Agricultura del futuro

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Concepto:La agroalimentación de 2050 será más tecnológica, sostenible e innovadora, se prevé que la población mundial sobrepase los 9.000 millones de personas. Para alimentar a toda esa gente

Agricultura del futuro. Para el año 2050 se prevé que la población mundial sobrepase los 9.000 millones de personas.

Para alimentar a toda esa gente, la agricultura tiene por delante un gran reto: producir alimento suficiente de forma sostenible, eficiente y rentable. Para lograr este objetivo, la agricultura del futuro deberá apostar por la tecnología de vanguardia. Para que no pierdas detalle de las nuevas tendencias, en este viaje al futuro de la agricultura te contamos cuáles son las últimas innovaciones.

Herramientas de la agricultura del futuro

Desde hace unos años, el campo apuesta por la agricultura de precisión. La tecnología agrícola ha evolucionado con el objetivo de obtener más empleando cada vez menos insumos. Se trata de optimizar. Para ello, el agricultor puede servirse de diferentes herramientas, como los tractores autónomos, los drones agrícolas, la mejora de la genética vegetal o explorar otras formas de cultivo como el vertical o en ausencia de suelo.

Tractores robot

Las casas de maquinaria agrícola ya están apostando por los tractores totalmente autónomos. La idea es que el tractor no requiera de un conductor para realizar las labores y que la tecnología de precisión aproveche al máximo las condiciones del suelo para minimizar el uso de insumos.

Un ejemplo es el tractor autónomo de Case IH. Su prototipo de vehículo autónomo, ACV, está pensado para liberar al operador del trabajo de dirigir el tractor. Este tractor puede trabajar 24 horas al día y 7 días a la semana. Cuenta con GPS ultrapreciso que está operativo con las correcciones que proporciona la red de antenas RTK (de la que es dueña Case IH).

La marca Fendt es la responsable del proyecto MARS (Mobile Agricultural Robot Swarms, en español: Enjambres de robots agrícolas móviles), que ha desarrollado un sistema autónomo capaz de realizar por sí mismo una plantación de alta precisión. Se trata de pequeños robots (6-12 unidades) que, conectados a la nube, planifican, monitorizan y documentan con total precisión la siembra de maíz.

Drones agrícolas

La agricultura del futuro pasa también por el aire. Los drones agrícolas, esas pequeñas aeronaves no tripuladas, cada vez sobrevuelan más las fincas agrícolas. Puedes sacarle mucho partido a un dron agrícola:

Con esta tecnología se pueden obtener diferentes tipos de imágenes

Multiespectrales: son capaces de medir el vigor vegetal de la plantación. Con este tipo de imágenes es más fácil valorar el estado de salud y el crecimiento de los cultivos.

Térmicas: con este tipo de imagen puedes valorar el estrés hídrico en la planta y actuar en consecuencia. Son fundamentales para aplicar estrategias de riego de precisión.

Topográficas: en proyectos agrícolas de gran envergadura, un levantamiento topográfico es fundamental para sacar el máximo provecho del terreno.

Además de la toma de imágenes, los drones agrícolas pueden completar otro tipo de tareas, como aplicar fitosanitarios. Con estas máquinas, se puede llegar a aquellos lugares de la explotación más complicados y, lo que es más interesante, se evita que un operario se exponga al producto aplicado.

La genética vegetal

A pesar de que existen muchas reticencias sobre el uso de los transgénicos, no existe evidencia de que sean perjudiciales para las personas. Lo que sí está claro es que la mejora genética vegetal (que incluye técnicas como CRISPR para editar el genoma, y no solo los transgénicos) resultará fundamental en la agricultura del futuro.

Ya existen cultivos transgénicos que producen plantas resistentes a diferentes malezas o algunas enfermedades. Pero la tecnología y ciencia agrícola quieren ir mucho más allá. Por ejemplo, la Fundación. Por su parte, para la agricultura del futuro se prevé el uso de herramientas de edición del genoma (la más famosa es CRISPR-Cas9) con las que se podrán introducir genes de una forma más barata y rápida a las antiguas técnicas de modificación genética. Por ejemplo, en el laboratorio, se ha editado el genoma: Del arroz, para hacerlo resistente a algunas enfermedades.

Del trigo, para la misma finalidad que en el caso del arroz.

Del maíz, para hacerlo más tolerante a la sequía. Los científicos están investigando en la actualidad las posibilidades de desarrollar árboles de cítricos y viñas resistentes a algunas enfermedades. Pero también tomates de producción temprana que se adaptarían mejor a las futuras condiciones climáticas.

Cultivar fuera del suelo y explotaciones verticales

En el futuro, la tierra no será el único medio que utilicemos para cultivar. La agricultura del futuro debe tener en cuenta que la tierra fértil se verá muy limitada a la hora de alimentar a una creciente población. Por eso, ya se están investigando, y en algunos casos produciendo gracias a sistemas fuera del suelo o con sistemas verticales. A continuación veremos algunas de las opciones:

Hidroponía

Esta técnica consiste en cultivar plantas en soluciones que contienen minerales y otros nutrientes en lugar del suelo. Es decir, las raíces de las plantas no están en el suelo, por el contrario el sustrato es una solución nutritiva. Es un sistema que ya se utiliza y que tiene múltiples beneficios:

No se necesita suelo.

Las plantas se desarrollan más rápido.

No es necesario adaptarse a campañas estacionales.

Se produce un consumo de agua eficiente.

Los cultivos no compiten con otras hierbas.

El mantenimiento del cultivo y las labores son más suaves.

Cultivos verticales

Se basa en paredes o muros verticales en los que las plantas se encuentran enraizadas entre dos láminas de un material fibroso que está anclado en la pared. En realidad, los cultivos verticales también pueden ser hidropónicos, aeropónicos.

Cultivar en vertical será clave para la agricultura del futuro porque: Al aprovechar la superficie de esta forma se rinde 55 veces más producto por unidad de área en comparación con las explotaciones en suelo tradicionales.

Esta forma de cultivar aprovecha la tecnología de las bombillas LED para acelerar el crecimiento de las plantas.

Además, requiere menos labores manuales, pues la mayoría se automatizan.

La gestión digital

Aunque no sabemos cuánto tardará en llegar toda esta tecnología a nuestro día a día, sí has podido comprobar en este artículo cuál será la agricultura del futuro. De lo que sí puedes estar seguro es que, como agricultor, es necesario gestionar de forma eficiente tus explotaciones.

Agroptima te ofrece la posibilidad de hacerlo a través de una herramienta que siempre llevas en el bolsillo y que seguirás llevando en los próximos años: tu teléfono móvil. ¡Pruébala ya y avanza con nosotros hacia la agricultura del futuro!

La agricultura del futuro: ¿cómo cambiará la producción en 2030?

Desde hoy hasta 2030 se esperan grandes cambios que llevarán a la revolución del sector agrícola. Por décadas, los gobiernos y las grandes organizaciones se han concentrado en la disponibilidad de los alimentos, con el objetivo de dar acceso en todo momento del año a los alimentos que constituyen la base de nuestra dieta.

Pero desde hace un tiempo ya no es así: nuevos factores han llevado a cuestionar todo el sistema agrícola. Entonces ¿cómo cambiará la producción alimentaria en los próximos años? Según las previsiones sobre la agricultura del futuro los principales cambios afectarán a:

Nuevos cultivos para satisfacer a las nuevas tendencias en materia de dieta

Soluciones para hacer frente al cambio climático

Nuevas tecnologías que próximamente podrían estar al alcance de todos

Veamos cómo cambiará la producción agrícola en la próxima década.

Agricultura ecológica y nuevas tendencias

Las nuevas tendencias en materia de dieta tienen un peso cada vez más importante en la manera en la que desarrollamos la agricultura. Algunas fuentes registran una tendencia: en las mesas de los ciudadanos aumenta cada vez más el componente vegetal, mientras que se reduce el animal. Además se comienza a dar preferencia a la calidad y a la diversidad con respecto a la cantidad.

Como revela el informe de la Unión Europea 2019-2030, los consumidores son cada vez más exigentes cuando se trata de alimentación y los temas como salud, propiedades nutritivas, procedencia, sostenibilidad y bienestar de los animales están siendo fundamentales.

La nueva demanda ejerce una influencia decisiva en las variedades cultivadas, los métodos de cultivo, así como la cría. Por tanto, no existe ninguna duda sobre el hecho de que algunos sectores del mercado, como el ecológico y los productos de proximidad registrarán un incremento significativo en la próxima década.

Las políticas comunitarias en términos de impacto medioambiental también han impulsado algunas prácticas productivas, como la rotación de cultivos. Sin embargo, los costes superiores relativos a algunos de estos cambios se compensan por el valor añadido de los productos.

También en este informe, la agencia europea prevé que los espacios dedicados a la agricultura en el continente sufrirán una disminución de 178 millones de hectáreas para 2030. Las cosechas aumentarán más lentamente que en el pasado, aunque los progresos en la selección y gestión de las semillas ayudarán de todos modos a los agricultores a obtener un aumento total de la producción.

Hacer frente al cambio climático

Los cambios climáticos modificarán nuestra manera de producir de modo definitivo (hemos tratado este tema en este análisis sobre el clima y la agricultura), influyendo en factores como lluvia, temperaturas y calidad del suelo. Por tanto, es necesario comenzar a hacer frente a estos cambios con algunas estrategias.

El nuevo informe sobre el cambio climático de la Agencia Europea del Medio Ambiente proporciona algunas recomendaciones, en primer lugar, el recurso a los instrumentos de la agricultura de precisión, que permiten mejorar la producción, optimizar la distribución de fertilizantes y fitofármacos.

Aconseja asimismo el empleo de cultivos más resistentes a las olas de calor y frío, pero también a la sequía y a los parásitos. En el periodo invernal es conveniente recurrir a los cultivos de cobertura para proteger el terreno, mientras que, en general, la rotación de cultivos genera beneficios notables para el suelo.

Optimizar el riego, producciones sostenibles en invernaderos y mejor forraje para los animales, estos son algunos de los consejos de la agencia europea para hacer frente a la nueva década.

Nuevas tecnologías para la agricultura

Por último, la tecnología está dando pasos agigantados y pronto se verán los resultados. En los últimos años hemos visto la introducción de muchas tecnologías nuevas. Hasta hace 10 años, instrumentos como Isobus y la conducción asistida habrían sido considerados ciencia ficción, mientras que en la actualidad están al alcance de todos (descubre más sobre las tecnologías agrícolas ya disponibles).

Para la próxima década, las novedades son más futuristas: nuestros campos podrían ser atravesados por robots y drones, capaces de recoger datos y cuidar los cultivos con una precisión cada vez mayor.

El abono, el escardado e incluso la recolección: gestionados por la inteligencia artificial, los robots de nueva generación también podrán dar sugerencias para optimizar la producción y aumentar el rendimiento de los cultivos.

Los drones agrícolas se podrán emplear en el mapeo de los terrenos y en la detección de los problemas. En el futuro también se utilizarán probablemente para regar los cultivos de forma rápida y precisa, sin desperdiciar agentes químicos, gracias a equipos sofisticados.

El futuro de los alimentos y la agricultura: retos y opciones para la sostenibilidad a nivel mundial

Este proyecto de Foresight ha encargado una serie de reseñas que exploran la nueva ciencia necesaria para responder a los retos de producir más comida de forma más sostenible. Las prioridades más importantes se resumen en el informe síntesis del proyecto C6. El informe final del proyecto también coincide con las conclusiones del reciente informe de la Royal Society, Reaping the Benefits, que explora con detalle los retos para la investigación en producción agrícola.

A continuación se sugieren las prioridades generales

Desarrollo de nuevas variedades o géneros de cultivos, ganado y organismos acuáticos, aprovechando los recientes avances de las ciencias biológicas.

La conservación de diferentes variedades, familias locales, razas poco comunes y parientes silvestres relacionados con especies domesticadas. Esto es muy importante para mantener un banco genérico de variaciones que puede usarse para seleccionar rasgos nuevos.

Avances en nutrición y ciencias relacionadas. Ofrecen importantes expectativas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción de animales (ganadería y acuicultura).

Avances científicos y tecnológicos en las ciencias del suelo y campos relacionados. Relativamente ignorados en los últimos años, ofrecen la posibilidad de determinar mejor las limitaciones de la producción agrícola y mejorar la gestión de los suelos para conservar sus funciones en el ecosistema, aumentar y estabilizar la producción, reducir el vertido de contaminantes y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Investigación dirigida a la agricultura y ganadería moderna, agroecología, ingeniería agrícola y gestión de la acuicultura. La investigación en una variedad de disciplinas, incluidas las áreas que han recibido menos inversión en los últimos años, es vital para mejorar la producción y la sostenibilidad al mismo tiempo.

La sanidad, inocuidad y calidad para el futuro del comercio agrícola

Actualmente ALC es un actor estratégico del comercio internacional de alimentos, fibras y energía y es altamente previsible que este papel tienda a fortalecerse ante el incremento de las demandas y las restricciones de recursos que ocurrirá en las próximas décadas (más si las nuevas tecnologías permiten cerrar las brechas de productividad que afectan la competitividad de muchas de las producciones regionales).

Se deberán considerar los cambios en los patrones de consumo, principalmente los movilizados por el incremento en los ingresos y las 18 mayores preocupaciones ambientales y de consumo socialmente responsable, y por los impactos del cambio climático sobre la geografía de la producción que muy probablemente redundarán en alteraciones en la composición de las producciones agropecuarias y de las plagas y enfermedades que las afectan. Además, se espera que ALC aproveche sus potencialidades biológicas para incursionar en la elaboración de productos y servicios no tradicionales que le permitan encadenamientos con otras industrias de alto valor.

El futuro toca a las puertas de la agricultura

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la agricultura en el mundo? ¿Hacia dónde debe enrumbarse esta actividad tan importante en los próximos años?.

Aún no podemos comer chips o teléfonos, hemos cambiado muchísimas cosas, pero para alimentarnos seguimos necesitando papas, camotes, cebollas, tomates, arroz y frijoles, para alimentarnos seguimos necesitando de la agricultura”. Con esa frase el productor e ingeniero agrónomo costarricense Julio Brenes resume el hecho de que el mejoramiento de la agricultura es y seguirá siendo uno de los principales retos de la humanidad.

Un reto que, además, se hace cada vez más complejo por la reducción del espacio para cultivar, el cambio climático, la necesidad de utilizar procesos de producción más sostenibles y las proyecciones sobre el crecimiento que tendrá la población mundial en las próximas décadas.

Cambiar, es la consigna

Los planteamientos del productor coinciden con lo expuesto por la FAO, especialmente porque la agricultura es uno de los sectores que más ha contribuido a la degradación ambiental en el mundo.

“El incremento de la producción alimentaria y el crecimiento económico se han conseguido muchas veces a costa del ambiente natural. Casi la mitad de los bosques que antaño cubrían el planeta han desaparecido y las aguas subterráneas se agotan con rapidez. La biodiversidad se ha visto gravemente erosionada. Además, en los últimos 50 años, las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura se han casi duplicado y las previsiones indican que seguirán aumentando hasta 2050”, dice el informe El futuro de la alimentación y la agricultura.

Sostenibilidad y resistencia

La agricultura del futuro también deberá ser más resistente, adaptable y sostenible, según Chaves y Brenes. Sobre la resistencia, es importante el desarrollo de semillas que se adapten de una mejor forma a las plagas, especialmente porque en los últimos años se ha producido un aumento alarmante en el número de plagas y enfermedades transfronterizas en plantas.

“Las plagas ponen en riesgo la seguridad alimentaria en las zonas afectadas y tienen amplias consecuencias económicas, sociales y ambientales”, dice la FAO.

Además, el cambio climático también puede exacerbar estos peligros transfronterizos y alterar la distribución de las plagas y enfermedades, con consecuencias difíciles de predecir.

¿Qué sucede?

El cambio climático es real y complica la producción, entonces el agricultor tiene que optar por otras medidas que le permitan adaptarse y reducir el impacto que tiene sobre el ambiente, como la producción en ambientes protegidos, la producción con riego, la optimización de sistemas de hidroponía, etc, mencionó Brenes.

Ese aumento de la resistencia de los cultivos tiene que venir de la mano, según ambos entrevistados, de fincas que apliquen métodos de cultivo más sostenibles que permitan avanzar hacia una producción ecológicamente responsable que se preocupe por el suelo, el agua, la fertilización natural y el manejo de los desechos.

Un futuro más sostenible es posible

Para dejar atrás el escenario de continuidad, todas las sociedades deberán renovar los activos que utilizan para producir bienes y servicios, o las reservas de capital, buscar nuevas soluciones y aplicar tecnologías innovadoras. Siguiendo el espíritu de solidaridad consagrado en los ODS, los países y grupos sociales que razonablemente puedan asumir los costes de las transformaciones necesarias deberán apoyar a aquellos que ya se han visto afectados por el desarrollo insostenible, y ayudar a configurar un futuro mejor para las generaciones venideras.

Como conclusión

Uno de los mensajes clave que se derivan de los rigurosos análisis cuantitativos y evaluaciones cualitativas de los escenarios estudiados, es que no será necesario ampliar la producción agrícola ni tan siquiera en un 50% entre 2012 y 2050 para alcanzar los objetivos de erradicación del hambre y mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición plasmados en los ODS. Estos objetivos podrían cumplirse con un incremento mucho menor en la producción agrícola, siempre y cuando los sistemas productivos sean más sostenibles, y la distribución de ingresos y alimentos en y entre países sea más equitativa.

Uno de los resultados claros y consistentes de este análisis de los distintos escenarios, tanto a nivel global como entre los grupos de países, es que el escenario de “continuidad” nos llevaría a una situación de subalimentación grave en 2050, incluso si la producción agrícola bruta creciera en un 50% entre 2012 y 2050 (lo que a su vez contribuiría a aumentar las emisiones de GEI).

En el escenario “hacia la sostenibilidad”, por el contrario, la subalimentación se reduce de forma drástica incluso con un aumento de la producción agrícola de tan solo un 40% aproximadamente, mientras que las emisiones de GEI se reducen también de forma notable.

La reducción drástica en la subalimentación se debe a que los ingresos y los alimentos se distribuyen de forma más justa en y entre los países. Una dieta más equilibrada en los países de ingresos altos, que sin duda tendría impactos positivos en el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta, contribuye también a reducir el crecimiento de la actividad ganadera, lo que a su vez es un factor clave para lograr una expansión más limitada de la producción agrícola y la tierra cultivable, así como un recorte significativo en las emisiones de GEI. Los patrones generales de consumo y producción se vuelven más sostenibles.

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Fuentes

Agricultura del futuro

La agricultura del futuro: ¿cómo cambiará la producción en 2030?

La agricultura del futuro: coséchelo usted mismo

La agroalimentación de 2050 será más tecnológica, sostenible e innovadora

El futuro toca a las puertas de la agricultura

Resumen - Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030

El futuro de la agricultura: Síntesis del debate

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El futuro de la alimentación y la agricultura

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El futuro de los alimentos y la agricultura - GOV.UK

En un futuro muy próximo, la agricultura será de precisión o no será una agricultura rentable y sostenible