciables de edificaciones neocoloniales- eclécticas, mediterráneas y californianas – así como otros muchos propios de la influencia del Movimiento Moderno, completaron el repertorio arquitectónico doméstico más sobresaliente de esa etapa en la ciudad.

Dos razones principales nos hacen delimitar esta primera etapa, ellas fueron la fundación del barrio bajo una primera administración poco ambiciosa, que sólo se limita a la construcción de casas de madera, y sus primeros habitantes, quienes que no eran precisamente de la burguesía, la cual siempre se asocia a Vista Alegre en Santiago de Cuba. En el período se construyeron apenas unas 17 casas propiedad de la Compañía Eléctrica, en casi todas el estilo predominante fue el de bungalow de madera tipo balloom frame.
El período concluye en medio de la inestabilidad política de esos años y el debut del gobierno de José Miguel Gómez, que marca el más bajo comportamiento del presupuesto para construcciones y la más baja tasa demográfica del barrio.

La década dorada (1910-1919)

Esta nueva década marcó el auge de Vista Alegre con la llegada de lo más selecto de la sociedad santiaguera del momento, el barrio comienza a tomar su carácter elitista y selecto que lo caracterizó en toda la historia posterior hasta 1958.
A raíz del cambio de administrador de la Compañía Eléctrica, por Emilio Godoy, en esta etapa se produce un vuelco en la tipología de las construcciones, lo cual trae consigo la aparición de algunas familias de la burguesía que comenzaron a poblar de forma paulatina el barrio. Con este cambio se ve la entrada triunfal de varios estilos arquitectónicos de moda en el mundo burgués, sobre todo norteamericano y europeo, aparecen ejemplos típicos del neoclasicismo, eclecticismo, art nouveau, arte mudéjar, neo gótico y neo renacentista. Con estos estilos se ve cómo se mantiene una mirada fija de admiración a lo europeo; se hacen réplicas de construcciones de fama mundial, como el Petit Trianon y el teatro Casino de París, franceses, y el Patio de los Leones del Alhambra, español.
En estos años se construyen más de 55 casas, 30 de ellas diseñadas por el arquitecto Carlos Segrera Fernández, y el presupuesto de inversiones vertiginosamente ascendió junto con el número de pobladores que se establecen en el barrio.

La década de la fama (1920-1929)

Este período estuvo signado por el afianzamiento de la enriquecida burguesía vistalegrina. Los primeros años fueron de auge en el barrio y se llegaron a construir más de 130 casas, representan el 20,3 % del total de edificaciones en el mismo.
En este período se acentúa la presencia de la burguesía en el barrio, pero junto a ella comienzan a instalarse otros habitantes con menos posibilidades económicas, que viviendo al diario, arriesgaban todo, buscando un porvenir mejor al lado de la élite. En la arquitectura continúan los estilos de la década anterior.
Los aspectos más sobresalientes de este decenio son la crisis mundial después de la devastación de la guerra mundial la cual en la década anterior trajo grandes riquezas a la Isla. El mandato presidencial de Alfredo Zayas(1920-1925) y el preludio de una de las más crudas dictaduras cubanas: la de Gerardo Machado, quien subió a la presidencia en 1925.
A principios de la década, en 1921 ocurrió el crack bancario en Cuba, que estuvo estrechamente vinculado con el devenir de Vista Alegre, por los intereses que tenían en el barrio los banqueros que quebraron.
Termina esta etapa de manera diferente, pues ya la economía empezaba a declinar en Cuba y la dictadura de Gerardo Machado hacía estragos en la vida política, económica y social. A pesar del gran esplendor del barrio heredado de los años diez, al final de los veinte ya se nota la merma constructiva y presupuestaria de sus propietarios, pero definitivamente se consolida la imagen del vistalegrino y su hábitat. Creció el reparto y con ello su fama.

La década gris (1930-1939)

Esta década comenzó con un gran desconcierto social y económico para los vistalegrinos. Fue un período de decrecimiento a consecuencia de la crisis político-económico, externa e interna.
Esta etapa se enmarca en la recta final de la dictadura de Machado, donde la represión y la frustración fueron los principales sentimientos sociales. De crítica podemos catalogar la situación reinante en la Isla, antes y después de su gobierno, pues luego de ser derrocado vienen años de anarquía política. Se enmarcó dentro del sonado crack capitalista mundial de 1929-1934, y también la crisis política global que antecede a la Segunda Guerra Mundial. La economía nacional ante todo este panorama desfavorable decrece, crisis que se agudiza en Santiago de Cuba con el terremoto del 3 de febrero de 1932, que desplomó numerosos edificios y fortunas en Vista Alegre.
Esta década marca una decadencia, y a causa de lo antes expuesto, marcó un retroceso en el desarrollo continuo y ascendente de la vida de Vista Alegre. Se registra en este período su más bajo crecimiento demográfico y constructivo, al edificarse unas 35 casas que representan el 5,5 % del total de viviendas, erigieron muchas casas de madera, ello es muestra de un descenso cualitativo notable en las edificaciones, secuela del terremoto y de la crisis económica; También se ve una tendencia a mezclar --no siempre con buen gusto-- los estilos, tomando los elementos más económicos, y crear modelos de construcción transitorios de los neoclásicos refinados y elegantes a ejemplares más simples y vulgares, que llenarían esta crisis de los años treinta.
En este período, el material de construcción por excelencia fue, por necesidad, la madera; por un lado barata frente a la crisis económica, y, por el otro, resistente a los grandes sismos.
En esta etapa, el año 1932 marcó notablemente el descenso tope en los altibajos del barrio.

La expansión (1940-1949)

Esta década es completamente diferente a la anterior, en menos de diez años casi se duplican los pobladores y casas del barrio. Se construyen unas 150 viviendas, lo cual significó el 22 % de las ya existentes. El presupuesto económico de sus propietarios sale del letargo de los años treinta, y se equipara casi con el de los años
veinte. Los estilos arquitectónicos cambian por completo y se trasladan desde el monumental moderno --el cual Hitler promovió en la época--, pasando por los estilos neocoloniales iberoamericanos, hasta llegar a la entrada del modernismo norteamericano, de moda a finales de los años 40.
Desde el punto de vista político, se logra una cierta estabilidad en Cuba en este decenio. Quedan enmarcados en ella el gobierno dirigido por Fulgencio Batista (1940-1944) y el de Ramón Grau San Martín (1944-1948). En el mundo se libraba la Segunda Guerra Mundial, la cual concluyó a mediados de la década –en 1945--, esto causó una crisis económica que benefició a la burguesía cubana, que vendía nuestros productos al por mayor a buenos precios en el mercado mundial a través de los Estados Unidos.
Además se caracterizó este período de la historia de Vista Alegre por el auge de construcciones, la masividad de la llegada de pobladores con menos capacidad económica, que los diferenciaba de la rancia oligarquía aristocrática, se incorpora la clase media, a quienes les llamaban los “nuevos ricos”, los que toleraban el desprecio y la arrogancia de la élite fundadora del prestigioso barrio, para poder convivir entre ellos, en su hábitat burgués y equipararse a los que ya vivían allí.

El último fulgor previo al ocaso (1950-1958)

Es el último período del devenir del barrio,.El comportamiento de su historia continúa más o menos con el mismo ritmo vertiginoso heredado de la década anterior, aunque algunos elementos las diferencian, como son los estilos arquitectónicos, pues en casi todo lo que se construye --295 casas--, representa el 43,5 % del barrio, se utilizó las variantes modernistas: racionalismo, neo plástico, cubismo y orgánico, muy de moda y de fácil construcción en serie. También sus dueños invirtieron más que nunca en sus casas, el presupuesto para construcciones llegó a un 30 % casi del total del reparto --récord en la historia de Vista Alegre--, Esto permitió continuar con un mayor ritmo de crecimiento y expansión del barrio y sus alrededores: se crean las Terrazas de Vista Alegre y Rajayoga.
Termina este período con el triunfo de la revolución cubana, cuando se rompen los patrones de las relaciones sociales del barrio.

Un poco de historia

Pocos lugares de Santiago de Cuba poseen una identidad tan reconocida como la que tiene el barrio Vista Alegre, el cual se distinguió como lugar de residencia preferido por personajes sociales o políticos de lo más encumbrado de la pirámide social de la época en estudio, además de su variada oferta cultural y de esparcimiento, que atrajo a distintos sectores del resto de la ciudad. Sus habitantes más antiguos evocan un pasado no tan lejano donde se le representa como un sitio tranquilo, apacible, de bello entorno natural. Pero más atrás todavía, se esconden otros elementos que hablan de su historia que se puede apreciar entre sus calles y casas, muchas de las cuales se encuentran cargadas de historia y de significados.
Su identidad pareciera que se va creando y recreando con lo que se dice de él, con sus habitantes, con su historia y la experiencia que en este espacio han tenido sus pobladores.
Añadámosle a esto, el hecho de que Vista Alegre fue pionero de su tipo en la zona oriental de Cuba, teniendo como antecedente solo El Vedado en la capital. Éste es el modelo de barrio moderno aplicado en Santiago de Cuba por empresarios emprendedores, en el que tuvieron mucho éxito.
Su localización responde a las favorables condiciones climático-ambientales de su emplazamiento, siendo esta la zona más fresca y arbolada de la ciudad, combinada con el obsesivo hábito copista de la burguesía nacional frente a sus similares yanquis y europeos, quienes huían del ruido, contaminación e insalubridad de los centros históricos coloniales aglomerados por las restantes clases sociales hacia lugares donde lograban aislarse del resto, y se establecían en lujosos barrios donde en apariencia se respiraba paz, pero en el fondo se libraba una cruda competencia de poder y jerarquía.
De manera que este distanciamiento del resto de la sociedad es lo que permite estudiar los habitantes de este barrio: los vistalegrinos, llamémosles así, que llegó a ser sinónimo de clase burguesa acomodada, como un grupo con peculiaridades distintivas, el cual generó un sistema de relaciones específicas en el campo social y axiológico, en su hábitat objeto de  estudio.
Fue el barrio Vista Alegre un ejemplo claro de metamorfosis urbana republicana, cuya lógica de transformación responde a procesos sociales de modernización económica en la ciudad.
Su creación es coincidente con la modernización experimentada en [Santiago de Cuba] a raíz de las tendencias modernizadoras impulsadas por la acción pública y privada, posterior a la intervención norteamericana de 1899 y a la instauración de la neófita República en 1902. En un marco institucional republicano y un auge de la economía cubana, anteriormente saqueada por el sistema colonial español, el país comienza a experimentar importantes avances en materia de crecimiento económico, político y socio-cultural sin precedentes en la historia, así como una profunda fase de cambios en la producción y organización de los espacios urbanos. Con este barrio aparece una nueva forma de vida y conducta social acorde con el estilo de vida de sus residentes.

Caracterización de la población y Territorio

La comunidad de Vista Alegre se encuentra ubicada en el Consejo popular de Vista Alegre del Distrito # 4, en el Municipio de Santiago de la Provincia Santiago de Cuba. Es considerada una zona urbana pues en ella existen 3473 casas y 36 edificios, además de contar con redes de agua potable, servicio sanitario y eléctrico, cuenta con locales para realizar reuniones como escuelas, médicos de familia, etc, así como carreteras y trasporte. Tiene una población de 13 713 habitantes en los que predomina el color de la piel blanca, así como profesionales y dirigentes, de estos habitantes 6537 son adultos,3836 son jóvenes,1798 son niños y de ellos 272 tienen la edad de 0-6 años de edad, lo que indica que es una población envejecida, en investigación realizada se prevé que para próximos año la población vieja sea de un 62%. Existen actualmente 65 desempleados.

La comunidad cuenta con recursos propios como lo son lo 177 centros laborales que en ella existen, de ello 4 escuelas primarias, 5 especiales, 9 círculos infantiles, 1 tienda recaudadora de divisa 1 Joven Club de computación, 2 salas de video, 1 Palacio de pionero, 4 centros restaurant, 5 bodegas-carnicería-agro , Casa del caribe, Casa de las Tradiciones, Casa del Joven Creador, varios centros políticos y administrativos, entre otros.

Pero también la comunidad tiene sus demandas que se caracterizan por ser a largo plazo pues requieren de los recursos institucionales, que son los que se escapan de las manos de nuestra comunidad y debemos recurrir a los recursos del Estado como por ejemplo el alumbrado publico, el largo periodo del servicio de agua potable, serios problemas con la tala, poda reforestación de los árboles, varias calles en mal estado , casi nulo el servicio estatal de gastronomía, peluquería, barbería y belleza, así como de talleres de arreglos de equipos electrodomésticos, y que no existen una farmacia 24 horas.

Ver también:

Fuentes

  • Entrevista realizada al Lic. En Ciencias Sociales y profesor de la Universidad de Oriente, Roberto Suárez Leyva, Delegado de la Circunscripción y conocedor del tema.
  • Tesis de grado .Msc. Carlos Raidel Naranjo Pacheco. Año 2007

Bibliografía:

Archivo Histórico Municipal de Santiago de Cuba (AHMSC). Fondo Especial de Planos: Vista Alegre, leg. 163, año 1907.
M. Méndez, C. Lamos y C. López: “El hábitat burgués”. Trabajo de diploma, Santiago de Cuba, 1987, anexos, pp. 70-77.
Carlos Forment: Crónicas de Santiago de Cuba, t. II,